Kurt Elling: Kurtiendo
Una introducción en bajo desemboca en un breve monólogo de Elling; en realidad se parece más a un parte médico: “La sra. Hobgood en el día de la fecha tuvo un bebé prima facie de su esposo de profesión pianista. En una primera evaluación constatamos que los signos vitales son aptos para el desarrollo normal de la criatura”. Bueno, es un médico de la policía.
El bajo y la voz de Elling en dueto hacen The Waking (poema de Theodore Roethke musicalizado por el cantante). Vamos bien.
Sigue una versión del clásico de Duke Ellington I Like the Sunrise. Un momento pleno de romanticismo. La gente se abraza. Las parejas se besan y prometen amor eterno. El camarero me sirve una copa y debajo deja una nota preguntando qué haré al término del show. Levanto la vista y lo veo en un rincón con una rosa entre los dientes. Temo que mi rechazo le rompa el corazón pero su propuesta es inaceptable. Casi todo es conversable pero su panza y la espesura de sus bigotes resultan decisivos.
Ginger Bread Boy del álbum The Messenger abre con Elling haciendo scat. Este pasaje es rubricado por la primera ovación de la noche. Solo de piano, sigue el bajo, luego la batería. No será para salir a tocar timbres y patear tachos de basura en Júpiter, pero está bien. La intervención de Hobgood es un trabajo de parto con contracciones y rotura de bolsa incluida…
Llega el solo de Amster en contrabajo. Llama la atención que mantenga la mirada fija en su mano izquierda casi como si quisiera hipnotizarla y lo más llamativo es que lo logra. Pegadito va el solo de batería. No sé si Willy Jones III toca muy rápido o está apurado pero creo que la suma de ambas le permitirá obtener la pole position sin problemas.
Continúan con Never My Love con otra buena intervención de Hobgood y toda la versatilidad de Elling para jugar con las notas bajas (ya les dije que no es muy alto)
Llega Esperanto, tema de Vince Mendoza incluido en Live in Chicago. Brillante solo de bajo.
Rob Amster ha tocado con Dizzy Gillespie, Joe Lovano, Paquito D’Rivera, Milt Jackson y Jon Hendricks. El pibe sabe.
Elling toma el micrófono para anunciar que leerá un poema de Neftali Ricardo Reyes (al que cariñosamente llamábamos Pablo Neruda) y como es un hombre de palabra… lo hace. El niño Elling lee el poema El viento es un caballo que si mal no recuerdo dice así:
El viento es un caballo,
óyelo como corre
por el mar, por el cielo.
Quiere llevarme
Escucha cómo recorre el mundo,
para llevarme lejos…
El niño Elling mira a la maestra… momento de gran tensión… “Está bien,siéntese, tiene un siete…”
Una intro de piano con aires de canción de cuna (Hobgood tiene la idea fija) da pie para que se sume el resto de la banda y hagan A Secret del álbum Man In the Air, una composición de Herbie Hancock que originalmente se titulara Alone and I y a la que Elling le puso letra.
El cierre será con My Love, Effendi del disco This Time It’s Love en la que Ellling las hace todas dejando aflorar su faz histriónica además de desplegar todos sus recursos vocales.
Final.
Levemente abombados (1) por el chupi (2) servido a raja bonete (3) en este concheto (4) lugar que reúne a todo el bacanaje (5), cazamos (6) una churrasca (7) bien pizpireta (8) y nos tomamos el olivo (9) después de haber estado kurtiendo (10)
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(1) Aturdido, mareado, atontando.
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(2) Bebida
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(3) En cantidad abundante
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(4) A la moda
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(5) Conjunto de personas de buena posición
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(6) Agarramos
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(7) Mujer bonita
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(8) Mujer voluble y provocativa
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(9) Escaparse, irse.
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(10) Acción de escuchar a Kurt Elling
Sergio Piccirilli.