a-Links PrincipalesDiscos / DVD's

Jamie Saft, Steve Swallow, Bobby Previte: You Don’t Know The Life

 

SaftSwallowPreviteRe: Person I Knew, Dark Squares, Water From Breath, You Don’t Know The Life, Ode To A Green Frisbee, The Cloak, Stable Manifold, The Break Of The Flat Land, Moonlight In Vermont, Alfie

 

Músicos:

Jamie Saft: órgano Hammond, órgano Whitehall, clavicordio eléctrico Baldwin

Steve Swallow: bajo eléctrico

Bobby Previte: batería

 

Sello y año: RareNoiseRecords, 2018

Calificación: Dame dos

 

Las normas por seguir tienden a ser transitorias porque el acto creativo no tiene límites. Por eso siempre surgirán nuevos estándares (Frank Herbert)

 

La palabra estándar describe aquello que puede tomarse como referencia o modelo y también puede aludir a las acciones que siguen una tendencia muy extendida. El término proviene del inglés standard (norma, patrón) y éste, a su vez, deriva de la antigua expresión en francés standorf con la que se indicaba otrora el lugar en donde los ejércitos colocaban sus banderas o estandartes para mantenerlos alejados de los enemigos.

En líneas generales, los estándares representan la media o lo común y por eso pueden ser considerados como pauta o tener la capacidad para adquirir un carácter normativo. En cualquier caso, se trata de construcciones culturales de público conocimiento que terminan oficiando de guía y referencia para realizar algún juicio de valor o para establecer pautas seguras de comportamiento.

El concepto de estándar tiene aplicación variada y en muchos campos diferentes. Entre ellos aparece la noción de jazz standard o estándar del jazz; es decir, un tema musical -que puede tener origen en el ámbito teatral o cinematográfico, en una canción popular o tradicional o bien provenir del propio mundo del jazz- que resulta conocido para un gran número de músicos, que ha sido objeto de numerosas versiones e interpretaciones y al que se recurre con frecuencia en jam sessions y actuaciones.

Al fin de cuentas, los estándares -incluso los estándares del jazz– deben ser considerados puntos de referencia en el camino transitado y no una meta en sí mismo ya que siempre habrá nuevos caminos por recorrer y, por ende, jamás dejaran de establecerse nuevos puntos de referencia y estándares.

Esa apelación a la búsqueda de un “nuevo estándar” asoma con innegable claridad en la propuesta que viene desarrollando desde 2014 el trío conformado por Jamie Saft, Steve Swallow y Bobby Previte y, muy especialmente, en su nueva producción discográfica titulada You Don’t Know The Life.

En el fecundo trayecto musical desplegado por Jamie Saft confluyen -además del consolidado trío que integra con Swallow y Previte– la agrupación Slobber Pup (cuarteto que completan Bálazs Pándi, Joe Morrris y Trevor Dunn), el quinteto Plymouth (con Chris Lightcap, Gerald Cleaver, Joe Morris y Mary Halvorson), el colectivo Red Hill (en donde compartió créditos con Wadada Leo Smith, Joe Morris y Bálazs Pándi), el trío The Spanish Donkey que conforma en sociedad con Joe Morris y Mike Pride y los trabajos con The New Zion (Fight Against Babylon, Chaliwa y Sunshine Seas), Berserk! (Berserk!) y Metallic Taste of Blood (Metallic Taste of Blood y Doctoring the Dead). Sin dejar de mencionar, por cierto, su firme enlace musical con John Zorn, manifestado en los proyectos The Dreamers, Electric Masada, Cobra y Filmworks, entre otros.

La indiscutible capacidad de Saft para moverse en diferentes contextos será subrayada en 2018 con las ediciones de Solo A Genova –su primer álbum para piano solo- y Blue Dream, trabajo con el que presenta en sociedad al cuarteto que integra junto el saxofonista Bill McHenry, el contrabajista Brad Jones y el baterista Nasheet Waits.

El notable baterista y compositor Bobby Previte fue uno de los artífices de la revolucionaria escena del downtown neoyorquino en los años ochenta, etapa durante la cual participa en bandas como The President, Tim Berne’s Caos Totale y The Sonny Clark Memorial Quartet, acompaña a John Zorn en álbumes trascendentales como The Big Gundown y Spillane y edita notables producciones solistas (Pull to Open, Bump the Renaissance, Pushing the Envelope y Claude’s Late Morning). En los noventa se aboca al liderazgo de los grupos Empty Suits (Empty Suits y Slay the Suitors), Weather Clear, Track Fast (Weather Clear, Track Fast y Too Close to the Pole), Latin for Travelers (My Man in Sidney y Dangerous Rip) y participa en el cuarteto experimental Ponga. En la década siguiente edita la obra The 23 Constellations of Joan Miró, aparece liderando los ensambles Bump y The New Bump, forma el dúo Groundtruther en sociedad con Charlie Hunter y el trío Beta Popes junto a Jamie Saft y Skerik y conduce la agrupación The Coalition of the Willing.

En años recientes ha encabezado el cuarteto Bobby Previte and the Visitors y el ensamble The Voodoo Orchestra, participa en el trío de improvisación Previte-Rucker-Gamble y publica el ciclo de canciones para sexteto acústico materializado en 2018 con el magnífico Rhapsody.

El legendario bajista Steve Swallow -además de ser uno de los músicos más venerados e influyentes en su instrumento- acredita colaboraciones con figuras del calibre de Paul Bley, Jimmy Giuffre, Art Farmer, Chico Hamilton, Dizzy Gillespie, Stan Getz, Steve Lacy, Carla Bley, Herbie Hancock, John Scofield, Chick Corea, Gary Burton, Joe Lovano y George Russell. En la última década trabaja a dúo con Steve Kuhn y en trío con Ohad Talmor y Adam Nussbaum, forma parte del cuarteto Riverside (compartiendo cartel con Dave Douglas y los hermanos Jim y Chet Doxas), colabora con Bobby Previte en las agrupaciones Bump y The New Bump y desarrolla un proyecto en trío con Carla Bley y Andy Sheppard, entre otras propuestas.

Jamie Saft, Steve Swallow y Bobby Previte debutan como trío en 2014 con el álbum The New Standard, título que, en palabras del propio Saft, hace referencia a “nuevo estándar de excelencia en el campo de la improvisación” basado en la amistad, la colaboración y la camaradería.

En 2017 el trío presenta Loneliness Road, trabajo que se distingue por su apego al piano trío de jazz y en donde suman en tres temas a un auténtico ícono del punk-rock como es el cantante Iggy Pop.

Esa constante búsqueda por alcanzar “nuevos estándares” que parece animar los postulados del trío, aparece magnificada en You Don’t Know The Life.

No sólo porque aquí exploran una nueva dirección en las convenciones sonoras del trío de jazz con epicentro en el órgano, sino también por la decisión de integrar en un mismo plano estético composiciones originales, improvisaciones colectivas, standards (en el sentido tradicional del término) y versiones de temas procedentes del rock y otros géneros que terminan oficiando como “nuevos estándares”.

El álbum abre con una singular lectura de Re: Person I Knew, composición de Bill Evans perteneciente al álbum homónimo editado en 1981, que registrara un concierto llevado a cabo en 1974 junto al contrabajista Eddie Gomez y el baterista Marty Morell en el mítico Village Vanguard de Nueva York. La atípica versión que ofrenda el trío aparece dictaminada por la peculiar sonoridad del clavicordio eléctrico de Jamie Saft y encuentra, en las aleatorias cadencias impulsadas por la batería de Bobby Previte y la habitual musicalidad que imparte desde el bajo Steve Swallow, un idóneo e inmejorable respaldo estructural.

Luego se suceden dos improvisaciones colectivas: Dark Squares y Water From Breath. La primera de ellas configura una oscura atmósfera de temperamento retro futurista que se va nutriendo con tonos de baja frecuencia desde donde emergen los atinados aportes de Jamie Saft en órgano Hammond y Steve Swallow en bajo eléctrico y un ejemplar trabajo en platillos por parte de Bobby Previte. En tanto que la segunda se destacará por su innegable frescura instrumental, la variedad de texturas, los periódicos cambios en las dinámicas y su carácter cinemático.

You Don’t Know The Life, tema que da título al álbum, recrea la canción del mismo nombre perteneciente a la banda de blues-rock psicodélico The Moving Sidewalks (en origen incluida en el disco de 1969 Flash), banda que supo integrar a Billy Gibbons, músico que poco después se convertiría en guitarrista del legendario trío estadounidense de rock ZZ Top. En la encantadora y sorprendente reinterpretación elaborada por el trío, convergerán delicadeza, serenidad, lirismo y el especial lucimiento de Bobby Previte en batería.

La inclusión de Ode To A Green Frisbee oficia a manera de tributo a su compositor, el recordado e inigualable trombonista Roswell Rudd. Músico -fallecido poco antes de la grabación de este álbum- con el que Jamie Saft y Steve Swallow trabajaron en diferentes épocas y variados contextos musicales. La versión entregada aquí describirá un relato conciso e introspectivo que incluye la acertada intervención solista de Bobby Previte en batería.

A continuación, sobrevienen dos temas con la firma de Jamie Saft: la intensa y elocuente amalgama de soul y jazz enhebrada por The Cloak –con una descollante labor de su compositor en órgano Hammond- y el gesto de complicidad con la tradición jazzística implícito en los ágiles trazos que dibuja Stable Manifold.

En los espaciosos pliegues de la composición instantánea colectiva The Break Of The Flat Land, anida un aire de trascendencia por donde discurren los tonos catedralicios del órgano de Jamie Saft, las subterráneas aportaciones de Bobby Previte en batería y el lirismo sin par que emana de la línea de bajo ofrecida por Steve Swallow.

Moonlight In Vermont es una canción popular sobre el estado de Vermont (Estados Unidos) con letra de John Blackburn y música de Karl Suessdorf publicada en 1944. La versión del trío trascurre inicialmente con un manifiesto apego a la tradición, hasta el ingreso de los perturbadores arrestos percusivos impulsados por la batería de Bobby Previte que definen el clímax de la pieza.

El álbum cerrará con una nostálgica y apacible lectura de Alfie, la imperecedera canción escrita por Burt Bacharach y Hal David que en origen integrara la banda sonora de la película del mismo nombre estrenada en 1966.

Jamie Saft, Steve Swallow y Bobby Previte, en el estupendo y encantador You Don’t Know The Life, siguen buscando nuevas formas de expresión musical.

Y en esa voluntad de búsqueda reside su principal atributo creativo.

Lo importante no es lo que se busca, sino los hechos que se desencadenan a partir de la búsqueda (Jean Echenoz)

 

Sergio Piccirilli

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *