Monika H. Band: Bright
Organs, Somebody Special, Details, The Race, Bright, Keep On, Written In My Dream, Art.
Músicos:
Monika Heidemann: voz
Matt Moran: vibráfono
Massimo Biolcati: bajo
Khabu Doug Young: guitarra
Take Teryama: batería
Invitados:
Acife O’ Donovan, Ayelet Gottlieb, Sofia Kuotsovitis: voces
Amelia Hollander: viola
Jeremy Udden: saxo alto
MH, 2005
Calificación: A la marosca (y me curé)
Casi todos tenemos fobias.
Las fobias consisten en un temor intenso y persistente que es excesivo e irracional. Suelen desencadenarse por la presencia o anticipación de un objeto o situación específica. Por ejemplo, miedo a algunos animales o insectos, a volar, al vértigo, a los espacios cerrados, a la oscuridad, a que Racing no salga campeón, etc. Hay famosos personajes de la historia que han padecido fobias… Julio César le tenía miedo a la noche (nictofobia); Enrique III de Francia, a los gatos (ailurofobia); Woody Allen es claustrofóbico y Barbra Streisand y Carly Simon son topofóbicas (miedo al escenario).
También padecen fobias personas desconocidas y seres aborrecibles… la lacra de la sociedad…
En mi caso… la sintomatología propia del fóbico me aparece ante la frase “cantante revelación”. Es más fuerte que yo. Confieso que no lo puedo dominar. Habría que hurgar muy lejos en el tiempo y en mi memoria para encontrar las razones de este extraño mal. Cuando los/las cantantes revelación aparecen, la recaída es inevitable. En los últimos años lo sufrí con Norah Jones y Jamie Cullum. Y claro, cuando uno se quema con leche… cuando ve una vaca, llora. Digo esto último y recuerdo uno de los casos de mayor gravedad: Jane Monheit. Ese hecho despertó en mí unas ganas irrefrenables de hacerle a la vaca una toma de yudo.
Hablo de la que canta, las otras son buenitas y además nos dan el cuero, la leche pasteurizada, el yoghurt, el queso gruyere, el dulce de leche, el lomo a la pimienta, la parrillada completa con ensalada mixta y papas fritas, etc.
Cuento todo esto para describir el contexto en el que llegué a Bright, el disco de la Monika H. Band.
Alguien en mis inmediaciones hizo comentarios elogiosos sobre este disco que motivaron un súbito e irracional interés… hasta que lo inevitable ocurrió… regresó la maldición… parece que la tal Monika es también una… ”cantante revelación”…
Fui adaptándome progresivamente. En primer lugar decidí pronunciar el nombre Monika durante 24 horas seguidas tratando de relacionarlo, en un ejercicio de asociación libre, con situaciones agradables (la mayoría de las cuales no puedo hacer públicas)
Claro que la “k” en el sitio donde normalmente va una “c” me ponía algo nervioso, pero insistí. Luego vi una foto de la tal Monika H. (la “h” es por Heidemann) y me dije: ¡qué linda es! Pero al observar con detenimiento le encontré un “no sé qué”.
Parece ese tipo de chicas que le encantarían a nuestros padres pero que irremediablemente nos terminarán arruinando la vida.
Perseveré valientemente. Así fue que busqué información sobre la fulana y encontré que hace muy poco (en el 2003) se graduó en Performance de Jazz en el New England Conservatory, en donde estudió jazz vocal, improvisación y composición. También me enteré que es la cantante de Animal Channel, una banda orientada a la música étnica y de The Bunkbeds, grupo enrolado en la corriente electro-pop, además de tocar el saxo en FemmNameless, un ensamble de mujeres que hacen afro-beat.
Bright marca el debut de su propio proyecto: la Monika H Band.
¿Y con qué nos encontramos?
Hallamos una voz predominante, de estilo muy personal y a la que es difícil detectarle influencias claras. Tiene algo de Julie Tippet, una pizca de Ute Lemper, algún fraseo recuerda a Annette Peacock y por allí se filtran unas gotitas de Bjork. Pero con una autoridad que asusta por su juventud y porque… asusta.
Monika aporta las composiciones salvo en un par de temas en donde musicaliza poemas de autores como… ¡no, Guillermo Vilas… no! .
Y no porque haya una conspiracion contra el tenis argentino sino porque prefirió a Allen Ginsburg, a quien adapta en Written in my Dreams, a Marc Riorden en The Race y a Herman Melville en Art.
Sus letras son enigmáticas, profundas y en ciertos pasajes desconcertantes. Y estas características se potencian con la expresividad vocal de la “nena” quien por momentos luce deliberadamente distante y gélida y en otros intimista y plena de calidez. Digo todo esto y no quiero que piense que el resto de la banda está dibujada. Los que la acompañan no son jugadores de metegol haciendo molinete. Todos tienen su momento de lucimiento ya que la propuesta de Bright deja bastante espacio para el desarrollo instrumental.
Como dijo un albino, “seamos claros”: Bright es un disco tremendo.
En Organs nos encontramos con un rock épico atravesado por una melodía naif en la que hay espacio para un magnífico contrapunto entre la batería de Take Toriyama y la guitarra de Khabu Doug Young.
En Somebody Special hallamos una base afro de la que surgen, como un manantial, la voz de Monika y el saxo de Jeremy Udden .
Details nos recuerda a Unison de Bjork y ofrece la oportunidad para que se destaque Massimo Biolcati en bajo acústico. The Race es un pop levemente “jazzy” que arranca con Monika haciendo scat como si quisiera enviar un mensaje en clave al planeta Marte.
El track que da título al álbum es uno de los momentos más logrados. Un requiem en donde la voz lider y el coro se recuestan sobre las cuerdas. La intro de Matt Moran en Keep On nos hace creer que estamos escuchando un tema del Claudia Quintet y el desarrollo posterior no lo desmiente. Notable el solo de guitarra a cargo de Khabu Doug Young.
En Written In My Dream, también Moran abre el juego para dar paso a una canción de cuna tan inocente como perversa, que desemboca en una improvisación colectiva. El cierre es con Art y Monika se encarga de desparramar los cuerpos de los sobrevivientes para luego diluirse tan fugazmente como llegó.
Bueno, no quiero detallar tema por tema… pero ya lo hice.
Síntesis:
Buena banda, buenos temas y Monika… que es… que es una… una… ¡cantante revelación! ¡Uy! Lo dije. ¿Estaré curado o será porque es mucho más que eso? El tiempo lo dirá…
Sergio Piccirilli.