Uno Por Cinco (+1)

Fernando Gelbard

Pianista y flautista, arreglador, productor de jazz radicado en EE.UU. Uno de los músicos más demandados a fines de los '50 y los '60 en Bs.As. Meticuloso, pausado y con un gusto por lo más elegante del mainstream del jazz. Ha tenido la posibilidad de ser partícipe, actor y expectador privilegiado de momentos históricos tanto aquí en Bs.As. como en EE.UU. Su círculo cercano incluye a Lalo Schifrin, a Jorge Calandrelli y a Carlos Franzetti. Su carrera musical muestra una suerte de "quién es quién" del jazz vernáculo y de exportación.
Ha producido discos, hecho arreglos y/o tocado con Rob Mc.Connell, Sam Most, Frank Collet, Phil Woods, Enrico Rava, Guido Basso, Miles Davis, Henry Mancini, Hal Linden, el Chivo Borraro y un interminable etcétera.
También se ha ocupado de editar grabaciones de músicos argentinos en el exterior, recuperando material histórico y difundiéndolo.
Sus comienzos se podrían resumir de la siguiente forma: En 1954 se muda con su familia a Bs.As. desde Catamarca, recalan en el Hotel Castelar en donde tocaba la orquesta de Pedro Bustos y quedó fascinado. Un día se le acercó y le pidió que le enseñara a tocar jazz, se sentó en un piano con él, tocó un ragtime y le dijo "esto es jazz". Al tiempo conoció a Jorge Navarro y dijo "esto es lo que quiero hacer". Al poco tiempo estaría en el centro de la escena local.

En relación a las jams en el Bs.As. de los 50´s y 60´s:"Lo de Tarzia fue la universidad de jazz para muchos de nosotros. Ahí estuvieron todos, Count Basie, los Double Six de París, Gary Burton y la lista sigue…"
Lo de Tarzia era una casa de familia, más específicamente un departamento, en el que dos veces por semana de 8 a 12 de la noche se juntaba a tocar gran parte de los músicos del movimiento jazístico argento.
Al tiempo que desarrollaba su actividad como músico comenzó también a producir grabaciones, especialmente en Argentina, en el período que fue dueño de los estudios ION (fines de los sesenta principios de los setenta).
Luego… el exilio; y una carrera internacional principalmente como productor y arreglador, pero que le ha permitido tocar con los número uno.
Cuando uno entra en alguno de sus websites (sí , tiene varios), se puede revivir parte de la historia del jazz local; leyendo sobre sus trabajos y colaboraciones y mirando las fotos uno se da cuenta de quién es Fernando Gelbard, un músico que se ha ocupado de mantener un perfil bajo.

En una larga conversación telefónica, muy amablemente, nos contó su selección:

1 Clifford Brown and Max Roach – Study in Brown (1956)

Todavía me gusta desde aquella época. Fue el disco que hizo que comenzara mi carrera en el jazz. Había comprado el disco de Bill Halley y sus Cometas para escuchar en un combinado y al día siguiente encontré este disco, lo puse y cambió mi vida. Pienso que es el álbum que me despertó. Escuchar los solos de Clifford, especialmente en Cherokee, me hizo decir "¡qué maravilla que es esto!". Esos fraseos, esas armonías, me hicieron descubrir todo un mundo. Brown tenía un gran manejo de la armonía, sus solos estaban perfectamente acoplados a la armonía de una forma fantástica. Yo venero ese disco.

2 – Miles Davis – Round About Midnight (1957)

Grabado en 1955, lo escuché cuando salió y me dejó una tremenda impresión. A partir de temas como Round About Midnight, Bye Bye Blackbird, All of You, empecé a notar otras cosas. Los silencios de este músico maravilloso son tan musicales como sus solos. Sus silencios hacen que se luzcan los demás músicos. Es uno de mis discos predilectos de todos los tiempos. Todo lo que pasó posteriormente con Miles es interesante, lo conocí, estuve con él en una jam session en un evento. Pero este álbum es el que me dejó esa gran impresión de este músico. Con pocas notas me dice un montón de cosas.

3 – Jimmy Raney – Jimmy Raney featuring Bob Brookmeyer (1956)

Mi padre me había enviado a Europa para hacerme hombre, cosa que no logró… y apenas llegué a París me compré dos discos de Jimmy Raney; uno era éste. Estuve escuchando y escuchando una y otra vez los solos de Raney, más interesantes para mí que los de Brookmeyer. Otro solista armónico, con un gran conocimiento de la construcción de todos los acordes, lo que lo hace tocar de una manera muy especial. Otro gran impacto.

4 – Gil Evans – New Bottle, Old Wine (1958)

Estaba en New York cuando lo estaban grabando y fui al Birdland a ver la orquesta de Gil Evans y al sexteto de Miles, con Cannonball Adderley, Coltrane, Paul Chambers, Philly Joe Jones y Red Garland. Gil Evans presentaba este disco y, en alguno de los temas, invitó a Cannonball. Es un disco de viejos temas de la época hot, con arreglos modernos. Una telaraña armónica perfectamente tejida. Era diferente y usaba armonías que pocos usan.

5 – Rob Mc.Connell and the Boss Brass – The Jazz Album (1976)

En mis días más difíciles de exilio, Pipo Troise me envió un disco de Rob Mc.Connell and the Boss Brass con Guido Basso tocando Portrait of Jenny… y me caí de traste. Es la misma orquesta con quien yo produje posteriormente dos álbumes.

Estos son mis discos más importantes, pero la lista continúa; por ejemplo, me gusta todo lo de Clare Fischer, todo lo de Calandrelli, Gene Puerling. Si tuviera que incluir discos de tendencias que me han marcado, la lista sería aún mayor.

El +1
Rob Mc.Connell and the Boss Brass featuring Phil Woods – Boss Brass and Woods (1985)

Es el disco más explosivo que hice, en todo sentido. El que más le gustó a Rob de todos los que hizo. Estuvo en el top 100 de Billboard. Fue un disco increíble. El anterior, Atras da Porta, es muy lindo, pero éste es mi disco.

http://www.g-bop.org/ 
http://sibemol.com/

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *