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Depeche Mode: Playing The Angel

Depeche ModeA Pain That I'm Used To, John The Revelator, Suffer Well, The Sinner In Me, Precious, Macrovision, I Want It All, Nothing's Impossible, Introspectre, Damaged People, Lillian, The Darkest Star.

Músicos: Dave Gahan, Andy Fletcher y Martin Gore.

Mute/Emi, 2005

Calificaciòn: Está  bien

Después de un silencio de casi cuatro años (su último disco fue el poco inspirado Exciter en el 2001), el trío londinense da señales de vida y publica Playing the Angel.
En este período de silencio, los integrantes siguieron en movimiento.
Dave Gahan, cantante de la banda, publica su disco solista Paper Monster (2003), un disco que no ofrece mucho y naufraga… bastante.
Martin Gore, cerebro del grupo, nos ofreció la segunda parte de Counterfeit 2 (2003), donde versiona temas (o sea, hace covers), que ni en la segunda parte, ni en la primera logra que el proyecto sea un poco interesante.
El tercer miembo, Andy Fletcher, si bien no sacó disco alguno, lo tuvimos el año pasado por estas tierras en su plan de DJ (ladri), en un festival organizado por un telefonito.
Digamos que si algo interesante iba a pasar con estos muchachos sería dentro de Depeche Mode, está claro; encima, leo los créditos y hay un par de temas autoría de Gahan; Gore siempre se encargaba de todo y pensé que se nos venía la noche…
La noche se nos vino: el disco es bastante oscurito, pero está bueno che, no es ¡¡¡ah!!!, pero ahí le va…
No se necesitaba mucho para ofrecer más ideas que en su antecesor, pero el disco es poco amable, difícil por momentos, buscando nuevas sonoridades, densas casi siempre, que termina provocando una sensaciòn de no saber si te gusta o no… provocando sorpresa.
A Pain That I'm Used To es el tema que abre el disco: tema rockero y pegadizo marca Gore, inconfundible, donde el estribillo se descoloca en un ruidismo acogedor; a continuación John The Revelator: Gahan no canta, nos grita una canción que encuentra uno de los mejores momentos del disco en el estribillo, apoyándose en un coro que le da más fuerza al tema.
Surfer Well podría haber estado en Violator; en The Sinner In Me, Gahan nos somete a una plegaria; los sonidos van cubriendo una canción con aires siniestros.
A continuación llega Precious, el tema mas cálido del disco; una gran canción que sirve de bisagra. El disco decae un poco encontrándonos hacia el final con Lilian, tema bailable sacado del manual de los Depeche ochentosos y destacándose también el tema de cierre, The Darkest Star, la oscuridad hecha canción.
Es para resaltar de este regreso la apuesta de la banda; esa búsqueda de distintos climas dentro de una misma canción, esa búsqueda de sonoridades, ruidismo, que muchas veces incomodan y no dejan caer a los temas en lo obvio; nada mal para una banda que parecía perdida y muestra que todavía posee talento y la capacidad de sorprendernos.
Bienvenido sea entonces este Playing the Angel.

Cristian Woinarowski

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