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Susanna: Sonata Mix Dwarf Cosmos

Intruder, Born in the Desert, Hangout, People Living, Stay, For You, Better Days, Traveling, Demon Dance, Home Recording, We Offer, Lily

Músicos:
Susanna Wallumrod: voz, piano, guitarra
Barbara Buchholz: theremin
Christian Wallumrod: piano
Giovanna Pessi: arpa
Morten Qvenild: teclados
Ola Flottum, Helge Sten, Oystein Greni: guitarra
Ingebrigt Flaten: contrabajo
Pal Hausken: batería

Rune Grammofon, 2007

Calificación: A la marosca

Creemos porque es más fácil creer que dudar (Alejandro Dumas)

La fiesta de Babette es un magnífico film de Gabriel Axel basado en un cuento de la escritora Karen Christence Blixen. La historia transcurre en el siglo XIX en una aldea danesa. Allí, dos hermanas solteronas lideran una pequeña comunidad religiosa que, fiel a los principios del protestantismo puritano, ha renunciado a todo disfrute y goce personal. Un día irrumpe en sus vidas una joven francesa llamada Babette, quien huyendo de la guerra se refugia en la aldea.
No quiero abrumarlo con detalles, pero tiempo después Babette gana mucho dinero en la lotería. Cómo, cuándo y a qué números jugó quedará para otro momento. Lo cierto es que con el premio obtenido propone elaborar un banquete en agradecimiento a la protección recibida. Los miembros de esa rígida comunidad habían concebido la vida como un lugar de sufrimiento, austeridad y represión; pero pese a que la idea de Babette les resulta amenazadora, aceptan el ofrecimiento.

Cuando escuché por primera vez el disco de Susanna, Sonata Mix Dwarf Cosmos (porque estamos hablando de eso, ¿no?) inmediatamente recordé el film… eeeeh… el… esteee… ¡el que acabo de comentar!
Aclaremos que la relación no tiene que ver ni con Dinamarca, ni con el siglo XIX, ni Susanna es francesa, ni yo soy protestante, ni puritano, ni me niego a gozar y mucho menos soy una solterona. Soy casada… digo cazado… casado, casado. ¡Sí, así! Dos veces. ¿Está mal?
La asociación, en parte, tiene que ver con que la austeridad escandinava es un común denominador entre ambas experiencias, ya que el film es danés y Susanna y los músicos que participan en el disco son noruegos.
Pero mucho más tiene que ver con una respuesta emocional equivalente. La de los rudos personajes sentados a la mesa intentando resistirse al disfrute del festín y negándose a mostrar complacencia alguna y la de cualquier vano intento por mantener distancia y objetividad ante la relajada pureza, simplicidad y belleza de Sonata Mix Dwarf Cosmos.

Después de dos álbumes con Susanna and the Magical Orchestra, Susanna Wallumrod hace su debut solista. Al menos por un momento deja atrás (además de su apellido) los imaginativos covers incluidos en el proyecto que comparte con Morten Qvenild para seguir su ruta como cantautora. Sonata Mix Dwarf Cosmos se parece a The Magical Orchestra más que en el carácter de reinterpretación, en sonido; y ese enlace en el enfoque estructural es, a su vez, más personal e íntimo.
En este disco prevalecen la calma y un carácter reflexivo, melancólico y mesurado. Sus composiciones crean sugestivos climas que oscilan entre un romántico minimalismo y el pop camarístico. Las letras de sus canciones tienen la habilidad para impartir complejos significados a partir de ideas simples y directas, pero no por ello menos poéticas.
Giran sobre el amor y la condición humana en un trato explícito con el folk de los setenta. Las contribuciones de los invitados rozan lo sutil, casi hasta resultar invisibles. Apenas agregan variedad de matices al paisaje imaginado por Susanna, de cuyo núcleo emerge su cristalina voz como si estuviera cantándose a sí misma frente al espejo.

En Intruder, la participación de Christian Wallumrod en piano, la guitarra de Helge Sten y el theremin de Barbara Bucholz son sólo tenues pinceladas en un cuadro cuyo centro lo ocupa la voz de Susanna, casi a capella, creando una atmósfera que bien podría representar el amanecer en algún cabaret semivacío y con Marlene Dietrich o la Nico del álbum Marble Index susurrando desde el escenario una triste canción.
Los mínimos arreglos y envolventes silencios en Born in the Desert dan la sensación de que los instrumentos se estuvieran disolviendo, acentuando la idea de un desierto en el que una sugestiva voz simboliza el agua.
En Hangout el arpa de Giovanna Pessi y la celesta de Morten Qvenild embellecen la angelical entrega de Susanna, quien canta como si no quisiera despertar a un bebé que duerme en la habitación de al lado.
“¿Acaso tantos años de victorias podrán resultar en una derrota?”, dice uno de los personajes de La fiesta de Babette ante la proximidad del banquete, que intuye hará peligrar la rigidez de su mundo.
Algo similar ocurre cuando uno pretende vincularse con el embriagante magnetismo de las canciones de Sonata Mix Dwarf Cosmos.

La etérea People Living es una fuente de emociones aletargadas pero intensas. Susanna, quien nunca luce apurada o ansiosa, retiene el estribillo hasta último momento y, mediante la sencillez de ese recurso, obtiene un clima de diferida tensión. La voz, en la paciente introspección de Stay, elude con autoridad los dramáticos efectos de guitarra a cargo de Helge Sten, haciendo un empleo intencional de los silencios y minimizando el acompañamiento. En cambio en For You, jadea con ternura una confesión de amor, casi hasta quedarse sin aliento.
Better Days no se aleja demasiado de la expresiva melancolía pop de The Magical Orchestra. El mensaje esperanzador del estribillo “mejores tiempos están llegando…” contrasta con la resignación de “estoy cansada de dar vueltas y vueltas en el laberinto de esta ciudad sin moral”. Susanna unifica esa dicotomía emocional con la protectora calidez de un vibrato que, por momentos, recuerda a Joni Mitchell.
En Traveling, el sobrecogedor discurso minimalista del piano de Christian Wallumrod hace dramáticas pausas, mientras la voz envuelve esos silencios con la estoica aceptación que la vida es “todas esas cosas que dejás atrás”. Demon Dance es una mezcla de gospel, blues y folk en el que Susanna elude acudir al orden vocal convencional utilizando un motiv evocador a lo Nina Simone.
Home Recording es una reexaminación del comportamiento humano y su constante apuro por llegar a ninguna parte. Como si fuese un rezo repite el interrogante:“¿adónde estás yendo? Para luego sugerir “Goza de la vida, tomate tiempo para oler las rosas”. Bueno, suponemos que se refiere a las flores y no a las personas llamadas así, aunque uno nunca sabe. Para evitar confusiones podría haber elegido otra flor… no sé, Jazmín, por ejemplo… no… mejor Margarita. Tampoco… ¡No tiene importancia! ¿Qué tal oler una… parnassia palustris, un foeniculum vulgare o una guzmania lingulata?

Los cínicos versos de We Offer guardan equilibrada simetría con una expresiva y vulnerable melodía, que desorienta y enamora a la vez.
El disco tiene un cierre de carácter circular con Lily al reunir en un mismo espacio a los integrantes de The Magical Orchestra.
En el final de La fiesta de Babette, la maravillosa comida y los excelentes vinos ofrecidos logran estimular el placer de los sentidos. Los personajes se dejan llevar por la dicha del momento deshaciendo las hostilidades, los temores y rencores que los separaban. Todos se dejan llevar por sus emociones y la represión se disuelve, provocando un cambio sin pretenderlo, permitiendo que el disfrute sensitivo se convierta en una vía de transformación del alma, haciendo ceder al superyo para vivir en modesta armonía con lo limitado.
De eso se trata Sonata Mix Dwarf Cosmos.
Nada más y nada menos.

El que guarda un elogio se queda con algo ajeno (Pablo Picasso)

Sergio Piccirilli

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