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Francisco Salgado

 

francisco3En el teatro de lo humano, el arte musical ha estado presente desde tiempos inmemoriales. La variada amplitud de sus finalidades estéticas y el inagotable rango de las formas expresivas implícitas en esa disciplina, permiten que el artista -a través de la música- manifieste sentimientos, ideas y conceptos, ofrezca su propia visión de la realidad, cree utopías e imagine nuevos mundos posibles.

Sin embargo, en el contexto de una sociedad globalizada y multicultural como la actual, las manifestaciones musicales se multiplicaron exponencialmente y ese fenómeno –en su inabordable diversidad– parece haber favorecido la proliferación de un ámbito creativo a escala mundial signado, en idénticas proporciones, por la constante búsqueda de originalidad e innovación y la inexcusable obligación del artista por construir una identidad estética propia e intransferible.

La persecución de esos nobles objetivos, al amparo de la velocidad con la que se traslada la información y el conocimiento en nuestros días, ha generado que cada vez sea más difícil hallar algo original entre tanta originalidad y que la obsesión por las metas trazadas a futuro carguen al presente de una inequívoca sensación de agobio e insatisfacción permanente.

Aun así, hay quienes parecen abogar por la idea –como decía Julio Cortázar- de “obligar a la realidad a que responda a nuestros sueños” y también por el deber de “seguir soñando” hasta descubrir que “el paraíso estaba ahí, a la vuelta de todas las esquinas”.  Tal vez no se pueda lograr –tanto en el territorio de la creatividad artística como en el de la vida misma– que ese futuro anhelado o ese lugar soñado que se pretende alcanzar, se parezca demasiado al sitio que hoy se habita; pero, quizás, pensar de ese modo nos haga disfrutar profundamente de aquello que hacemos sin por ello tener que renunciar al porvenir.

Lo cierto es que en la imaginaria intersección de la intención artística por ser original, el alegato estético propio, el cabal disfrute de lo que se hace y la indisimulable sensación de que el paraíso está “a la vuelta de todas las esquinas”; podría ubicarse a nuestro entrevistado de hoy: el músico argentino Francisco Salgado.

Este compositor, trombonista y armoniquista nacido en 1978 emerge –sin temor a equivocaciones- como una de las figuras con mayor proyección de la escena musical de su país.

 

banfield4Francisco  Salgado acredita una sólida formación académica que incluye una temprana iniciación musical junto al armoniquista Rubén Vaneskeian en 1993, estudios de jazz e improvisación en armónica cromática con el pianista y compositor argentino Ernesto Jodos en 1998, la participación en una master class a cargo del eximio trombonista neoyorquino Conrad Herwig y clases de improvisación con el cornetista y compositor Enrique Norris (ambas en 2005) y el desarrollo de la Carrera Superior de Jazz en el Conservatorio Municipal Manuel de Falla de la ciudad de Buenos Aires.

En la fructífera trayectoria musical desplegada por Salgado se distinguen sus participaciones en la Big Band del Conservatorio durante tres años consecutivos (bajo la dirección de sus compatriotas Juan Cruz de Urquiza y Valentín Reiners y el trompetista estadounidense Charles Tollivier), los aportes a favor de Proyecto Orgánico Rave (grupo que lidera la saxofonista Ada Rave) materializados en el álbum Los Ritos del Sueño, sus contribuciones en el Hernán Merlo XL9et y el Paula Shocron Gran Ensamble (junto a quien grabó el álbum del mismo nombre en 2011) y su reciente colaboración en el debut discográfico de la Orquesta Errante, ensamble dirigido por el compositor y guitarrista bonaerense Valentín Reiners.

No obstante lo dicho, corresponde señalar que el núcleo del ideario estético pergeñado por Francisco Salgado se manifiesta actualmente a través de dos de los proyectos más destacados de la escena jazzista de la ciudad de Buenos Aires: el Underground Mafia Trío y el ensamble Salgado y Asociados.

underground mafia trioEl primero de ellos es una agrupación compuesta de trombón, contrabajo y batería –y que hoy completan el contrabajista Iván Viaggio y el baterista Sebastián Groshaus- en donde se amalgaman composición e improvisación a través de un lenguaje musical que conjuga al jazz y el blues. En tanto que Salgado y Asociados y el álbum homónimo de reciente edición, es un ambicioso proyecto -integrado por su líder en armónica y trombón, Pablo Moser en saxo barítono y soprano, Wenchi Lazo en guitarra, Guillermo Roldán en bajo y Sebastián Groshaus en batería y con intervenciones como invitados de Enrique Norris en corneta y Bárbara Togander en voz– que tiene por objetivo central retomar elementos del blues tradicional para ponerlos en juego con la improvisación.

Hay mucho más para decir –y saber- sobre Francisco Salgado; pero será mejor que usted lo descubra a través de la siguiente entrevista:

 

Si tuvieses la oportunidad de decidir el punto de partida de esta charla, ¿elegirías hablar de tu pasado, del presente o del futuro?

 

El presente me parece bien…

 

salgado y asociadosCreo que el mejor lugar para comenzar hablando del presente es “Salgado y Asociados”. ¿Podrías contarnos cómo nació la idea de este proyecto y de qué manera se fue desarrollando hasta tomar su forma actual?

 

La idea de arrancar con este proyecto tiene que ver con volver a conectarme con el blues que escuchaba y tocaba hace unos años (blues rural y urbano) y reencontrarme con una estética que siempre me atrajo. Compuse música con la intención de utilizar esos elementos que siempre me gustaron y durante todo el año pasado ensayamos y tocamos lo que finalmente resultó en este disco en vivo. En cuanto a la conformación del grupo, fui pensando en los músicos e instrumentos que quería tener sabiendo que cada uno tiene una identidad estética propia en su discurso y proponiéndoles elementos que les resultaran estimulantes.

 

En el proyecto, además del blues, también la improvisación ocupa un lugar protagónico..; ¿cómo hiciste para que ambos se integraran en un cuerpo orgánico de trabajo?

 

Escribí música teniendo en cuenta que mi idea con el grupo es lograr que los elementos del blues sirvan como disparadores para la improvisación. Entonces fue natural que los improvisadores que conforman la banda desarrollaran las ideas que les propuse

 

¿Tenías en mente algún modelo? Y no me refiero a emular a un músico o una banda en particular sino a los elementos que sirvieron como fuente de inspiración…

 

En cuanto a elementos puntuales, me llamaron siempre la atención las líneas melódicas irregulares y la afinación de los cantantes como Leadbelly o Charlie Patton y la gran mayoría de los cantantes de blues rural, el uso de las afinaciones en las Jug Bands (estilo emparentado al nacimiento del blues que algunos historiadores han categorizado como una forma antigua de la música folk estadounidense) y también las distorsiones al estilo de Jimi Hendrix y las que se utilizan en discos como Electric Mud y After the Rain (álbumes del cantante Muddy Waters editados en 1968 y 1969, respectivamente). Con lo cual estoy en búsqueda de generar un sonido que contenga ambas cosas.

 

El blues, la improvisación y todas las fuentes de inspiración que nutren a este proyecto tienen sus raíces fuera de Argentina… ¿No te preocupó en algún momento que empezara a sonar como la banda de alguien que es “un extranjero” en su propio país?

 

(Risas) Toco blues con la armónica desde los 14 años y jazz desde los 21… Ya me despreocupé de todo…  Hablando en serio, creo que las estéticas ya están globalizadas y la energía que te propone el sonido es lo que te identifica con lo que escuchás.

 

asociadosY para que termines de “despreocuparte” completamente te digo que la banda, más allá de influencias y estilos, tiene algo que de inmediato me remite a Buenos Aires… ¿Soy muy nostálgico o realmente es así? (risas compartidas).

 

Supongo que el lugar de pertenencia y la identidad está en todo lo que uno hace, pero creo que eso lo podés apreciar mejor vos ya que, al vivir en el exterior, tenés otra perspectiva.

 

Puede ser… Creo que después de haber vivido diez años fuera de mi país ya debo estar en condiciones de entender a Argentina (risas). En el contexto de esa globalización que mencionabas, ¿te considerás miembro de una escena musical en particular? Dicho de otra manera: la música que hacés, ¿se ajusta a una escena en particular?

 

Mirá… me viene pasando que los músicos de blues que escucharon el disco lo ven como un disco de jazz y viceversa; por suerte, les gusta tanto a unos como a otros. En cuanto a mí, prefiero poder mostrar esta música en todos los contextos posibles y no caer en encasillar al grupo sólo en una parte de la escena (bastante fragmentada por cierto). Creo que es música tanto como para el que gusta del blues como de la improvisación y del rock. Por lo pronto, estamos mostrando el disco en el circuito del jazz que es donde vengo manejándome en los últimos años; pero la idea es ampliar las posibilidades.

 

groucho una noche en la operaHace un rato hablaste de “perspectivas” y, al relacionarlo con lo que acabas de mencionar, llego a la conclusión que debo preguntarte lo siguiente: ¿formás parte del “boom” del jazz argentino? ¿Existe el “boom” del jazz argentino? (Hace una pausa) Esto, dicho así, me recuerda la escena de la película Una Noche en la Ópera en donde Groucho Marx le dice a una mujer: “¿Quiere usted casarse conmigo? ¿Es usted rica? Conteste primero la segunda pregunta.”(Risas) Siguiendo esa línea te pediría que primero me contestes: realmente “¿existe el “boom” del jazz argentino?”

 

En ese sentido, creo que se viene dando desde hace algunos años ya que, al crearse una carrera pública y de especialización para estudiar jazz en Buenos Aires, se produjeron camadas de músicos muy buenos y preparados –preparados, a su vez, por otros músicos muy buenos y con experiencia- que tocan y producen discos, festivales y generan lugares. Si existe un “boom”, creo que tiene que ver con eso. Con las ganas de tocar y de sostener un género vigente, no sólo con la reproducción de lo dado, sino con la idea de crear y generar espacios musicales a pesar de que sea difícil encontrar fechas y lograr promoción.

 

¿Pensás que el mayor porcentaje de esa camada de músicos se atiene a “la reproducción de lo dado” o considerás que los que están creando algo verdaderamente nuevo en ese contexto son mayoría?

 

Me parece que se dan las dos cosas. El tema es que el público se acerca más a lo que ya conoce (“homenaje a algo”, por ejemplo) que a lo nuevo, como naturalmente sucede y sucedió siempre. Además algunos bares, también naturalmente, programan lo que funciona con lo cual se genera una realimentación que propicia algunas cosas y dificulta otras. De todas maneras, hay cada vez más músicos que tocan de manera honesta y genuina las dos cosas y eso es enriquecedor siempre.

 

¿Considerás que existe una dicotomía entre el músico “profesional” y el que hace arte a través de la música?

 

No. Creo que se puede ser un profesional y un artista al mismo tiempo.

 

undergorund mafia trio coverRetomando tu “presente”… hablemos sobre la actualidad delUnderground Mafia Trío

 

El trío está presentando un nuevo disco también, el cuarto de nuestra discografía. Estamos conformándolo junto a Iván Viaggio y Sebastián Groshaus. Está renovado y en cuanto a la composición y la interpretación, me permite proponer otra estética y otra búsqueda.

 

¿En qué cosas difiere el proceso creativo cuando componés para Salgado y Asociados o Underground Mafia Trío?

 

En principio, cuento con sonoridades distintas ya que la instrumentación difiere en cuanto a tímbricas y registros; pero el proceso es similar debido a que planteo composiciones con determinados disparadores y mis compañeros alimentan eso con sus ganas y creatividad.

 

Por lo general no dejo que ningún músico se “vaya” de una entrevista sin decirme por qué eligió su instrumento.. .En tu caso, dos: la armónica, primero y el trombón después…

 

pappo's bluesLa armónica me llegó escuchando blues (Pappo´s Blues, más precisamente) cuando tenía 13 años; y en cuanto me puse a estudiar, me atrapó. Después, ya interesado en la improvisación, estudié armónica cromática y comencé a acercarme al jazz… hasta que finalmente me decidí a probar con el trombón y acá estamos… (sonríe)

 

La charla estuvo enfocada con exclusividad en el presente… ¡y te recuerdo que fue tu decisión! (risas). Por eso me gustaría destinar las dos preguntas finales al pasado y el futuro. Lo que somos en la vida o lo que llegamos a ser, está determinado por múltiples aspectos: el contexto familiar en el que nos desarrollamos, los factores hereditarios, las relaciones que vamos estableciendo, la predisposición natural para desarrollarnos en un campo específico, etc… No obstante, también ocurren hechos –sean fortuitos o no- que quedan alojados en la memoria como aquello que marcó el curso de nuestra vida para siempre. ¿Cuál fue el suceso que determinó tu camino como músico?

 

francisco4Creo que hay determinados estados y emociones que sólo logro mediante la música. Puedo acordarme de esas sensaciones de chico, jugando y escuchando los discos de Los Plateros, Les Luthiers, Quilapayún y Violeta Parra que tenían mis padres. También recuerdo cuando escuchaba en algún recital a grupos que me gustaban y, obviamente, al empezar a expresarme con la armónica creo que fui más consciente de que a ese lugar lo podía encontrar cada vez que quisiera. Con lo cual… ¿cómo parar?

 

Woody Allen dijo alguna vez: “Me interesa el futuro porque en él voy a pasar el resto de mi vida” . Por lo tanto, nada mejor que termines hablando del lugar en donde pasarás el resto de tu vida. Me refiero a tus utopías, a ese gran sueño que te gustaría alcanzar… Ese lugar –hoy imaginario- al que querés llegar…

 

La verdad es que ese lugar no difiere mucho del que hoy habito, por suerte… Me imagino tocando y disfrutando de la música en todos los lugares posibles.

http://franciscosalgadoweb.blogspot.com.ar/

 

Sergio Piccirilli

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