Richard Cheese: Aperitif For Destruction
Me So Horny (2 Live Crew), People Equals S*** (Slipknot), Welcome to the Jungle (Guns 'N' Roses), Brass Monkey (Beastie Boys), Let's Get Started (Black Eyed Peas), Man In the Box (Alice In Chains), Been Caught Stealing (Jane's Addiction), The Girl Is Mine (Jackson/McCartney), You Oughta Know (Alanis Morissette), Enter Sandman (Metallica), Sunday Bloody Sunday (U2), We Are the World (USA for Africa), Do Me (Bell Biv Devoe), American Idiot (Greenday), Add It Up (Violent Femmes), Somebody Told Me (The Killers).
Músicos:
Richard Cheese (Mark Jonathan Davis): voces & vermouth
Bobby Ricotta (Noel Melanio): piano & pernod
Gordon Brie (Louis Allen): bajo & bourbon
Buddy Gouda (Charles Byler): batería & drambuie
Surfdog Records, 2005
Calificación: Fiesta… ¡qué fantástica esta fiesta!
Hace algún tiempo, el gran Frank Zappa se preguntaba "Does Humor Belong In Music?"
La respuesta es rotundamente afirmativa.
En el plano local tenemos algunos ejemplos que van desde Los Auténticos Decadentes (si se me permite, cabal descripción el mismísimo nombre de la banda), Los Twist (más irónicos, con algunos arrebatos realmente disfrutables) y finalizamos esta arbitraria trilogía con la quintaesencia del humor en el rock/pop argentino: nuestros queridísimos Sueter.
¿Otra vez con Sueter, Morales? Sí señor. Sueter ha hecho carne aquella pregunta/afirmación del querido Frank, con una increíble dosis de humor y talento, ayudado por la envidiable pluma de Miguel Zavaleta y por unos músicos tremendos.
Los ejemplos huelgan: Como un barco lleno de lauchas, Métodos, Vía México (con la singular frase "casémonos vía México… o Paraguay", cuando el divorcio no existía en la tierra guaraní), el sensacional Bolero, todo el disco Misión Ciudadano Uno (una historia conceptual acerca de la primera nave espacial argentina que iba con astronautas munidos de sus tetrabricks) y por supuesto que con o sin humor, los Sueter sabían ponerse serios (El fugitivo, Sin porteros, El pecarí, Su única diferencia), pero ése es otro tema.
Por fuera de nuestro país, yo tengo dos recuerdos imborrables: uno fue la aparición de Weird Al Yankovic, re-interpretando y deformando temas populares (ejemplo Like a Virgin rebautizado Like a Surgeon) y por supuesto esa mezcla insólita e irreverente que consistía en tomar (básicamente) temas de Led Zeppelin y "a-reggae-arlos" para que los cante un falso Elvis Presley de voz portentosa y modales y vestimenta afeminados: los insuperables Dread Zeppelin.
Esta… extensa introducción fue provocada por Richard Cheese, a quienes sus padres bautizaron Mark Jonathan Davis.
Este buen señor debutó discográficamente en el año 2000 con Lounge Against the Machine y aquí quedó claro todo: versiones de clásicos del rock y del pop como Creep de Radiohead, Suck My Kiss de los Red Hot Chili Peppers y Rape Me de Nirvana. Le sucedió Tuxicity en el 2002 y I'd Like a Virgin en el 2004.
Aperitif For Destruction es el cuarto disco oficial de Richard Cheese. En la portada hay un sticker que reza "This is the best album ever!", firmado por el propio Richard Cheese.
Aquí realiza 16 covers, donde las letras originales se respetan… poco. Y las melodías… también.
A ver… empieza la cuestión con Me So Horny de los 2 Live Crew… estamos en presencia de un cuarteto de jazz "cool" con un Richard Cheese cantando en un estilo que podríamos definir como Rick Astley + Dean Martin… dividido 3. ¿las cuentas no le dan? no importa… si en plan swing ya arrancó People Equals S***, de los Slipknot… y Cheese, más crooner que los crooners. Y guarda que se viene Welcome To the Jungle de los Guns 'N' Roses. Richard acomete con un alarido tarzanesco y por detrás una big band que bien podría ser la de Buddy Rich… o cualquiera… pero cualquiera de las (muy) buenas, con arreglos notables y el humor que brota por los parlantes. Hay muchísimo más: imaginen lo que puede hacer Ricardo con The Girl Is Mine (aquel tema que hicieran Michael Jackson y Paul McCartney), Enter Sandman de Metallica (en este caso, casi, una canción navideña, créanlo); Sunday Bloody Sunday de los U2 es la gloria eterna: arranca con el "uno, dos, tres, catorce…" que Bono grita en Vertigo y de pronto… un pianito a lo Michel Camilo, el cantante que dice "hola señoritas y señores, me llamo Ricardo Queso… ¡let's mambo!" y de pronto estamos danzando con Cameron Diaz en The Mask. Pero esperen… sigue… We Are the World… aquel tema de U.S.A. for Africa en un ritmo frenético a la Brian Setzer Orchestra… y el tipo canta realmente bien… y el tema que se transforma en un blues gastándolo a Michael Jackson y en Do Me, la pelea con el ingeniero de sonido y Cheese que se va del estudio vociferando, pegando portazos y pateando gatos y…
Gente… Richard Cheese es, aunque parezca una paradoja, algo realmente serio.
Por supuesto que el booklet es hilarante; pero lo más importante es que el disco se sostiene musicalmente con instrumentistas notables y absolutamente cómplices.
Lamento profundamente haberlo descubierto recién ahora, pero permítanme confesarles que este tipo sabe muy bien lo que hace. Y encima lo hace de manera asombrosa.
Ya sé que sonará a chiste fácil, pero créanme que Richard Cheese no es ningún queso.
Marcelo Morales.