Moños Santa Teresa
Intruso, este verano me anime con la sunga, es lo más…
Ingredientes:
500gr. Fideos moño
350gr. Camarones
1 cabeza de ajo
Pimentón picante
Sal gruesa
Sal fina
Aceite
¿Cómo les va?. Terminadas las vacaciones, he vuelto al Corner en la ciudad de la furia. Es cierto que cuesta retomar las actividades, pero es hora de cocinar. Vamos a utilizar una cacerola y una sartén.
Primero ponemos abundante agua a hervir; tenemos unos lindos camarones que vamos a llevar a la sartén donde hemos puesto aceite que ya comenzó a calentar; pelamos un diente de ajo, lo pinchamos con un tenedor y lo pasamos por el contorno de la sartén para que el aceite tome aroma.
(Santa Teresa es un barrio de Río de Janeiro que está situado en la Foresta da Tijuca, una cadena montañosa que divide el norte del sur de la ciudad, donde se encuentra el famoso Corcovado, un lugar “mágico”. Al bajar del morro empieza el “cachengue”. Río es una ciudad fantástica, neurótica, densa, peligrosa, coloquial, altisonante, exhuberante, donde si te quedas quieto te pasa por encima, hay que mover Y ya que lo mencionamos… Corcovado, Por Tom Jobim).
Usted va a sentir que el aceite despide el fantástico olor a ajo. Es momento de incorporar los camarones, que ya están cocidos, con los siguientes objetivos: primero, que evapore el agua que traen; segundo, que queden bien dorados.
(Muchas cosas me llamaron la atención, pero, por sobre todo, lo fría que está la bebida, más allá del calor que obliga; lo noté como un síntoma, con cerveza caliente se pudre todo, con el hielo no joden. Así, como quien no quiere la cosa, me acordé de Spinetta Jade y su Éste es el hombre de hielo… asociaciones libres que le dicen…).
Cuando los "bichos” están listos, tomamos una cuchara de pimentón y, volcando la sartén hacia el lado opuesto donde usted se encuentra, depositamos el contenido agregando un poco de agua sobre el pimentón; lo revolvemos con la cuchara para que no formen grumos. Realizado este paso, volvemos la sartén a su posición normal para que el condimento cubra la superficie, mueva la sartén. Sólo resta agregar el ajo picado en la cantidad que considere según su gusto.
(San Lorenzo se compró “todo”, apuntando a la tan deseada Copa Libertadores, en el año del centenario con el aporte del magnate televisivo; por ahora ganó poco, y encima, no mostró nada… sólo la billetera. ¿No será que, justamente, si no remontan… Quizás le dancen los cuervos? Lo dijo León Gieco…).
El agua esta lista para recibir la pasta; un par de puñados de sal gruesa y adentro los moños, la idea es sacarlos del agua un minuto antes del punto para terminarlos de cocinar en la sartén. Se cumplió el objetivo, ya se han encontrado con los camarones y comienza una relación fantástica que va a terminar en su boca. Si no se pasa con el ajo, es realmente un plato suave; y si le pone mucho ajo, quédese callado un rato, total para lo que hay que hablar últimamente…
Hasta la próxima, disfrute, hágalo con cariño y que no falte el vino.
Un abrazo.
Pepe Terminiello.
PD: Canta Ramón Díaz: “…Y ahora estoy tan confundido, niebla y humo alrededor...”