Magma: Ka: Kohntarkosz Anteria
Kohntarkosz Anteria I, Kohntarkosz Anteria II, Kohntarkosz Anteria III.
Músicos:
Christian Vander: batería, voz, composición.
Stella Vander: voz, percusión.
Isabelle Feuillebois: voz.
Himiko Paganotti: voz.
Antoine Paganotti: voz.
James Mac Gaw: guitarra.
Emmanuel Borghi : piano, Fender Rhodes
Frédéric d'Oelsnitz: Fender Rhodes
Philippe Bussonnet: bass
King Japan, 2004
Calificación: Está más que bien.
Bueno… ¿cómo empezar… por dónde empezar?
Comencemos diciendo que Christian Vander está bastante loco, pero en serio. Es el hijo del que fuera pianista de Django Reinhardt, que fuera un prometedor baterista de jazz hasta que a fines de los 60¨s se descontroló y creó su propia banda, Magma.
Hasta ahí parece una historia normal, pero continúa. La banda crea su propia mitología, digamos post-modernista, con una historia fantástica sobre el mundo de post-guerra nuclear, extraterrestres y un espíritu muy autocrítico… No conforme, Vander crea un idioma para las letras de sus canciones y, finalmente, un propio estilo de música llamado Zeuhl que, salvo por el primer disco, se aleja del jazz y lo mezcla con la música clásica, contemporánea y el folclore del este europeo. Sí, un ladrillo para el oído desprevenido, pero el resultado, si bien es denso, resulta maravilloso.
El hecho de no comprender las letras, sinceramente es secundario; porque musicalmente logran expresar todo: está claro cuándo va a salir el sol y hay esperanza, cuándo está todo por irse al reverendo catzo o si ya explotó todo.
Zeuhl sería una forma extrema del rock progresivo en su mejor expresión.
De la cabeza de Christian Vander sale toda esta locura, que dada la conjunción de su formación clásica, destreza en el piano y su magnífica voz, le permiten traducirla en música sin ningún inconveniente.
Verlo y oírlo tocar también es una experiencia muy interesante; realmente es un virtuoso con un estilo muy especial que une el sonido del jazz con un rock muy extraño y el funk más furioso. Además, en los pasajes más rabiosos, este personaje parece poseído; y lo peor es que no se trata de una postura; toca y hace tocar con una justeza increíble, aún en los pasajes más complejos.
Bueno, de esto también se trata Ka: Kohntarkosz Anteria.
Es una obra conceptual compuesta en tres movimientos, escrita entre 1973/74 y nunca grabada. Esta obra es previa a y la antesala de Kohntarkosz de 1974. Lo interesante es que, como siempre, la banda adapta su sonido a la formación presente y, gracias a nuevos arreglos, la obra no ha perdido actualidad. Los tres movimientos tienen pasajes con motivos que se van desarrollando a su tiempo, sin urgencias, manejando espectacularmente los climas, que van desde el pianísimo más pianísimo hasta el desenfreno total. Si bien no es lo mejor que ha salido de su pluma, tiene una altísima calidad, sin excesos y con una banda muy sólida con excelentes músicos.
Cuesta un poco, o por lo menos a mí, adaptarse a una formación donde las voces mandan, donde el resto de los instrumentos acompañan y apoyan permanentemente y con desarrollos largos de los temas; pero el resultado es óptimo y único.
También está claro que no es un disco para escuchar todos los días.
Federico Larroca.