Por Los Codos

Moppa Elliott

En cierto sentido, el jazz refleja el tiempo del que proviene. Ahora, con tanta información disponible, tanto la diversidad cultural como los diferentes estilos musicales son más visibles en la composición de jazz. ¿No te parece que los puristas del jazz en Estados Unidos están teniendo dificultades para aceptar que esa música considerada “estadounidense” incluya y permita hacer mas visibles esos aspectos internacionales?

El jazz tiene muchos problemas de identidad. Pero en lugar de detenerme en ellos, prefiero hacer mi música y disfrutarla. Más que las influencias internacionales, el jazz tiene que lidiar con el pop, el hip-hop, etc.; y además con la idea que eso no es relevante. El jazz está siendo expulsado del “mainstream” y éste ha desarrollado un sentimiento de rencor. Una de las razones para que haya declinado el interés en el jazz es el consumismo capitalista, que a su vez es parte de la educación. Eso hizo que a menudo el jazz sea de mala calidad. Hay demasiado jazz autoindulgente, insípido, aburrido por ahí y un enorme número de músicos que no pueden surgir porque nadie parece querer escuchar jazz. Ese alejamiento se da porque porque por un lado hay gente a la que no le gusta callarse y por otro tenés músicos de jazz que tienden a mirar por encima de sus hombros a cualquiera que no se arrodilla ante los dioses del jazz.

En los últimos años he observado, especialmente en Estados Unidos, que el jazz ha asumido muchas características de la música clásica. Tanto en la formación académica como los programas desarrollados por institutos como el Lincoln Center o el Carnegie Hall. Y eso incluye el gran material educativo disponible y también su comercialización. Me pregunto: ¿es bueno todo eso?

Me pregunto lo mismo. Estoy a favor de la educación, pero el modelo clásico se está cayendo a pedazos y no creo que el jazz deba emularlo. La industria de la música es la mayor parte del problema… Compañías discográficas, radio, TV, todo eso opera sobre un modelo impulsado sólo por los beneficios que puedan obtenerse; eso lastima y afecta la calidad de la música. Esperemos que todo eso se estrelle contra el suelo, pronto.

ZappaO sea que estás de acuerdo con aquello que dijo Frank Zappa: ”El jazz no está muerto pero huele gracioso”.

Zappa fue… Es un genio. Tiene razón. Hay algo en el jazz que está mal, pero no está muerto. No creo que se muera nunca, no creo que pueda. Pero un montón de cosas deben cambiar… Démosle tiempo.

A lo largo de la historia encontramos periodos específicos donde la sociedad está más abierta a las artes y promueve más la creatividad en comparación con otros períodos. Hoy la cultura de Estados Unidos aprecia el arte pero parece tener cierta dificultad con “la creatividad” que no resulta fácil de explicar, entender o identificar. ¿Creés que ése es el obstáculo más significativo que debe superar la música creativa en la actualidad?

Pienso que hay un problema más grande que ése. La educación es el principal. La gente en el mundo occidental se está alejando del núcleo cultural a favor del materialismo con base en el entretenimiento. Esto conduce a un montón de gente a la infelicidad. No quiero sonar demasiado pesimista o condescendiente pero algo tiene que despertar en la gente que le permita ser feliz. Creo que todo el mundo es capaz de apreciar, si no amar, todas las formas de la música. Ópera, jazz, música clásica, nueva música, etc., pero no están expuestos a ellas, no hay educación con respecto a ellas o no son concientes de las mismas… Y a menudo, cuando están expuestos, viene adosado con un mensaje que dice “si no te gusta esto… sos un estupido”. Eso no nos lleva a ninguna parte. Yo trato con chicos de la escuela secundaria que piensan que la música clásica es aburrida y “para viejos decrépitos”, pero luego toco algo de Beethoven, Rimsky-Korsakov o Stravinsky y les encanta. Es sólo una cuestión de exposición y apertura.

La libertad en la música frecuentemente es difícil de digerir, en gran parte por todos esos aspectos que describís. ¿Qué pensas sobre alguien que va a uno de tus conciertos y notás que se siente incómodo con el grado de libertad que escucha en lo que estás haciendo?

Nosotros rara vez tenemos problemas con eso. Parece que la gente puede disfrutar de nuestra música sin mucho esfuerzo. Tenemos mayor dificultad con los músicos de jazz, ya que éstos se manifiestan incómodos con la diversión.

¿Por qué les pasa eso?

Han invertido tanto tiempo y energía en la idea de la sustancia del jazz que no se dan cuenta de la realidad de la situación. Muy poca gente (refiriéndose a los músicos de jazz) toma esta música seriamente y la gente que lo hace no quiere pensar ni por un segundo que estuvieron esforzándose por algo supuestamente insignificante. Aceptamos que el jazz en sí es bastante extraño y tratamos de poner de manifiesto las incoherencias y las ironías de la música, la improvisación, historia y todo lo implícito en ella.

StockhausenStockhausen dice que el artista ha sido considerado durante mucho tiempo como una persona que refleja el espíritu de su tiempo. Pero también expresa que existen diferentes tipos de artistas, los que son un espejo de su tiempo y algunos pocos que tienen un poder visionario. En tal sentido… ¿es posible que lo que está pasando en la música creativa sea una forma de pensamiento que está por delante de la mayor parte de nuestra sociedad o ése siempre ha sido el reto para el compositor de avanzada? Dicho de otra forma: ¿la música es demasiado compleja para la mayoría de los oyentes?

No quiero sonar demasiado condescendiente pero la mayoría de la gente no piensa lo suficiente. El materialismo ha cambiado las prioridades de la gente y eso hace que la calidad del pensamiento y el impulso por aprender se estén perdiendo. Se lo ha sustituido por el deseo de poseer. Poseer a cambio de perder literatura, música y arte en general.

El público en general, ¿ya no toma en serio a los artistas?

No facilita las cosas que un montón de artistas se disgusten y culpen por ello a las audiencias, creando así más exclusión. Trato de ser honesto, la diversión en la música es la única forma en que me siento auténtico. Nunca me sorprendo cuando a la gente no le gusta eso, pero francamente veo muy poca gente que permanece cerrada ante nuestras actuaciones y hay un gran número de oyentes que no provienen del jazz que les encanta nuestra música porque es, obviamente, divertida.

Cierta clase de experiencias son sociológicas. Gente que escucha viejos temas porque les permite capturar un impacto social determinado o simplemente porque esa música les recuerda una etapa específica de su vida. ¿No creés que la experiencia del arte, aun cuando contenga esos aspectos, va mucho mas allá, ya que también puede cambiar la perspectiva que tenemos de la realidad?

Incluso los viejos temas tienen esa habilidad, a veces… Es una cuestión de perspectiva.

Toda expresión artística puede ser influida por nuestra sociedad y medio ambiente. ¿Puede surgir un nuevo tipo de música creativa que englobe todo eso que está pasando?

Creo que no hay manera de saberlo. Trato de evitar decisiones conscientes para ser innovador y pienso que la dirección de la música debería estar más allá del control de los músicos.  Si nosotros, como artistas y músicos, somos honestos con nosotros mismos, la música seguirá reflejando la sociedad actual. Cuando el esfuerzo por ser diferentes se impone por sí mismo, pasa a ser un aspecto más del clima social.

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