Uncategorized

Ross Russell: Bird – Biografía de Charlie Parker

Ediciones B

Los discos eran la materia de estudio más importante para Charlie. El fonógrafo portátil que tenía podía ponerse a poca velocidad, esto facilitaba el análisis de los solos y el estudio de los matices de tono que hacían que el sonido de Lester fuera como el de un cántico, un susurro, o el de una voz al charlar a través del saxofón. Charlie se aprendió cada solo de memoria; volvió a tocar los trozos de los surcos polvorientos, escuchaba las notas a través del creciente crujido de superficie. Charlie descubrió el método de Lester. Su bagaje personal. La forma en que Lester trabajaba un tresillo y lo convertía en una serie de octavas punteadas (para conseguir una mayor tensión rítmica). La forma en que Lester sostenía las notas para darle swing. La forma en que perfilaba las notas con el aire. El conducto completo por el que soplaba el aire, desde el fondo de los pulmones hasta la campana del instrumento, estaba involucrado en la producción de los sonidos del saxofón. Charlie descubrió que los controles más sutiles, sobre todo, estaban basados en cómo se usaban la garganta y los músculos de las mejillas. Poco a poco estaba perdiendo su sonido "Sweet Lucy". Charlie experimentó con la "falsa digitación" que había visto utilizar a Lester y descubrió que la misma nota podía, a menudo, surgir de posiciones de los dedos diferentes y poco ortodoxas. El tono era el mismo, pero el peso y la cualidad de la nota, distintos. Lentamente fue aprendiendo de memoria cada uno de los solos de Lester Young. Los tarareaba y se los cantaba a sí mismo. Después los tocaba uno a uno, nota a nota, practicando la digitación y perfilando la cavidad oral hasta que suponía que sonaba exactamente como Lester. Pero nadie era tan bueno. Seguramente nadie volvería a serlo. Aunque él pensaba que sonaba como Lester Young. Eso era lo principal.
(..)
A principios de octubre, George Lee pagó a todos sus hombres y volvieron a la ciudad rebosantes de salud, relajados y con un montón de historias sobre el empleo del verano y el lago Taneycomo, donde la vida era fácil. Todos, excepto Charlie. A sus diecisiete años había crecido una pulgada, estaba tenso, pensativo y decidido.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *