Richard Galliano: Luz Negra
Tangaria, Luz Negra, Guarda Che Luna, Chat Pitre, Fou Rire, Gnossiene No.3, Escualo, Indifference, Sanfona, Des Voiliers, Barbara, Sertao, Flambee Montalbanaise, Les Forains.
Músicos:
Richard Galliano: acordeón.
Philippe Aert: contrabajo.
Alexis Cárdenas: violín.
Amoy Ribas: percusión.
Raphael Meijas: percusión.
Hamilton de Holanda: mandolina.
Milan, 2007
Calificación: Dame dos.
Este inquieto y prolífico músico francés nos sorprende nuevamente con este disco en estudio junto al Tangaria Quartet, con el cual tiene un registro previo, Live at Marciac 2006. Recordemos que Richard Galliano cuenta con una vasta trayectoria que lo vincula a músicos de la talla de Bireli Lagrene, Pierre Michelot, Eddy Louiss, Michel Portal, J.F. Jenny-Clarke, Daniel Humair, Andre Ceccarelli, Ron Carter, George Mraz, Al Foster, Joey Baron, Palle Danielsson, Gary Burton, etc…
Luz Negra gira alrededor de lo que este brillante acordeonista mejor sabe hacer: unir los valses musette franceses con el tango y demás músicas latinas que se permitan aires melancólicos. En las referencias tangueras Ástor Piazzolla se encuentra omnipresente. En esta oportunidad se permite jugar con el samba brasileño, nuevamente con éxito.
Tangaria es esa mezcla de tango y musette tan linda, sensual, intrigante e impresionante que sólo Galliano logra. Con la pasión latina revive a Piazzolla, su mentor. A Ástor lo lleva en la piel con aire francés.
Luz Negra, de Nelson Cavaquinho, nos lleva a Brasil… pero al que no conocía la bossa-nova.
Una canción del actor y cantante italiano Fred Buscaglione, en una versión cinematográfica francesa, cambia el cabaret de lugar y de época. Un gran groove de contrabajo y gran performance del violinista.
Chat Pitre vuelve a los sonidos tangueros y franceses, con sonoridades increíbles.
Fou Rire, “La casita de mis viejos”, me suena a eso. Un vals a todo vapor pero con una sutileza y elegancia únicas. Se tocan todo. El violinista tira todos los yeites, un monstruo. De Holanda descose la mandolina, ¿o será un cavaquinho? Un swing y precisión impresionantes.
Nos ponemos clásicos, todo le va bien, Gnossienne No.3 de Eric Satie.
Vamos sin escalas a Piazzolla, esta vez Escualo. Qué bien… no pierde el sentido tanguero, ni los timbres, ni la melancolía, ni la pasión; y le aporta jazz, lo vuelve más etéreo y hace propia la composicion. Alexis Cárdenas se luce nuevamente.
Volvemos a Francia sin nunca partir. Vals de nuevo, alegre, ya grabado previamente en dos oportunidades, una de ellas junto a Michel Portal. Un vals musette clásico.
En Sanfona se conjugan la melancolía tanguera y (percusión mediante) los aires brasileños; el resultado es excelente.
Des Voiliers está afanosamente inspirada en Piazzolla. Pero es un joyita, un tango hecho y derecho. Nacido en el Abasto y educado en París. Salvo porque sale a todo trapo en 4/4 al mejor estilo Hot Club de París con unos fantásticos solos, para luego retornar a la melancolía tanguera.
Musette con jazz, bien francés, esta vez Barbara. Mezclamos todo: Brasil, Francia… y obtenemos Sertao, un samba bien upbeat pero francés.
Cierra a toda orquesta solo con acordeón.
Philippe Aerts es a prueba de balas. Tira para adelante como una yunta de bueyes. Potente y preciso. Alexis Cárdenas toca lo que sea; y tocando tango la rompe. Los aportes de Hamilton de Holanda son brillantes desde el sonido, con los fraseos típicos de samba brasileño, pasando por el tango y los vertiginosos unísonos.
Los percusionistas, que entienden perfectamente cómo acompañar y apoyar en este proyecto, se lucen. Son livianos, ágiles, precisos y dejan fluir libremente al resto de los músicos.
Galliano logra conjugar ciertos estilos latinos en principio disímiles como el samba y el tango, pasando por canciones italianas y valses franceses, con una maestría absoluta.
Además, demuestra ser mucho más tanguero que unos cuantos.
Galliano cumple, Piazzolla dignifica.
Federico Larroca
