Un armenio en Argentina
El violinista y compositor Rubén Hovsepyan nació en Armenia en 1975; allí estudió en diversos institutos y escuelas, tomó clases con Rudolf Ter-Manvelian, Gaguik Smbatian y Zoia Petrosian. Si bien en sus inicios se inclinó por la música clásica, posterior y paulatinamente ha ido investigando e incorporando otros estilos en una amplia paleta que incluye pop, rock, jazz, folclore armenio y gitano, tango y bossa-nova. Realizó varias actuaciones en diversos países como Armenia, Estados Unidos, Uruguay y, por supuesto, Argentina (donde realizara en el Teatro Colón un homenaje al compositor armenio Komitás).
En 1999 se radica en Argentina, donde ha sido convocado para numerosas grabaciones para películas y producciones publicitarias, programas de televisión y álbumes. También formó parte, en 2013 y en carácter de invitado, de la New Blood Orchestra con la que se presentara Peter Gabriel en Buenos Aires.
Este 2014 lo encuentra con nuevo álbum, titulado Invisible, y con nuevas actuaciones en su país de residencia. El disco, de edición independiente, contiene 10 composiciones originales que hacen hincapié en la fusión de, básicamente, jazz y funk con influencias musicales de Medio Oriente.
Rubén Hovsepyan es acompañado por Tomás Babjaczuk y Milton Barbosa (batería), Cristiano Ferreyra (bajo), Germán Windaus (guitarra), Álvaro Torres (teclados), James Suggs (trompeta), Javier Mokdad (percusión), Andrés Pellican (contrabajo), Juan Carlos Narzekyan (saxo alto) y Gabriel Santecchia (saxo tenor). Los arreglos son, mayormente, responsabilidad compartida entre el líder y Álvaro Torres.
Si bien la fusión anima a varios a realizar una mueca de desconfianza, Invisible muestra un sonido compacto con interesantes arreglos. Que la voz líder provenga del violín, brinda un elemento distintivo que -valga la aclaración- no anula el destaque de los demás músicos, especialmente del baterista Tomás Babjaczuk y el trompetista James Suggs. Con cierto aire –por momentos- al Jean Luc Ponty post Mahavishnu, Rubén Hovsepyan se muestra en Invisible como un músico de sólida técnica, cuyo espíritu no invasivo juega en favor de un sólido sonido grupal.
