Cristopher O’Riley: Hold Me to This: Cristopher O’Riley Plays Radiohead

There There, (Nice Dream), No Surprises, Polyethylene Part II, How I Made My Millions, Like Spinning Plates, Sail to the Moon, The Tourist, Cuttooth, 2+2=5, Talk Show Host, Gagging Order, Paranoid Android, Street Spirit (Fade Out)

Músico:
Cristopher O'Riley: piano.
World Village, 2005
Calificación: Está muy pero muy bien.

Cada disco tributo me da mala espina.

Y si hay una segunda parte, más aún.

El pianista Cristopher O'Riley tenía, por llamarlo de alguna manera, su circo armado. Iba de Bach a Massenet; de Beethoven a Brahms; de Mendelssohn a Ravel; de Stravinsky a…y así.

Hasta que en el año 2003 se decidió a tributar a una banda que -parece ser- le apetecía y le apetece: Radiohead. Se sabe que no es descabellado que grupos o solistas de pop, rock o jazz se metan con composiciones clásicas. La mayoría de las veces, así les va. Lo inverso es bastante más difícil de hallar. Y el disco que el pianista ofrendara, True Love Waits, está bastante bien. No te parte la cabeza, pero está bien.

Radiohead es una de las bandas actuales que más adeptos tiene en los estilos foráneos al pop. Es un grupo serio, de eso no hay dudas, independientemente de que sus discos sean más o menos logrados. Pero hay un puñado de composiciones (y muy bien arregladas, por cierto) que invitan al respeto.

Debo reconocer, de todas maneras, que no soy un fan de la banda. Tampoco de O'Riley, dicho sea de paso. Pero es evidente que en ambos casos se trata de artistas de buena cepa.

El pianista no es novato en esto de ir por afuera de la clásica; ya estuvo coqueteando con Fred Hersch, con Pablo Ziegler, con Bobby McFerrin… y ya había realizado transcripciones de otros artistas pop como Nick Drake (acá también se junta con Mehldau), Tears for Fears y George Harrison.

Egresado del New England Conservatory of Music, obtuvo numerosos premios y galardones y actualmente reside en Los Angeles.

Pero el bueno de Cristopher ha reincidido. No pecamos de moralistas si afirmamos que le tomó el gustito, que probó y le gustó y que hasta sacó su libro de transcripciones con temas de la banda doblemente homenajeada.

No seamos lechuzas.

En Hold Me to This (que es distribuido en el mundo por Harmonia Mundi y en la Argentina por Zivals), el pianista apunta a un repertorio con aristas más que interesantes; no se trata de ir a lo seguro, "a lo que paga". De los 14 temas que están incluidos en el CD, 5 de ellos pertenecen a "lados B" de singles que, por supuesto, jamás fueron editados en nuestro país: Polyethylene Part II, How I Made My Millions, Cuttooth, Talk Show Host y Gagging Order.

Es un disco de solo piano interpretando piezas de Radiohead.

¿Es un disco de Radiohead en solo piano?

Aclaremos que no se trata sólo de las canciones en su formato "esquelético". Hay un laburo (Brad Mehldau también lo ha hecho pero al tener orientaciones distintas las lecturas también lo son), un estudio, una entrega y hasta -si me apuran- una necesidad. Más en este disco que en su antecesor. Que O'Riley toca fenómeno no sé si es una obviedad pero está bien que lo destaquemos.

Insisto en que no soy un fan de Radiohead, lo que me habilita a hablar del disco en sí, sin el apasionamiento de un seguidor empedernido. Estoy escribiendo por lo que escucho. Probablemente no esté bien, suene rudimentario o tosco, pero es mi realidad frente a este disco que va cambiando de humores al punto de hacerlo rico y sumamente atractivo. Incluso en algunas piezas que de movida parecen no motivar, un pasaje te quiebra (casi escribo "a la Kieslowski", pero por las dudas… no lo pongo).

Un disco muy parejo; no escribí monótono: parejo y con aristas interesantísimas que en pleno arrebato de subjetividad me atrevo a compartir con ustedes: Like Spinning Plates, Sail to the Moon y especialmente Talk Show Host tienen un nivel superlativo. También la lectura de Paranoid Android está repleta de matices y sutilezas.

Y no caigan en la tentación de comparar las versiones de este disco o de True Love Waits con las de Mehldau. El acercamiento, el desarrollo y la concepción son absolutamente diferentes.

Contra todo pronóstico, O'Riley me tapó la boca y con armas nobles; y atenti, porque el swing que le mete a Paranoid… es tremendo, más esperable de un músico de jazz que de uno proveniente de la música clásica.

El pianista ha demostrado que las composiciones de Radiohead tienen peso propio.

Y no me extrañaría que en unos años y a partir de sus versiones, algunos de estos temas se transformen en verdaderos standards.

Tienen con qué.

Y está bien.

Marcelo Morales.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *