John Hollenbeck
“Algunos pintores hacen del sol una mancha amarilla pero pocos transforman una mancha amarilla en el sol”
(Pablo Picasso)
Bateristas, percusionistas y compositores hay muchos. Que cumplan los tres roles con idoneidad, muchos menos. Pero en condiciones de hacer “la Gran Picasso” sólo unos pocos elegidos. John Hollenbeck tiene ese extraño privilegio.
Como baterista y percusionista sobresale tanto por su depurada técnica como por un estilo en el que se privilegian los trazos sutiles al alarde de virtuosismo innecesario.
Sus composiciones combinan elementos de jazz, música clásica, post-rock, música de cámara, música étnica. Siempre superponiendo fuentes conocidas para obtener a la vez un nuevo material.
Pese a suscribir al movimiento de avant-garde, su vocación artística no parece estar proyectada hacia las minorías, sino hacia la individualidad.
Dicen los que saben (y algunos que no, también) que el eje conceptual en el proceso creativo tiene que ver con el interés del artista. En ese sentido el propio Hollenbeck aclara: “Estoy interesado en los aspectos psicológicos de la conexión con el otro a través de la música, usándola como herramienta para abrir mentes y corazones”. Y la verdad es que parece lograrlo.
“Componer no es difícil. Lo difícil es dejar caer debajo de la mesa las notas superfluas”
(Brahms)
La economía de recursos y el descarte de lo innecesario parecen ser otra constante en la propuesta de Hollenbeck. El desconcierto, la duda y la posibilidad infinita de lo abstracto se erigen como certezas y denominadores comunes de su lenguaje artístico. Digo todo esto y quizás usted no conozca la música de Hollenbeck ni su apariencia. Tal vez por lo dicho, usted debe imaginarlo con barbita candado, lentes de intelectual y sumamente aburrido. ¡Nada que ver! Bueno… la barba y los lentes están, pero también el humor es una constante que distingue su propuesta musical.
Además cuenta con su juventud. O, por lo menos, es más joven que uno (¿notó usted que a medida que pasan los años cada vez hay más jóvenes?). Pese a su edad, Hollenbeck tiene una larga y variada trayectoria. Ha tenido una periódica participación en el formato big band, siendo miembro de la Bob Brookmeyer’s New Art Orchestra (a quien denomina como su mentor, amigo y maestro) la BMI Orchestra, Jim McNeely’s Tentet, además de participar frecuentemente como invitado en la Village Vanguard Orchestra. 
Hollenbeck ha hurgado más allá del jazz, tocando con David Krakauer en la Klezmer Madness y con Frank London (de la Hasidic New Wave) Con músicos de Sudamérica como Antonio Arnedo de Colombia y Fernando Tarrés y Pablo Ziegler de Argentina.
Por su rol de compositor ha recibido varios galardones. Ganó el Jazz Composers Alliance Composition Contest en 1995 y 2002 y recibio el IAJE Gil Evans Fellowship en el 2002. En el 2003 recibio un premio de Arts International por su gira con The Claudia Quintet en Brasil.
Excepcionalmente creativo y versátil ha sabido establecer un nuevo lenguaje basado en ritmos étnicos y jazz en un contexto pleno de lirismos y espiritualidad.
También escribió música por comisión. Varias de esas composiciones fueron luego a integrar alguno de sus discos. Por ejemplo The Cloud of Unknowing que en origen fuera comisionada para el Bamberg Choir de Alemania y que tuviera su version posterior en I,Claudia de The Claudia Quintet.
Ha tocado con formatos extendidos como el Eastman Jazz Ensemble, la Frank Rheinshagen Big Band, el Fred Hersch Ensemble y la mencionada Bob Brookmeyer’s New Art Orchestra. En estructuras más reducidas ha participado del Patrick Zimmerli Quartet, el Todd Lowerly Quintet, el Dan Willis Quartet y el Cuong Vu Trio, entre otros. También ha colaborado con Theo Blackman y su disco Origami, con la Matt Moran’s 
Slideshow, con Meredith Monk (otra de sus influencias principales) en Mercy, con Henning Sieverts en Hidden C, con Heinrich von Kalnein en Blackbird con Larry Porter en Songs y más recientemente con Okkyung Lee en Nihmn, sin olvidar su propia producción junto a The Claudia Quintet y su obra como solista. En el 2005 editó A Blessing su particular visión para un “large-ensamble” y más recientemente Semi-Formal su nuevo trabajo junto a The Claudia Quintet. Prueba de la vigencia de su música es que ambos discos bien pueden incluirse entre los más destacados de este año.
Hollenbeck, en los meses por venir, tiene una agenda bastante cargada que incluye: presentación en el Leipzeiger Jazz Festival de Alemania junto a a Johannes Ender y Frank Mobus, shows junto al Meredith Monk Ensemble, dueto con Jorritt Dystra; en Portugal, estará tocando con la Bob Brookmeyer’s New Orchestra. También iniciará una breve gira junto a Theo Blackman y la Jazz Big Band Graz, además de colaborar con el Henning Sieverts Quartet. A todo esto hay que agregar una gira por Europa con The Claudia Quintet.
¿No será mucho?
En medio de semejante actividad, tuvimos la imprudencia de invitar a Hollenbeck a participar de nuestro “1×5 (+1)” y él, no menos imprudentemente, aceptó.
1) The Days Run Away – Peter Garland :”En esos días en los que busco entrar en un mundo más espiritual que me brinde una sensación de calma, con este disco lo logro plenamente.”
2) Aether – The Nekcs : “Este disco fue el que cambió mi sentido de la música. Es una obra maestra en la que encontré una estructura que jamás había escuchado. Aquí el uso de los silencios es especialmente maravilloso”
3) Rejoicing – Pat Metheny: “La paz de este disco es asombrosa. Es hermoso cómo asciende lentamente desde un sereno espacio hasta elevarse a un salvaje abandono. Es un viaje”
4) Later That Evening – Eberhard Weber: “La música de este disco es una gran combinación de lirismo, organizada liberación y espacio. Amo la combinación de instrumentos utilizada aquí. Como me ocurre con Peter Garland, este disco me ayuda a estar en paz”
5) Hermeto Pascoal e Grupo – Hermeto Pascoal e Grupo: “Sinceramente un disco extraordinario de uno de los compositores más originales. Las hermosas melodías, los increíbles ritmos… los sonidos de animales de granja… ¡¿el Presidente?! Lo tiene todo.”
El +1: Quartet Lucy – John Hollenbeck: “No puedo decir cuál de mis discos me gusta más .Pero sí puedo decir cuál me gustaría que más gente conozca: Quartet Lucy. Para muchos, éste es mi disco “ECM”. Éste es mi trabajo más “femenino”, el más sensitivo, el menos “jazzy” y el más “folky”. Definitivamente, es uno de los mejores trabajos que ha hecho Theo Blackman y todavía me sigue maravillando el aporte que hizo Skuli Sverrison, allí.”
