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Miguel Crozzoli: Ciclos de estrellas

 

Miguel-Crozzoli-Ciclos-de-EstrellasM, CZ, P, CD, R, CI, F, B

 

Músicos:

Miguel Crozzoli: saxo tenor

Francisco Slepoy: guitarra

Mauricio Dawid: contrabajo

Pablo Díaz: batería

 

Sello y año: KUAI Music, 2015

Calificación: Dame dos

 

Hafez Modirzadeh es un saxofonista, compositor y teórico estadounidense nacido en 1962. Respetado con justicia en cada una de las expresiones artísticas que ha abrazado, se ha transformado en un faro a seguir y no sólo por los practicantes de las disciplinas que abordó con indisimulables convicción, coherencia y sabiduría, sino también por aficionados y los encargados de juzgar cada una de sus obras.

Modirzadeh, además de ser un estudioso entusiasta y fervoroso, de haber logrado un lenguaje ínclito, personal y aglutinador de diversas expresiones culturales, ha sabido teñir a sus composiciones de cierto conato de espiritualidad. Lo mencionado lo convierte en una suerte de visionario, de referente a seguir. Además de su prolífica producción discográfica, ostenta un doctorado en Etnomusicología y es autor de innumerables escritos.

Usted se preguntará a esta altura por qué comenzamos este comentario haciendo tan explícita referencia a Hafez Modirzadeh y la respuesta (cuando uno la tiene o cuando a uno se la facilitan) es muy sencilla. Es que ha resultado una fuerte usina de inspiración para el saxofonista y compositor argentino Miguel Crozzoli a la hora de componer el material de su quinto registro discográfico, el que nos ocupa, y que lleva por título Ciclos de estrellas.

 

Miguel Crozzoli nació en la provincia de Río Negro en 1984. Veinte años después se trasladó a Buenos Aires donde profundizó sus estudios musicales estudiando en la EMBA y en el Conservatorio Manuel de Falla y luego realizó el postgrado en Gestión Cultural en la Universidad Nacional de Córdoba. En los últimos años se ha transformado en un protagonista activo de la música creativa contemporánea argentina tocando en varios de los proyectos más interesantes de la escena local, realizando giras por todo el país y también por Chile, Uruguay, Ecuador y Francia.

Lleva adelante varios proyectos en forma simultánea, a saber: Serie Gráfica (basado en la composición de partituras gráficas para músicos improvisadores haciendo uso de ejes de simetría y claves rítmicas), Bosque Viento (junto con el baterista Fran Cossavella, proponiendo adentrarse en el espíritu generado por la naturaleza), Cinética (junto con Juan Bayón y el baterista Pablo Díaz, donde se crea música espontánea focalizada en la interacción de los integrantes a través de la improvisación), Miguel Crozzoli + Florencia Macché (dueto de saxo y danza, investigando la interacción del cuerpo en ambas disciplinas.) y Miguel Crozzoli Cuarteto (que además integran Francisco Slepoy en guitarra, Mauricio Dawid en contrabajo y Pablo Díaz en batería). Desde el año 2010, el saxofonista ha editado cuatro álbumes: Irene (2010), Ciclos de Luz (2013), Bosque Viento (2014) y I serie gráfica: Equilibrios Colapsados (2014).

 

En noviembre de 2014, Miguel Crozzoli grabó –con el cuarteto que completan los mencionados Slepoy, Dawid y DíazCiclos de estrellas que el sello KUAI Music editara recientemente. Recordando lo dicho acerca de Hafez Modirzadeh, el mismo Crozzoli echa luz al respecto afirmando que el disco “nace de un camino meditativo y de construcción teórica, que comienza con la idea <Somos expresión particular del mismo todo> donde se vincula la perspectiva de vida cotidiana en torno al amor, el conocimiento y la libertad”.

Crozzoli tomó elementos de la física cuántica y el universo con los que ha generado herramientas compositivas que desembocaron en la la creación de un gráfico teórico del cual surgieron los temas del disco. Cada uno de ellos refiere a sus orígenes en la Patagonia argentina y corresponde a un sector específico del mencionado gráfico que representa, a su vez, el conjunto de la obra.

El compositor amplía el concepto al declarar / informar(nos) que “los gráficos generados por estructuras numéricas fractales, dan vida a composiciones de escritura convencional y no convencional. En éstas se emplean formas de creación rítmica, armónica y melódica basadas en los números resultantes. Se especifican ejes como centros de gravedad que difieren en número, pudiendo existir entre 0 y 3, y a su vez generan un grado de distorsión variable según su proximidad. La lectura transversal del material genera un número finito de posibilidades, condicionadas por la observación de la composición”.

Queda claro, entonces, que hay un cómo y un por qué, aunque esto no asegura –por supuesto- que el resultado final de la obra refleje el carácter serio, planeado, estudiado, meditado en su construcción. Crozzoli ha tenido una idea y una intención y ello, de por sí, ya es valorable y meritorio. Pero, además, ha sabido trasladárselo a sus músicos. Y éstos suenan convencidos y comprometidos con la causa.

 

Ciclos de estrellas es un álbum construido a la manera de una suite dividida en 8 movimientos, cada uno de ellos nominados con una o dos letras y compuestos por el líder. La apertura, con M, está a cargo del baterista Pablo Díaz –golpeando el aro de un tambor- y el contrabajista Mauricio Dawid, con una intro que reclama perpetuidad. Cuando se suman la guitarra de Slepoy –en segundo plano- y el saxo tenor de Crozzoli –asumiendo el liderazgo- la aventura que se augura es contagiosa, seductora y atrapante. El saxofonista se muestra profundo, sensible y creativo por encima de una base rítmica tan atractiva como no invasiva. Gran comienzo que tiene su continuidad en la breve CZ, que si bien parece hacer las veces de interludio, reparte bondades por igual entre Crozzoli y Slepoy en el primero de los duetos del álbum. En P se aprecia una notable entrega de Pablo Díaz a lo largo de todo el tema, un exquisito solo de Mauricio Dawid y un pasaje con visos “terroristas” dominado por Slepoy y Crozzoli. CD es una atrapante entrega de dos minutos de duración a cargo de Dawid y Crozzoli. El cuarteto reaparece con esplendor y vigor en R donde, una vez más, los caminos parecen bifurcarse con atrapantes liderazgos alternados, protagonizados por el saxofonista y el contrabajista. CI es el tercero de los duetos y el más largo, con Pablo Díaz y Crozzoli pasando gradualmente del ascetismo inicial a una suerte de furia avant-guardística donde la simbiosis es total. La aparente calma inicial de F se trastoca cuando a la sólida entrega del tándem Díaz / Dawid se suma la inquieta irrupción del líder. El final del disco es con B, una sentida y estimulante entrega en solo de saxo que deja con ganas de más e invita a escuchar el álbum una y otra vez.

El saxofonista Miguel Crozzoli, notablemente acompañado por Francisco Slepoy, Pablo Díaz y Mauricio Dawid ha concretado, en Ciclos de estrellas, un disco de notable factura donde –sin abandonar las bondades históricas del jazz- se adentra en territorios vanguardistas con llamativa soltura y solidez colocándose en un sitial de privilegio en el panorama de la música contemporánea argentina.

 

Marcelo Morales

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