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Roberta Piket Trio: Love and Beauty

I’m My Everything, For My Uncle, Up Up and Away, Flight, Love and Beauty, Destiny, Alone Alone, Claude’s Clawed, So In Love

Músicos:
Roberta Piket: piano, voz
Ratzo Harris: contrabajo
Billy Mintz: batería
Rich Perry: saxo en Destiny

Thirteenth Note Records, 2007

Calificación: Buena gente 

"Lo importante en este mundo no es saber dónde estás sino hacia dónde vas" (Goethe)

Love and Beauty es el nuevo trabajo de la pianista Roberta Piket y su trío integrado por el bajista Ratzo Harris y el baterista Billy Mintz.
En la entrevista que le realizáramos a Piket recientemente, nos aclaró que la invocación a palabras como “amor” y “belleza” estaba asociada a un sentimiento de rebeldía ante los mensajes divisionistas de los medios de comunicación masiva.
Según su parecer, esa prédica constante le otorga base argumental al desarrollo del odio y la violencia y por consecuencia desemboca en guerras y en una constante militarización de la sociedad.
De ser así, estaríamos inmersos en una especie de círculo vicioso de barbarie, ya que el odio genera guerras, las guerras se ganan con violencia y ésta, a su vez, se alimenta de la mentira.
Seamos realistas.
Las grandes corporaciones que manejan la información nos mienten.
Los gobernantes, en su gran mayoría, nos mienten.
Los tipos que juran decir la verdad y nada más que la verdad, mienten.
Mi mamá me miente.
Mi perro cuando ladra dice miau y miente.
Todos los mentirosos nos mienten y la mitad de los que dicen la verdad también.
Y el resto, por lo menos, pensó en hacerlo.
Pero el verdadero problema no es que lo hagan, sino que les creemos.
Recordemos que el verdadero hombre inteligente es el que aparenta ser tonto, delante de un tonto que aparenta ser inteligente y no al revés.
¿Y qué posición ocupa el arte en todo esto? ¿También nos miente?

Picasso dijo alguna vez que “el arte es la mentira que nos permite comprender la verdad.”
El arte (y la música lo es) permite insertar al individuo en el flujo de todo lo que sucede a su alrededor.
Pero para lograr su objetivo, el artista tiene que demoler el muro de su propio ego para volverse más perceptivo.
Tiempo atrás, John Cage señalaba que para aumentar ese nivel de percepción es necesario debilitar la memoria, el gusto personal y evitar la reelaboración emocional. Recién entonces, una vez que nuestra mente y nuestros deseos estén fuera del camino, la vida actuará libremente a través de la música.
Piket tenía claro tanto el concepto como las condiciones requeridas para una apropiada exposición artística pero…
¿Habrá logrado derribar el infranqueable muro del ego?
Dejemos que su música responda por nosotros…

En I’m My Everything, Piket se inspira libremente en la composición de Harry Warren You’re My Everything. Tema, este último, del que ya ofreciera una versión en el álbum Live at the Blue Note. El trío se aproxima a estructuras que caracterizan al jazz post-moderno pero mostrando interés en asimilar sutiles influencias de Bartok, Berg y Schoenberg. Aun sin alejarse demasiado de territorios conocidos, sobresalen el solo de Piket, con un apabullante contrapunto a dos manos, y Mintz con un colorido patrón rítmico en escobillas.
El enfoque en For My Uncle adquiere un carácter introspectivo, casi minimalista. La nostálgica delicadeza que describe el solo de piano le adjudica razones más que valederas a aquellos que consideran a Roberta Piket como una de las pianistas más destacadas de su generación.
A continuación brindan una dramática deconstrucción del clásico de Jimmy Webb Up, Up and Away. El trío despliega un vocabulario con episódicas alteraciones y fracturas rítmicas. La incorporación al flujo principal del discurso de elementos de jazz arcaico aunados a un diseño estructural cercano al be-bop termina proponiendo una asociación elíptica entre ambos. Todo está muy bien pero…
No quiero parecer atrevido (en realidad lo soy) pero hasta aquí, los mentirosos pueden seguir ejerciendo su vocación y los depositarios de su esfuerzo seguir creyéndoles con una inocencia comparable a la de Heidi.

Flight es la primera de las tres composiciones aportadas por Mintz en este álbum. Aquí manifiestan un profundo sentido del swing pero con un desarrollo que en forma deliberada pretende eludir todo vestigio de virtuosismo. Privilegiando una disposición de sonidos construidos a partir de disonancias, adornadas con pequeños intervalos y desfases asimétricos. Esos quiebres no alcanzan a impedir que experimentemos al escucharlo la sensación de que ya lo habíamos hecho antes.
A estas alturas podemos deducir que Piket incorporó adecuadamente el mensaje emanado de la realidad pero procesó la información de manera lineal. Casi como la historia del tipo al que le dijeron que su mujer lo engañaba con su mejor amigo y… mató a su perro.
Love and Beauty es una balada que pertenece a Billy Mintz. En esta versión, el trío desarrolla una entrega melódica algo rutinaria. Técnicamente irreprochable pero con texturas un tanto monocordes y… después no sé… todo se puso negro y ya no recuerdo nada más.
Creo que estaba soñando que Piket cantaba, justo cuando los primeros acordes de Destiny me despertaron.
El moderno romanticismo expresado aquí es la excusa apropiada para que mi sueño se haga realidad: Piket canta.
Su registro vibrato le otorga al tema reminiscencias del cine negro de Hollywood de los años cuarenta. Con Mintz en percusión y el aporte de Rich Perry en saxo como músico invitado. Ideal para bailar apretaditos con alguien que nos susurre cosas bonitas al oído.
¿Aunque nos mienta?
¡Sí… aunque nos mienta!
Después de todo ya habrá tiempo para rebelarse… en otro disco.

En Alone Alone, Piket admite influencias disimuladas detrás de líneas angulares del tema de Lennie Tristano, Alone Together, mientras Mintz ocupa el centro de la escena sin adoptar gestos ampulosos y Harris muestra el lado melódico de su virtuosismo.
Claude’s Clawed muestra la faceta de Piket más proclive al free explorando armonías de avanzada y precisas alteraciones de tiempo que permiten acceder a sus obsesiones musicales más interesantes. Aceptando públicamente la herencia de quien fuera su maestro y mentor, el pianista Richie Beirach.
Ahora sí. En el último tema llega el juicio y castigo a los culpables. Parece que no, salvo que la reposada versión del clásico de Cole Porter So In Love sea una maniobra estratégica para desorientar al enemigo.
El amor es un conjunto de sentimientos que intensifican las relaciones interpersonales y que nos permite, partiendo de nuestra propia insuficiencia, encontrarnos con otro ser que nos complete.
La belleza se define como el esplendor de la forma expresado a través de la materia y, pese al interés universal que provoca, su comprensión resulta casi inaccesible. En todo caso, la belleza no es algo en sí mismo, sino que adquiere valor por lo que provoca en nosotros.
Tal vez por ello el resultado obtenido con Love and Beauty (amor y belleza) resulte tan insuficiente como el amor no correspondido y tan subjetivo como el concepto de belleza. Mientras tanto, la mentira y la rebeldía continúan separadas por el muro del ego.
Eso sí… un ego profesional, serio y que necesita del aplauso para seguir viviendo.

Sergio Piccirilli

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