Por Los Codos

Mariana Baraj: La música es… es… la música ES

Colo Arredondo¿Por qué el Colo (Arredondo)?

Estaba vacante el puesto de guitarrista y arreglador. Al haber en el grupo músicos con determinadas características, quien viniera debía tener "esas" características, porque si no, no iba a resultar. Hablamos con los chicos, surgió el Colo y todos estuvieron de acuerdo. Fue consensuado, lo mismo que al elegir a un productor artístico: debía ser alguien respetado por los demás. Ernesto (Jodos) fue perfecto porque todos han tocado con él y lo respetan mucho. También ayudó que el Colo es un gran conocedor del folclore; el tipo se las sabe todas, es impresionante el pibe.

Carto BrandanTambién hubo otro cambio sustancial que es el traspaso de la Jero Carmonaguitarra acústica a la eléctrica…

Ése fue otro de los grandes cambios, así como la inclusión del Carto.

 
Vos venís de tocar en Japón, ¿cómo se toma tu música afuera, en especial en lugares donde el idioma es otro?

Lo de Japón fue en un contexto muy diferente al que estoy acostumbrada. Yo fui a tocar en la presentación de un diseñador y formaba parte de una puesta. Es muy distinto a armar un show y tocar. La gente estaba más pendiente de las modelos…
Yo hacía una apertura a capella; luego empezaba una secuencia de unos 15 minutos de música electrónica con loops de Dino Saluzzi y yo tocaba y cantaba sobre eso; al final hacía otro tema sola. Aunque muy desapercibida no pasaba: entrar sola, a capella, cantando una vidala… y… algo te pasa; para bien o para mal, pero te pasa.
En Estados Unidos nunca estuve. En Europa la sensación es que están muy abiertos a escuchar. Para ellos la música nuestra pasa más por el tango, entonces prestan mucha atención y se interesan porque no lo conocen tanto. La sensación es que la gente se conecta.

Baraj
¿Qué diferencia ves o sentís entre el folclore de hace 30 años y esta corriente del neo-folclore del que formás parte?

Yo creo que la línea histórica persiste. Creo que había además la necesidad de generar un espacio; lo mismo está ocurrriendo con el jazz. También me parece que la gente necesita escuchar otras cosas y no siempre más de lo mismo.

¿Por eso pensás que hay tanta cruza de estilos entre los músicos?

No sé… yo lo que siento es que si uno toma elementos de otros lugares, la cuestión se enriquece.

Bueno… se puede enriquecer o bastardear de acuerdo a cómo se haga…

Por eso te hablo desde lo que percibo y siento. Yo siento que se enriquece; después, a la gente, le puede parecer una porquería, pero eso ya…

Deslumbre
Ya hablamos de Lumbre; cuando salió Deslumbre, ¿fue como decir "este sí"?

Eso también lo sentí con Lumbre. Yo no especulo con que pasen determinadas cosas.

Yo hablo de lo que te pasa a vos. Tenés el disco en la mano y decís "acá está el nene". ¿Te despierta algo o decís "ah, bueno, ya está"?

(Sonríe) Y… un poco y un poco, porque en realidad yo ya estoy pensando en el tercero.

Relumbre…

O Legumbre. Una vez que está hecho… ya está. Porque pusimos mucho corazón, aunque como te dije yo no lo escucho. Ni bien sale sí, le pego una oída, pero una.

Y esa sensación ¿cuál fue?

Me gustó. Siento que hay una evolución en relación al primero y espero que siga siendo así con los que vienen.

¿A qué viene el nombre Deslumbre?

BarajCada uno hace sus lecturas y fueron de las más diversas. Para mí estaba bueno como juego de palabras. Lumbre salió por el tema de Ramón Ayala (Posadeña linda) que en un momento dice "vengo buscar tu lumbre…" era una imagen que me gustaba. A la hora de ponerle título al segundo, me gustó mucho porque… en este disco siento que hay algo más brillante.

Algo así como que Lumbre era la luz de un fósforo y Deslumbre un fogonazo.

Algo así; siento que Deslumbre es mucho más oscuro que el primero… pero que tiene más luz. La trama y la textura son más oscuras, pero siento que hay más energía lumínica. Después, las lecturas que se pueden hacer… son miles.

Algo que sí es notorio es el cambio en la gráfica: del blanco y negro al rojo rabioso.

Yo le doy mucha bolilla al diseño. En el primero, el arte estuvo a cargo de Diego Mourelos y a mí me encanta cómo labura; te caza la onda al toque y con presupuesto casi cero aportó incluso el poncho de su abuelo. Para Deslumbre no pudimos contar con él. Javier Malosetti me da su disco Onyx y me contacté con Silvana Segú que había hecho ese laburo. Y la verdad que con poco tiempo, quedó muy bien. Es obvio que son muy diferentes. Y los dos me gustan. 

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