El Ojo Tuerto

Roger Waters

Estadio River PlateEstadio de River Plate – Buenos Aires
Sábado 17 (la desgracia…) de Marzo de 2007 – 22:00 hs.

La desgracia es conseguir estacionamiento cerca de River o de Obras… en fin, cuestiones de un burgués que vive en el conurbano (no señora, no es cono/urbano…), que tiene que dejar el autito (es un autito, nada del otro mundo, mellevaymetrae…) en la loma del culo, Quesada y Amenábar, para ser más exacto; casi veinte cuadras después me acerco al estadio que rebalsaba literalmente, estaba de bote a bote y un cartel virtual de sold out era anunciado constantemente en los medios.

auto poyoPor circunstancias que no voy a comentar aquí, pude ver el show desde un lado 100% musical, lo escuché perfecto… Verlo, lo vi de perfil (platea Belgrano baja sector B). Veamos el lado positivo (sí, lo tiene): presté más atención al sonido (mucho y muy bueno), sin perder el tiempo (snifff…) en lo multimedia de la situación.
Antes de ir al grano, unos datos de contexto: segunda visita del inglés líder (en composiciones) de Pink Floyd, mucho padre con hijos, mucho merchandising, muuuuuucho porrito, casi una cazuela de THC.

Roger WatersVoy a quedar bien si digo que el show complementó el anterior, con cinco años y diez días de diferencia. Lo que se llamó In the Flesh Tour llegó al estadio de Vélez después de la crisis del 2001, en un show muy lindo pero (mi recuerdo así lo indica) en blanco y negro.
Ahora, después de la reunión para Live Aid, más a tono con su carrera histórica y dejando de lado su etapa solista, Roger Waters emprende la Dark Side of the Moon Tour, como si los años no hubieran pasado y no hubiera cobrado dividendo$$…
OK., como dije antes, lo vi de costado, así que todo lo que pasó en las pantallas… me lo contaron. Sinceridad brutal para arrancar el comentario, ¿está mal?

Dark Side aficheA los bifes: arrancó muy arriba con In the Flesh, como presentación de una banda muy buena que incluía tres guitarristas (chiste fácil: tres reemplazan a uno…), dos tecladistas, un batería y tres cantantes. Todos muy profesionales y precisos (¡¡¡eso es fundamental!! Un amigo se enoja si otro toca una variante de un solo de Gilmour… ¡¡¡cómo vas a improvisar, loco!!!). Al toque, se mete al público en el bolsillo con una guitarra y hace Mother (momento increíble). Primer viejazo y viene Set the Controls y después Shine on You Crazy Diamond y Have a Cigar (no lo había hecho en 2002, muy buena versión y sorprendente final… ¡como en el disco!), casi como si presentaran el álbum homónimo cerró el set con Wish You Were Here y qué lindo es Pink Floyd… Primer lagrimón.

Roger WatersFletcher Memorial (de The Final Cut) da paso a un tema solista que realmente no me gustó ni un poco, no dice nada, cualquier tema menor de los Floyd es superior, pero ahí pude ver bien (bien de costado, je) cómo ponía toda la demagogia arriba del escenario, pobre, claro, al tema no lo conoce nadie (Leaving Beirut), algo tiene que hacer, contó que trata sobre un viaje a dedo que hizo hace muchos años y, la verdad, un embole. Lo más lindo de todo fue ver cómo por detrás del escenario se asomaba el chancho gigantesco en el medio del tema (una escena muy fuerte, una lástima no tener la foto) para arrancar con Sheeps de Animals y todas las consignas escritas en el lomo del pobre cerdo. Maravillosa interpretación. Impecables los guitarristas.

Intervalo. Vamos al baño, llega Dark Side (es raro esto de saber que viene un disco entero, le quita un poco de sorpresa, ¿no? Entero entero, faltaba que proyectaran el Mago de Oz y ya está…).

Waters
Y vino. Impecable. Justo, como el disco, Us and Them es un temazo y en vivo es maravilloso. Y fue, enterito; y a la vez parecía corto, como si faltara más. Y vino Another Brick on the Wall y vino Vera (y llegó otro lagrimón) y terminó con Comfortably Numb y rogué que no terminara el concierto con un pelotazo como fue el de 2002 (cerró con Each Small Candle, un mensaje políticamente correcto que no dice nada…), y lo hizo bien, terminó ahí, nos dejó calentitos con la congoja de este tema que tanto se escucha en las radios porteñas… y ahora llevar la congoja al auto, a 20 cuadras del sitio, con la panza vacía y los oídos llenos. Aunque fuera de perfil.

Waters nos cagó. De nuevo nos emocionamos, de nuevo lagrimeamos, de nuevo nos cagó…

Horacio Poyo Magnacco

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *