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Lucía Pulido + Fernando Tarrés & La Raza: Songbook II (Prayer)

Aquí te estoy esperando, Por qué me pegas, Lucero de la mañana, Porro, Juan Panadero, La raza, De estar estando, Zamba timbiquireña, No quiero, Cholita traidora (versión noneto), La hoguera (final), Viene clareando, Canto de zafra, Tiniebla oscura, Doña Ubenza, Canto de velorio.

Músicos:
Lucía Pulido: voz
Rodrigo Domínguez: saxos, clarinete
Juan Pablo Arredondo: guitarra eléctrica
Jerónimo Carmona: contrabajo
Carto Brandán: batería
Fernando Tarrés: guitarras española y acústica, piano preparado, guitarra preparada, percusión, arreglos, dirección musical
Invitados:
Juan Cruz de Urquiza: trompeta
Luis Nacht: saxos, flauta
Alberto Garantón: clarinete bajo
Paula Shocron: piano
Jorge Sepúlveda: cajón, percusión
Urián Sarmiento: percusión

BAU Records, 2006

Calificación: Dame dos

La cantante colombiana Lucía Pulido y el guitarrista argentino Fernando Tarrés, sorprendieron en el 2005 con la edición de Songbook I (Beliefs), una selección de canciones tradicionales colombianas y argentinas pero con una estética distinta a la habitual.
El sello BAU Records acaba de lanzar el segundo volumen de la sociedad Pulido/Tarrés. Se trata de Songbook II (Prayer) en el que se intenta profundizar lo previamente cavado.
Puede decirse que se trata de un álbum de música latinoamericana contemporánea (¡?), pero con algunos ribetes  poco convencionales.
Lucía Pulido canta e interpreta de manera admirable. Para este proyecto, Tarrés ideó un combo conformado por músicos argentinos de jazz pero cuya apertura les ha permitido coquetear con otras músicas como el tango y el folclore.
Con esto se quiere apuntar que el proyecto es novedoso pero no improvisado.
Lucía Pulido también ha tenido sus escarceos con músicos de jazz de otras partes del planeta como los hermanos Takeishi, Erik Friedlander, Donny McCaslin, Brian Blade, Ed Simon, David Binney, etc.
En general, salvo contadas excepciones, este intento de “aggiornamiento” del folclore latinoamericano queda navegando en la intrascendencia y en la vaguedad más absoluta. Esto es: muchas buenas intenciones con resultados finales poco alentadores.
En otras oportunidades, las menos, la química verdaderamente funciona.
Y en esta ocasión, estamos en presencia de esta última opción.
Se sabe (¿se sabe?) que Tarrés tiene un espíritu inquieto y que, musicalmente, es un “molestador profesional”. Y se agradece, más allá del resultado final que, en este caso, es más que satisfactorio.

Ya se apuntó que los músicos de jazz que acompañan a Pulido en esta ocasión, tampoco desconocen el lenguaje folclórico. Es decir: no se trata de un proyecto al que hay que tomar con pinzas, sino que hay sólidas bases que podemos ya encontrarlas en los primeros trabajos de Tarrés junto al Arida Conta Group, apenas iniciados los años ’90.
Y si demoramos tanto el comentario en sí del disco que nos ocupa es porque, probablemente, no haya mucho que decir, habida cuenta de la homogeneidad del mismo (aún en su diversidad) y porque no es secreto alguno que Lucía Pulido canta fenómeno y que los músicos se han involucrado plenamente en el proyecto.
En lo personal, sigo pensando que la colombiana gana en el formato chico, casi minimal; y que su potencia se dispersa un poco cuando el grupo se agranda, aunque las versiones de Cholita traidora (versión noneto) y Doña Ubenza no desentonan en lo más mínimo.
En esta oportunidad, los intrincados arreglos de Tarrés actúan de atractivo soporte sonoro en el que la cantante encuentra espacio para soltarse y mostrar todo su potencial. Los músicos no se pelean por sobresalir (lo que también se cumple en el instrumental La raza) y esto no hace más que fortalecer la propuesta.

Dentro de un nivel muy parejo, hay momentos decididamente conmovedores; desde el inicio nomás, la interpretación de Aquí te estoy esperando a capella nos pone en órbita y en clima. El sutil aporte de electrónicos (aunque me apunten los puristas) enriquece y en tren de elegir (porque sí nomás), me apunto con el tema de apertura, Porro, la breve No quiero, Canto de zafra, el desgarrador cierre con Canto de velorio y son muy atractivas las relecturas de Juan Panadero y Viene clareando.
Pero me da la sensación de estar siendo tan injusto…

Marcelo Morales

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