Nora Sarmoria
Nacida el 22 de julio de 1968 en la provincia de Buenos Aires, la (básicamente) pianista, compositora y cantante lleva registrados cuatro discos como solista: Vuelo Uno (1995), Espacio Virgen (1998), Verde Madre (1999) y Libre de Consenso (2002).
Junto a Lilian Saba, registró Sonideras (2001) donde ambas ejecutaban piano acústico, eléctrico y percusión.
Junto al percusionista Marcos Cabezaz (ex integrante de la agrupación Paralelo 33) acaba de editar Bichos y Malezas.
Esta personal artista, que además interpreta acordeón, flauta dulce, percusión, contrabajo, arpa y algunos etcéteras, escapa sin disimulo a todo tipo de rótulos.
Podemos decir, no obstante, que hace base en el folclore. El tema es hacia dónde dispara.
Posee además un notable sentido del humor.
Ha trabajado con artistas de la talla de Quique Sinesi, Liliana Herrero, Leo Maslíah, Lorena Astudillo y el grupo Raíces. Se ha presentado en Cuba, Dinamarca, Brasil, Letonia, Estonia, Alemania Uruguay, Perú y Bélgica.
Desde 1991 es docente en la Escuela Popular de Música del SADEM (Sindicato Argentino de Músicos).
Acerca de Bichos y Malezas, Nora Sarmoria dice: “Los discos reflejan un momento. En este disco cada encuentro fue de una gran concentración. Cada vez que nos juntamos estudiamos y resolvimos cosas. La alternancia entre el piano acústico y el eléctrico marca también esa idea de rescatar las versiones en vivo. Más allá de que a mí me interese el timbre del piano eléctrico, cuando nos presentamos en vivo no suele haber otra opción. El disco es como una foto sin maquillaje; es crudo, no quisimos aparentar otra cosa… Tal vez ése sea su hilo conductor.”
Con mucha generosidad, aunque con economía de palabras, Nora Sarmoria se prestó a contarnos algunas de sus predilecciones disqueriles:
“Los 5 discos que me llevaría y nunca pondría porque no hay luz, son:
1. Stravinsky – La consagración de la primavera: inspirador, genial.
2. María Elena Walsh – Manuelita la tortuga: para mi hija Cati, porque no iría sin mi bebé; cuando lo baila y lo canta no existe emoción más grande.
3. Hermeto Pascoal – Sólo no toca quien no quiere: me mete en su mundo herméticopascuálico y yo me dejo.
4. Riuychi Sakamoto – 1990: para bajar.
5. Quique Sinesi – Danza sin fin o algún otro que me dio que grabó solo (sic): me encanta escuchar a Quique.
Con respecto al más uno… puede ser mi primer disco Vuelo uno, que lo grabé en 2 años y por momentos me sorprende para bien… cosas que salieron en ese momento… 12 años atrás y otras que pienso ¿cómo grabé esto?”
