El Ojo Tuerto

Elysian Fields: Un Gol Cantado

Temple Bar de Santa Monica – 02 de Abril de 2004

Leyendo una revista de espectáculos me enteré que para el 2 de abril en el Temple Bar de Santa Monica, se anunciaba la actuación de un tal Daniel (?). Con letras algo más pequeñas se agregaba otro fulano de nombre Frank McComb (¡?); para luego, lupa mediante, observar que decía Elysian Fields. Me pregunté: ¿se tratará del mismo Elysian Fields que conozco? ¿El que cuenta con un  núcleo creativo integrado por Jennifer Charles y Oren Bloedow? ¿El que editó “Dreams…”, uno de los discos (¿pop?) que más satisfacciones me brindó en el 2004?

Lo diminuto del anuncio no impidió que naciera en mí una tonta esperanza. Así fue que me aboqué a la búsqueda de respuestas a estos interrogantes. Finalmente los resolvería todos (a excepción de “¿porque nacen en mí tontas esperanzas?”). En cierto medio periodístico encontré más pistas: además de Daniel y McComb se agregaba el DJ Anthony Valadez (¿?). En medio de semejantes ilustres desconocidos (por lo menos para mí), uno podía leer “…y el proyecto electrónico (sic) Elysian Fields en su décimo aniversario”. Esto último constituía otro eslabón en la cadena investigativa. Efectivamente, el dúo cumple diez años desde su constitución. Por efecto dominó, el resto de las fichas fueron cayendo una a una.  Así fue que ese día partí rumbo a Santa Monica dispuesto a eludir a Daniel, McComb y el DJ Valadez para quedar solo frente al arco. El arco del triunfo: Elysian Fields. Era un gol cantado.

Elysian Fields - Jennifer - PiccirilliEl Temple Bar es un típico lugar de luces rojas, mesas diminutas, tragos exóticos y gente ídem. Nuestro primer contacto con la fauna del lugar fue el DJ Valadez quien amenizó la espera pasando música de cabaret, acorde con la propuesta de Elysian Fields, pero adaptable para un circo, en este caso concordante con algunos parroquianos. En perfecta armonía con el ambiente una señorita del público, víctima de una confusión artístico-matrimonial, entre otras, improvisaría una coreografía a lo Demi Moore en Striptease pero con una anatomía a lo Bruce Willis en Duro de Matar. Vamos bien.

Cuando empezaba a preguntarme si estaba o no en el lugar apropiado ingresaron (y con gesto de preguntarse lo mismo), los Elysian Fields. Eran las 9:15 PM del sábado 2 de abril de 2005.

Era una incógnita saber quiénes acompañarían a Charles y Bloedow en escena ya que en sus discos participan distintos músicos invitados, desde Ben Perowsky a Ed Pastorini, pasando por James Genus, Cyro Baptista, Jamie Saft y Marc Ribot.
Para esta breve gira, que incluía dos fechas en California y una en New York, Elysian Fields formó con Oren Bloedow en guitarra y voz, Jennifer Charles en voz líder y teclados, Jeremy Drake en bajo y  el veterano Shahzad Ismaily (quien tocó con gente como Tom Waits y Brian Eno), en batería.

Desde el inicio resulta inevitable que todas las miradas se posen sobre la Charles, en esta ocasión ataviada con un vestido de seda rojo y un escote tan sugerente como su voz. Confieso que tenía cierto temor por cómo sonaría el grupo en vivo. Rápidamente el temor se disipó:  suenan claros, precisos y atrapantes, tal como en sus discos.

El arranque del show fue con Lady In the Lake  del álbum Bleed Your Cedar, un rock climático y perturbador con Jennifer cantando en un tono embriagante. Seguirían con un tema de Queen of Meadow para luego pasar a Baby Get Lost uno de los temas más logrados de Dreams That Breathe Your Name y también del show. Jennifer Charles estudió arte dramático, enseña kundalani yoga y con su maestro Gulamji tomó clases de canto clásico de la India. Pinta, juega al ajedrez, habla varios idiomas (incluyendo un fluido castellano) le gusta cocinar… En fin, sólo falta que sepa bordar y abrir la puerta para ir a jugar. Una personalidad inquietante sobre el escenario y fuera de él, como comprobaríamos más tarde. Sin embargo, la multiplicidad de sus actividades no la alejaron nunca de la música ya que presenta una larga lista de colaboraciones y participaciones diversas en discos de músicos como Ben Perowsky, Frank London, John Zorn, DJ Logic y Jean Louis Murat, además de los discos con Elysian Fields.

El cierre de la primera parte será con Bend Your Mind el hit de Queen of the Meadow en versión intensa con una base monolítica a cargo de Ismaily y Drake sobre la que juegan las voces de Charles y Bloedow.
A estas alturas el público se dividía en tres: la mayoría, de espaldas al escenario sólo interrumpiendo sus conversaciones para aplaudir, cuando intuían o sospechaban que el tema había concluido. Un segundo grupo, algo menos numeroso, que en esencia era igual al primero con la única diferencia que no interrumpían su charla en ningún momento. Y un tercer grupo integrado por un puñado de personas, entre quienes me incluyo (no hay más opciones) que no podía ni conversar ni aplaudir. Sólo disfrutar, babearse y respirar periódicamente.

A continuación Charles, por primera vez en la noche, irá a los teclados para, desde allí, susurrarnos al oído la letra de Stop the Sun en un momento sublime, coronado por una sutil intervención de Bloedow en guitarra eléctrica.
Algunos pensábamos en pedir tregua. Sin embargo fuimos atacados nuevamente y con total eficacia. Llega Shooting Stars de Dreams… para perder definitivamente lo poco que nos quedaba de objetividad.

Luego Bloedow se hará cargo de la voz líder en una delicada performance sustentada por Charles en coros y teclados. Oren Bloedow tiene un historial variado que va desde liderar su banda The Whistling Hangmen a discos solistas como Luckiest Boy In The World junto a John Medeski. Desde grabar en dúo con Jennifer Charles en La Mar Enfortuna a participar en bandas como los Lounge Lizards o la  David Krakauer’s Klezmer Madness, además de participar en la serie de discos “Great Jewish Music” e intervenir en los soundtracks de  varias películas como “I Am Sam”, “Hurricane Streets” y “American Splendour”.

Se intuía el final. El tema elegido para cerrar esta mágica noche fue un cover del tema de Bruce Springsteen, Dancing In the Dark. Una versión perturbadora, sutil, perversa…Y así de repente, observé que no quedaban rastros de Elysian Fields en el escenario. No sé si corrí, caminé o volé, pero terminé frente a frente con la Charles. Primera sorpresa: Elysian Fields - Charles - Piccirilli - Bloedowde la imagen de vampiresa poseída que brinda en escena había pasado, en un instante, a una versión aggiornada de Heidi. Saludos, foto y adiós. En el intento por salir me encuentro cara a cara con Bloedow. Tras un breve intercambio me espeta “No te muevas, ya vuelvo”. Le hago caso y me convierto en una estatua. Regresa para invitarme a ir al camarín en donde está el resto de la banda. Lo increíble es que fue cierto. Una extensa charla que empezó en inglés pero que rápidamente pasó al castellano, merced al perfecto dominio de la lengua (la del Quijote) por parte de Jennifer Charles. Una charla distendida en la que hablamos sobre su participación en un clip de Charly García hace muchos años, la reciente culminación del nuevo CD de Elysian Fields (que estará en la calle en septiembre próximo) y (a su propuesta) sobre elintruso.com y el comentario sobre Dreams… Llegó la despedida. Fue con un abrazo emotivo y que sentí sincero. En cierta forma lo disfruté como si fuese una travesura. Con la picardía propia de quien recibe lo que no merece.

Al bajar supe que el tal Frank McComb tenía un trío de jazz-rock extraído de algún museo y me fui sospechando que el número de cierre no era otro que Daniel, el travieso.
Quizás.
En todo caso, ya tenía suficiente con mi propia travesura.

Sergio Piccirilli.

Nota relacionada: Elysian Fields – Dreams That Breathe Your Name

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