Rudresh Mahanthappa
Ahora, tenés un nuevo álbum con Steve Lehman: Dual Identity. En un nivel puramente estético, me gustaría que hablemos sobre la dinámica que propulsa este nuevo cuerpo de música…
Escuché por primera vez a Steve (Lehman) en el Knitting Factory en 2002 ó 2003 y me alucinó. En aquel momento pensé “si no puedes vencerlo, únete a él” (risas). Empezamos trabajando con material para dúo y quinteto. La evaluación sobre las posibilidades de lo que podríamos llegar a hacer parecían no tener fin, así que nos tomó un poco de tiempo ver qué era lo más apropiado musicalmente. Después de una buena dosis de experimentación, hicimos bastante escenario intercalado con material en dúo. Steve (Lehman) es un saxofonista increíble y nuestras influencias, estilos, enfoques y habilidades son bastante similares, así que podemos hacer muy buena música juntos mientras conservamos nuestras voces individuales. Al mismo tiempo teníamos puntos fuertes en los que diferíamos, así que nos pareció que ése debía ser el lugar por donde pasara la verdadera música, ya que eso permitía que uno empujara al otro más allá de sus propios límites. También estamos bendecidos por contar con una gran banda con Liberty Ellman (guitarra), Matt Brewer (bajo) y Damion Reid (batería)
No podemos dejar de mencionar la gran relación de trabajo que tenés con Vijay Iyer. ¿Cuándo se conocieron y cuál fue el concepto básico para Raw Materials?
Bueno, esa historia se ha contado muchas veces así que haremos la versión abreviada de los hechos… En 1995 asistí a un taller de jazz en Stanford (California) para estudiar con Steve Coleman. Por ese tiempo, Steve (Coleman) no estaba dedicándose mucho a dar clases así que decidí aprovechar la oportunidad para captar algo del cerebro de alguien que ha sido una gran influencia. Vijay (Iyer) vivía cerca de Stanford y, como había estado tocando en la banda de Steve, me lo presentó. Recuerdo que los dos estábamos sorprendidos de que otro indio-estadounidense estuviera tratando de tocar jazz y más sorprendidos aún por el hecho de que ambos estuviésemos persiguiendo ideas similares. Después de esa semana que pasamos en California nos mantuvimos en contacto hasta que Vijay, un año más tarde, consiguió una fecha para que tocáramos en Toronto. No había presupuesto para hacer otra cosa más que un dúo, así que arribamos a Toronto tres días antes del concierto y trabajamos sobre las composiciones que aportó cada uno. El resultado final fue decididamente mágico, así que continuamos esa colaboración a pesar de que yo vivía en Chicago y él (refiriéndose a Iyer) seguía viviendo en Oakland (California). Siento que no fue hasta que ambos terminamos mudándonos a New York en 2000 que el dúo se convirtió realmente en una unidad cohesiva. Eso fue, en parte, debido al hecho que la música que habíamos estado tocando hasta ese punto era una reelaboración de composiciones escritas para los ensambles que liderábamos respectivamente. ¡¡Recién cuando estuvimos creando música específicamente para Raw Materials, apareció el dúo!! (exclama vivamente). Ésta es una colaboración muy especial porque lo que compartimos va más allá de la música. Tenemos formaciones y crianzas muy similares. Ambos nos encontramos en el camino siendo hijos de inmigrantes en Estados Unidos y habiéndonos enfrentado con el racismo y la discriminación que eso implica. En ese punto Vijay y yo somos familia, como primos. Nuestra relación musical es única por cuanto no se necesita discutir mucho para hacer buena música. Estamos en sintonía con el otro de una manera que no tiene paralelo, al menos en lo que he experimentado hasta el momento. Aunque en los días que corren nuestro trabajo se ha ido separando, ya que él mayormente está tocando en trío y solo y yo estuve trabajando con grupos que no utilizan piano; igualmente, el dúo siempre seguirá siendo una parte importante de nuestra obra colectiva.
Hablemos sobre el Dakshina Ensemble… ¿Qué significa para vos Kadri Goplanath?
En cierto modo, Kadri (Golpanath) cambió mi vida. Cuando estuve en la Universidad de Berklee, había estado escuchando música de la India pero estaba muy confundido sobre cómo adaptar sus múltiples matices al saxofón. Hasta que escuché uno de sus álbumes y vi un formato, un modo de engranar esa compleja forma de arte de la misma manera con la que había estado estudiando el jazz tradicional como saxofonista. Al igual que el jazz, la música de la India tiene una tradición aural. A través de ese camino podría transcribir a Kadri de la misma forma en que estaba transcribiendo a Coltrane. Kadri abrió la puerta. Sin embargo, no fue hasta muchos años más tarde que nos hicimos la oportunidad para trabajar juntos y yo estaba contento de haber tenido que esperar, porque aún necesitaba aprender mucho más sobre la música de la India tanto como madurar como músico en general. Nos encontramos personalmente en 2003 ó 2004, hablamos sobre una posible colaboración y le di una copia de Black Water (álbum del “Rudresh Mahanthappa Quartet” de 2002). Hasta el día de hoy, no estoy seguro de que alguna vez haya escuchado el CD.; pero aun así él estaba fascinado por la existencia de un músico de jazz estadounidense de ascendencia del sur de la India y más enamorado todavía por el hecho de que mi nombre tiene, en sus raíces en sánscrito, un poderoso significado. Nuestro trabajo aun continúa, tanto que estaremos haciendo una gira en Europa durante el próximo otoño.
¿Podrías describirnos el ímpetu existente detrás de tus otros proyectos como Mauger, Samdhi e Indo-Pak Coalition tanto como aquellos aspectos que los diferencian?
Mauger proviene del hecho que Mark Dresser y yo queríamos trabajar juntos. Gerry Hemingway fue una elección obvia considerando lo que ambos han compartido (Dresser y Hemingway por más de una década fueron la base rítmica del “Anthony Braxton Quartet”). Éste es un grupo muy diferente para mí debido a que las composiciones apenas son estructuras y no resultan tan complejas como las que acostumbro hacer. Sin embargo, lo mágico de Mark y Gerry es que tienen la habilidad de hacer un montón de música a partir de poco material. Dudo en llamar lo que hacemos como free jazz pero, aun así, todo eso es el resultado de la colección de nuestras influencias y experiencias en composición instantánea de alto calibre. En este caso, la improvisación es la composición, una expansión de lo que mencioné anteriormente. Samdhi en cambio es el resultado de un trabajo becado por el Guggenheim. Es muy especial para mí y, en alguna forma, es el trabajo del cual estoy más orgulloso. Específicamente, porque allí expuse estudios sobre determinados aspectos de la música carnática pero integrados a un escenario eléctrico. El producto final es un quinteto con guitarra eléctrica (David Gilmore), bajo eléctrico (Rich Brown), batería (Damion Reid), mridangam (Anand Ananthkrishnan) y yo en saxo alto y laptop. Allí hay algunas composiciones que hice solo con ordenador… ¿o debo decir a dúo? (risas). Lo cierto es que funcionaron realmente bien. Grabamos un álbum que aún no fue editado. Ojalá que eso salga pronto… ¡tanto como espero que esa publicación sea difundida. Indo-Pak Coalition es también muy especial para mí. Traté de iniciar en Chicago una versión de esta banda en 1997 pero eso, en cierto modo, fue un desastre. Los músicos involucrados no eran la gente adecuada y la visión de lo que quería hacer era completamente inmadura. Como dije con respecto a Dakshina, aún tenía mucho que aprender. Aun así, aquel sonido seguía resonando en mi cabeza y quise seguir adelante con la idea en New York. Rez (Abbasi) y Dan (Weiss) terminaron siendo los mejores co-conspiradores que podría haber imaginado tener. Todos nosotros somos consumados músicos de jazz con diferentes pero fuertes vínculos con la música de la India. Hablamos sobre estructura, composición e improvisación en términos similares. Una situación verdaderamente excepcional y de la cual estoy agradecido en formar parte de ella.
Escucharte hablar con tanta pasión sobre lo que hacés me obliga a preguntar sobre los motivos que te llevan a profundizar tanto en la música que estas explorando…
En resumen, integridad y honestidad. Uno nunca daría una conferencia sobre física de Altas Energías sin haber estudiado ese tópico por años. ¿Por qué alguien podría entonces tocar o grabar cualquier tipo de música sin el mismo grado de rigor? Todos aquellos que son respetados por su importancia o influencia en algún campo han estudiado muy duro para lograrlo… Bird (Charlie Parker), Trane (John Coltrane), Picasso, Einstein, Bill Gates, Warren Buffett o mi padre. (Su padre, el Profesor Kalyana T Mahanthappa, es un reconocido investigar científico que actualmente ocupa el cargo de director general del “Theoretical Advanced Study Institute in Elementary Particle Physics” en la Universidad de Colorado)
Sé que no existe diferencia entre el músico y el ser humano pero siempre trato de indagar un poco en la espiritualidad de los músicos. Muchos tienen interesantes inclinaciones espirituales o llamativas actitudes filosóficas sobre la vida… En ese sentido, me gustaría pedirte si podés reflejarnos tu propia visión…
Fui criado como hindú y tengo alguna consciencia sobre los sistemas de creencias cristianas, musulmanas y budistas. Todos parecen tener mensajes similares. Ser fiel a uno mismo, ser una buena persona y ser bueno con tu prójimo. Si uno sigue ese simple pero a la vez difícil plan, el mundo te devolverá eso multiplicado por diez. Siempre deseo que mi música transmita eso también.
Para concluir: ¿Qué ha cambiado en tu música y en tu vida, si es que algo cambió, desde que empezaste hasta ahora?
Haberme casado es probablemente uno de los cambios más grandes en mi vida. Como músicos, estamos constantemente compartiendo nuestro trabajo con el mundo pero compartir nuestro ser interior con otro individuo es atemorizante y maravilloso. Esto me hace repensar mi perspectiva de cómo ver la vida y la música y me hace mejorar en todos los aspectos. No puedo esperar la hora de tener hijos ya que quiero continuar compartiendo con ellos esta aventura.
Sergio Piccirilli