Sándor Márai: Divorcio en Buda
Ediciones Salamandra
Kristóf encendió un pitillo y fijó la mirada al frente. La “juventud” seguía en la habitación contigua jugando a las cartas o bailando al son de la música suramericana, una música de bandoneón indecente y sensual. Él estaba sentado al otro lado, escuchando esa música de acordes estridentes, indecorosa e impúdica, provocativa y desagradable. ¡Ésta es la clase de gente que se divorcia, la que deja que este tipo de música despierte sus deseos! Sonrió avergonzado por una generalización tan arbitraria, tan barata. Esos jóvenes también forman parte de mi familia. ¿Qué sé yo de ellos?, se decía mirándolos con recelo. Saludó a la anfitriona y después se volvió a sus “mayores” con naturalidad y confianza.