Mostly Other People do the Killing: This Is Our Moosic
Drainlick, Two Boot Jacks, Fagundus. The Bats in Belfry, East Orwell, My Delightful Muse, Biggertown, Effort Patience Diligence, Allentown
Músicos:
Moppa Elliott: contrabajo
Peter Evans: trompeta
Jon Irabagon: saxo alto
Kevin Shea: batería
Hot Cup, 2008
Calificación: A la marosca
Es inconcebible una revolución que no desemboque en la alegría (Julio Cortázar)
Mostly Other People do the Killing ofrece una voluptuosa, irreverente y perturbadora recorrida por el espectro completo de la historia del jazz, unificando formas inherentes a la libre improvisación y permitiendo que convivan en armonía conceptos aparentemente antagónicos como la vanguardia y el mainstream, el academicismo y la experimentación, la tradición y la modernidad. En su ideario creativo, esta banda liderada por el contrabajista y compositor Moppa Elliott manifiesta un profundo conocimiento de la genealogía del jazz pero sin someterse a ataduras dogmáticas y expresando una innegable veneración por la tradición sin resignarse a la reverencia subordinada. En su lugar adopta una postura provocadora y revolucionaria que se emancipa del arcaísmo a través de la burla, la sátira, la parodia, la ironía, la bufonada y la guasa. Tengo más, ¿eh? Zumba, chacota, candonga, mofa, chirigota, cuchufleta, mojiganga, chuscada, chilindrina y… pito catalán.
Mostly Other People do The Killing propulsa un saludable ejercicio subversivo tendiente a desacralizar la tradición cuestionando con argumentos insoslayables, inteligentes y divertidos la supuesta inalterabilidad del purismo en el jazz.
En su ADN musical hallamos rastros disímiles y contrastantes: de Louis Armstrong a John Zorn, de Frank Zappa a Raymond Scott, de Sex Mob a Duke Ellington, de The Shaggs a Dave Douglas, de Ornette Coleman a The Bad Plus, de Clusone 3 a Miles Davis y de ICP Orchestra a Charles Mingus. Huellas conceptuales que en ningún momento alteran la frescura innovadora de su propuesta ni la originalidad de su alegato estético, sino que lo nutren y fortalecen para amalgamar un discurso cuya lógica se funda en los principios dinámicos de todo pronunciamiento revolucionario.
Y si algo faltaba para que adoremos a esta banda, es su nombre. Tanto me encanta que a mi próximo hijo tengo decidido llamarlo así: Mostlyotherpeopledothekilling. Incluso estoy pensando en darle mi apellido, aunque no sé… lo del nombre, es seguro.
La denominación que eligió Moppa Elliott para su banda deriva de una frase atribuida a León Theramin, inventor ruso y precursor en el diseño de instrumentos musicales electrónicos quien, refiriéndose a la explotación sufrida bajo el régimen de Stalin, dijo: “No fue tan malo como todo el mundo piensa… quiero decir, mayormente otra gente cometió los asesinatos”. Esa sutil declaración dejó traslucir que Stalin “mayormente” no asesinó, lo que equivale a decir que sólo lo hizo algunas veces, pero no siempre.
Sin ánimo de etiquetar y con la única intención de establecer una (¿irónica?) referencia, los integrantes de Mostly Other People do The Killing describen su oferta musical como “Terrorist Be-Bop Uber-Jass”. Desmenucemos la frase.
Jass es un arcaísmo de la palabra jazz y jazz es lo que todo el mundo jazzabe.
Uber en alemán significa súper o supra, término que utilizara Friedrich Nietzsche en Así hablo Zaratustra para exponer su concepto de ubermensch (supra hombre o súper hombre) basado en la capacidad de toda persona para generar un sistema de valores, que identifica como bueno todo lo que procede de su genuina voluntad de poder.
El bebop es un estilo de jazz que se desarrolló en la década de los cuarenta, que sucedió a la era del swing y precedió al cool jazz. El bebop comenzó a gestarse con la incorporación a las grandes orquestas de músicos jóvenes que, frustrados por las limitaciones que suponía tocar en big bands, empezaron a buscar nuevos modos de expresión en formatos más reducidos y manifestándose permeables a la experimentación y al impulso evolutivo de los preceptos anclados en las raíces del jazz. Por último, el termino terrorismo se utiliza para describir la dominación por el terror o la sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir miedo. Terrorismo, por antonomasia, refiere a todo método de justicia revolucionaria o contrarrevolucionaria.
Juntando todos estos conceptos podríamos concluir que, partiendo del jazz, Mostly Other People do the Killing ha creado un sistema de valores propios que recupera el vital radicalismo del bebop, apropiándose del término terrorismo más como método de justicia revolucionaria ante la inmovilidad de pensamiento… que para engendrar terror. Bueno, un poquito de terror también. La verdad es que muchos han intentado yuxtaposiciones exploratorias similares aunque con resultados dispares. Entre las tentativas exitosas cabe mencionar, desde ya, a MOPDTK. En cambio, en el otro extremo, podemos enumerar una lista infinita de experiencias fallidas. Basta citar como ejemplo al inolvidable compositor Cacho Chopin Borelli quien, pese a sus denodados esfuerzos, sólo logró que su obra musical fuera catalogada en ámbitos académicos como: género de terror. ¡Cómo olvidar la obra de Cacho Chopin Borelli! ¿Cómo olvidar? Fácil. Escúchela e, inmediatamente, la olvidará.
Mostly Other People do the Killing, desde su debut discográfico producido en el 2005, supo manifestar una envidiable e inhabitual claridad de conceptos y, en especial, por tratarse de un emprendimiento colectivo integrado por jóvenes músicos.
Bueno… también Cacho Chopin Borelli, desde temprana edad, tuvo en claro algunas cosas. Siendo niño su madre le pregunto: -“Cachito, ¿qué vas a ser cuando seas grande?” –“Cacho, mamá”. Y fue un cacho, nomás. Pero no mamá…
En el 2007 MOPDTK editó el magnífico Shamokin!!! y, sin insoportables demoras, ahora nos llega su más reciente proyecto: This is Our Moosic, álbum cuyo título traza una línea imaginaria que lo une, en más de un sentido, al inmortal disco de Ornette Coleman This is Our Music de 1960. Las similitudes abarcan tanto a la utilización de una lógica armónica no convencional como a un carácter de improvisación colectiva de alto contenido emocional; y tanto al interés por reordenar las jerarquías sonoras existentes como a la vocación por desafiar las convenciones de la época. Inclusive ambos proyectos adoptaron el formato de cuarteto e idéntica instrumentación: saxo, trompeta, contrabajo y batería (por un lado Ornette Coleman, Don Cherry, Charlie Haden y Ed Blackwell y por el otro Jon Irabagon, Peter Evans, Moppa Elliott y Kevin Shea). Y que la palabra “music” incluida en el título del álbum de Ornette haya mutado aquí en “Moosic”, obedece a que esta última es el nombre de una localidad del estado de Pennsylvania cercana a Scranton, ciudad natal de Moppa Elliott.
La apertura es con Drainlick, una desaforada exposición a ritmo de boogaloo que se enlaza, complicidad mediante, con la etapa del sello Blue Note en la que cada disco parecía estar obligado a comenzar con un boogaloo, sobre todo a partir de álbumes como Takin' off de Herbie Hancock de 1962 con el clásico Watermelon Man y Sidewalker de Lee Morgan de 1963 con el tema del mismo nombre.
En Two Boot Jacks (título que alude a dos ciudades de Pennsylvania que llevan el nombre de Boot Jacks) confluyen el dixieland y el pop-jazz desde una perspectiva próxima a la música de Boots Randolph, ícono del denominado Nashville Sound y creador del mega éxito Yakety Sax y admite influencias de la banda de covers de Merle Haggar que integraran Elliott e Irabagon. Bueno, también Cacho Chopin Borelli bajo el seudónimo “A.A.” lideró una banda de covers… covers de sus propios temas. Tan avergonzado estaba de su obra que algunos aseguran que adoptó ese alias porque ni siquiera se animaba a firmar como Autor Anónimo. Sin embargo hay otras teorías. Sus allegados decían que empezó a identificarse como “A.A.” después de su frustrado paso por Alcohólicos Anónimos; mientras que los más destacados musicólogos atestiguan que esas iniciales describen cabalmente su estilo compositivo: Autor Alcohólico.
El Post-bop de Fagundus es una poderosa revisión de la última etapa de John Coltrane con un tejido armónico de subyugante complejidad. The Bats in Belfry, con deliciosa precisión, traza una bisectriz melódica entre el tema de la película Batman compuesto por Danny Elman para el filme homónimo de 1989 y Prélude à l'après-midi d'un faune de Claude Debussy. East Orwell es como un tema de smooth jazz mal tocado, con desopilantes citas de música disco que nos recuerdan a los impresentables Village People y que, consecuente con la lógica de MOPDTK, termina sonando fantástico.
El respaldo académico y la creatividad permiten que My Delightful Muse se convierta en un sutil dialogo entre dos líneas melódicas que pujan por imponerse en el entramado armónico, posibilitan que la ingeniosa Bigger Town desarrolle tres cambios de ritmo sobre la base del clásico de Coltrane, Giant Steps y que Effort Patience Diligence construya una atmósfera sórdida y decadente a partir de un blues en 12/8.
El cierre es con una inesperada y seductora versión de Allentown de Billy Joel.
MOPDTK, mediante trazos audaces, caóticos y atrevidos, pretende dibujar los contornos del nuevo horizonte del jazz. Y para hacerlo le sobra pasión, talento y convicción.
Un cuadro debe ser pintado con el mismo sentimiento con que un criminal comete un crimen (Edgar Degas)
Sergio Piccirilli