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Franco Luciani: Armónica Y Tango

Sur, Fuimos, Romance de barrio, Mariposita, Los ejes de mi carreta, Che bandoneón, Cuando tú no estás, Adiós Nonino, Los mareados, Soledad, Niebla del Riachuelo, La puñalada, Pastor de nubes (bonus track).

Músicos:
Franco Luciani: armónica
Daniel Godfrid: piano

Acqua, 2006

Calificación: Está muy bien

En ocasión del comentario de “One More for the Road”, de Toots Thielemans, escribimos algo así:
“La armónica es un instrumento provisto de una serie de orificios con lengüeta, que se toca soplando o aspirando por esos orificios. Las hay diatónicas, cromáticas y especiales (para ir resumiendo…).
(La cromática) posee una lengüeta que permite obtener alteraciones de un semitono, de modo que se pueden reproducir las 12 notas de la escala cromática (las siete de la diatónica más los sostenidos y bemoles correspondientes), sin necesidad de alterar los sonidos.”
Y también decíamos que fue un invento chino allá por el año 3.000 A.C. y que en el 1.800 D.C. tomó la apariencia con la que la conocemos actualmente.
Ojo… no es que estemos plagiándonos a nosotros mismos, sino que la explicación viene a cuento y, además, no vamos a andar pretendiendo que ustedes hayan leído todo el contenido de nuestro site.
Aunque… hubo un poco de vagancia también… nobleza obliga.
Acaba de editarse en nuestro país Armónica y tango, del joven armoniquista Franco Luciani en compañía del pianista Daniel Godfrid. Así es: un álbum íntegramente interpretado por el dúo.
Baterista en sus inicios, el rosarino Luciani ha elegido para su nuevo álbum un repertorio integrado exclusivamente por tangos clásicos.
Decíamos que Luciani es joven, pero no un novato. En el año 2002 y con 20 años de edad, fue consagrado músico revelación en el Festival de Cosquín, donde ha sido invitado posteriormente para cada una de las respectivas ediciones. A finales del mismo año debuta discográficamente con Armusa, cuyo repertorio transita básicamente material folclórico a pesar de que ya aparece, por ejemplo, una versión del tango Sur.
Lamentable e inevitablemente, la referencia al gran Hugo Díaz aparece casi de manera inconciente, más aún recordando la edición de “Tangos”… pero intentaremos gambetear la tendencia… porque sí nomás.
El pianista porteño Daniel Godfrid, si bien joven (también) tiene un background tanguero (actualmente integra el grupo que acompaña a la cantante Lidia Borda) que justifica su presencia en este disco.
Luciani, que recibió varias distinciones en el rubro folclore, recurre aquí a clásicos de la música ciudadana donde la única excepción parece ser (es) Los ejes de mi carreta, de Atahualpa Yupanqui, casi transformado en un vals y convertido, con sus más de 7 minutos, en la pieza más larga del CD.
Desde el comienzo, con Sur, quedan en claro algunas cuestiones. La más importante e indisimulable es que Luciani parece ser, como ejecutante, un todo terreno y que maneja los sonidos y los tiempos de su instrumento como nadie desde la época de Hugo… perdón… dijimos que evitaríamos referirnos al que casi mencionamos.
A lo largo del disco, de generosa hora de duración, Luciani se explaya de manera casi febril y comprometida, ya sea desde las sentidas sutilezas o embarrando la cancha en los momentos más potentes y, si se me permite, sucios.
Y no por nada es permanentemente convocado por músicos de distintas extracciones que abarcan el folclore, el tango, el jazz y algún etcétera.
En este esperado (al menos por un servidor) nuevo disco, Luciani recurrió a un acompañante que también se ha comprometido con la propuesta y el resultado no solamente es digno, sino también cautivante y por momentos sorprendente.
No haremos un detalle de cada uno de los temas, ya que la interpretación es pareja a lo largo de todo el álbum. Y a la hora de ponernos puntillosos podemos decir que, en lo personal, hubiésemos querido un poquito más de riesgo en los arreglos y de espacio para Godfrid, pero es un detalle casi menor en un disco interesantísimo y que hace justicia con una (a esta altura) ex promesa.
Y es que la potente realidad de Franco Luciani es indisimulable.

Marcelo Morales

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