Vesna Pisarović: The Great Yugoslav Songbook
Bijela lađa plovi morem, Ti si obala ta, Balada, Sve što znaš o meni, Daleko, daleko, Ne pali svetla u sumrak, Moj dilbere, Nogometna utakmica, Nemam te, Tiha tugo moja, Zvižduk u osam, Svemu dođe kraj, Idem i ja… Ne, ti ne (Vengo anch’io. No, tu no)
Músicos:
Vesna Pisarović: voz
Greg Cohen: contrabajo
Tony Buck: batería
Chris Abrahams: piano
Francesco Bigoni: saxo tenor, clarinete
Dieb13: electrónicos, bandeja de vinilos
Gerhard Gschlößl: trombón, sousafón
Sello y año: Jazzwerkstatt, 2017
Calificación: Dame dos
La memoria colectiva es el relato compartido por un pueblo sobre el pasado que constituye su identidad en el presente (Maurice Halbwachs)
El concepto de memoria colectiva fue acuñado por el sociólogo francés Maurice Halbwachs en su libro de 1950 titulado, precisamente, La Mémoire collective. En el tratado de referencia, Halbwachs afirmaba que la memoria es siempre social ya que los recuerdos sólo emergen en relación con personas, lugares, palabras o grupos de pertenencia. En ese contexto doctrinario, la memoria estaría determinada por los procesos sociales de memorización colectiva en donde se combinan las imágenes, sonidos, ideas y representaciones que identifican a una sociedad en su conjunto.
El acercamiento a las raíces confiere identidad cultural y reafirma el sentido de pertenencia a una sociedad determinada. En rigor, esa memoria cultural oficia como representación colectiva perdurable ante el paso del tiempo, pero también es símbolo social de preservación e instrumento -ideológico y político- constituyente de la identidad de los pueblos.
En la actualidad vivimos una era signada por los flujos territoriales y con una amplia movilidad global que –al conjuro de las migraciones masivas y las experiencias de desplazamiento y reubicación– van borrando y diluyendo lugares de pertenencia. Por ello, hoy más que nunca la memoria colectiva constituye el núcleo sustantivo para el reforzamiento de la propia identidad.
Esos principios relativos a la identidad social y la memoria colectiva aparecen de manera sublimada en el álbum The Great Yugoslav Songbook que acaba de editar la célebre cantante croata Vesna Pisarović.
El alegato estético pergeñado aquí por Pisarović mantiene un vínculo intrínseco entre las formas de la memoria y la representación de la identidad colectiva del pueblo yugoslavo, mediante la interpretación desde la perspectiva del jazz de un hibrido de canciones (compuestas por baladas, hitos del festival Eurovisión, canciones francesas e italianas, ritmos latinos del Mediterráneo, etc.) que fueron populares en la Yugoslavia de los años cincuenta y sesenta.
En The Great Yugoslav Songbook –título que alude con ironía al denominado The Great American Songbook– no hay intenciones conmemorativas ni una actitud nostálgica sino la firme voluntad de conservar el legado cultural de la ex–Yugoslavia ante el incontrastable fracaso de las promesas de éxito y bienestar que ofrecía la democracia capitalista que hoy gobierna esa región.
Vesna Pisarović ha desarrollado una exitosa trayectoria en el campo de la música popular croata que se materializó en los álbumes Da znaš de 2000, Za tebe stvorena en 2001, Kao da je vrijeme de 2002, Pjesma mi je sve en 2003 y V. peti de 2005. Sin embargo, a partir de un encuentro en Berlín con el notable músico de free-jazz Peter Brötzmann, comienza un paulatino acercamiento al jazz que, finalmente, aparecerá cristalizado mediante el álbum With Suspicious Minds de 2012.
Para la concreción de su nueva producción discográfica, Pisarović reunió a un estelar ensamble internacional conformado por el contrabajista estadounidense Greg Cohen (John Zorn’s Masada, Tom Waits, Dave Douglas, Bill Frisell), el baterista australiano Tony Buck (The Necks, Peril, John Zorn, Peter Brötzmann), el pianista neozelandés Chris Abrahams (The Necks, Burkhard Beins, Tobias Delius, Alessandro Bossetti), el saxofonista y clarinetista italiano Francesco Bigoni (Enrico Rava, Stefano Battaglia, Gianluca Petrella y miembro del colectivo El Gallo Rojo), el trombonista alemán Gerhard Gschlößl (Gulf of Berlin, Alexander von Schlippenbach, Barre Phillips, Aki Takase) y el músico austríaco Dieter Kovačič –más conocido como Dieb13- (Mats Gustafsson, Ken Vandermark, John Butcher Group, Burkhard Stangl) en electrónicos y bandeja de vinilos.
The Great Yugoslav Songbook abre con una atrayente y atemporal lectura de Bijela lađa plovi morem, canción perteneciente al célebre compositor y productor croata Mario Kinel. La reposada introducción a cargo de los vientos deja asomar el motivo central sobre el que se aposentará la pieza, para luego desarrollar un entramado musical en donde convergen la protagónica labor de Vesna Pisarović en voz, el breve alegato solista de Francesco Bigoni en clarinete, los atinados ornamentos que imparte Chris Abrahams desde el piano y una imaginativa resolución en la que sobresale Dieb13 en bandeja de vinilos.
La versión de Ti si obala ta –tema de Zafir Hadžimanov y Aleksandar Sanja Ilić– gira en derredor del encantador groove que construyen el contrabajo de Greg Cohen y la batería de Tony Buck a partir del cual se deslizarán los coloridos contrastes vocales de Vesna Pisarović, un interludio que fluye al conjuro del swing, la preeminencia otorgada al austero fraseo del piano de Chris Abrahams durante el segmento instrumental y las dinámicas descendentes que llevarán a un cierre de temperamento etéreo e inasible.
A continuación se ofrece una seductora reinterpretación de la popular Balada -composición con letra de Maja Perfiljeva y música de Fadil Redžić y Slobodan A. Kovačević– en la que sobresalen el monolítico ostinato que construye el contrabajo de Greg Cohen, los atinados adornos que proveen Gerhard Gschlößl en trombón y Francesco Bigoni en saxo tenor y el personal vibrato que distingue a la voz de Vesna Pisarović.
Luego sobreviene la revisión de dos temas escritos por el exitoso cantautor croata Arsenije “Arsen” Dedić: Sve što znaš o meni y Daleko, daleko. El primero de ellos bordeando los difusos contornos del blues y con un pasaje instrumental en donde se destaca, especialmente, el aporte ofrecido por el contrabajo de Greg Cohen; mientras que el segundo parece seguir la lejana impronta del cancionero popular de los años sesenta y permite un logrado contrapunto entre la voz de Vesna Pisarović, el trombón de Gerhard Gschlößl y el saxo tenor de Francesco Bigoni.
Ne pali svetla u sumrak (“No enciendas las luces en el crepúsculo”, en español) es una canción compuesta por Jože Privšek –originalmente interpretada en serbocroata por Lola Novaković– que representó a Yugoslavia en el Festival de la Canción de Eurovisión de 1962. La versión que entrega Vesna Pisarović adoptará un tratamiento deliberadamente oscuro y con amplios espacios asignados para la improvisación colectiva.
Moj dilbere (en inglés, My Sweetheart o My Darling) es una canción folclórica proveniente de la tradición sevdalinka con origen en Bosnia. La recreación ofrecida aquí ubica en el centro de la escena a la voz de Vesna Pisarović y conserva su ancestral temperamento, pero adosándole un exquisito pasaje instrumental teñido de modernidad por los fantasmales electrónicos de Dieb13.
Nogometna utakmica no es otro que el hit single de E. Vianello y C. Rossi La Partita di Pallone (en italiano, “El partido de futbol”) popularizado en 1963 por la cantante italiana Rita Pavone. En los aires latinos que se respiran en esta chispeante versión, tendrán un destacado rol la introducción a cargo de Tony Buck en batería y Dieb13 en bandeja de vinilos, los expresivos aportes vocales de Vesna Pisarović y el aquilatado solo en saxo tenor de Francesco Bigoni.
Las hipnóticas cadencias que describe Nemam te (canción que lleva la firma de Đelo Jusić y Maja Perfiljeva) estarán dictaminadas por la inserción de un logrado interludio en piano por parte de Chris Abrahams y la convincente intervención solista de Gerhard Gschlößl en trombón.
La melancólica e introspectiva intimidad desplegada en la versión de Tiha tugo moja (tema con letra de Maja Perfiljeva y música de Đorđe Novković) tendrá como protagonistas excluyentes a la voz de Vesna Pisarović y el saxo tenor de Francesco Bigoni.
El tratamiento de la canción del compositor de Zagreb Darko Kraljić, titulada Zvižduk u osam, destila gracia y encanto e incorpora elocuentes diálogos entre la voz de Vesna Pisarović, la batería de Tony Buck y los electrónicos de Dieb13 y una exquisita intervención solista de Chris Abrahams en piano.
La reversión de Svemu dođe kraj (composición de Alfi Kabiljo y Alfons Kabiljo) se recuesta en las mansas aguas del pop melódico y permite el especial lucimiento del saxo tenor de Francesco Bigoni.
Idem i ja… Ne, ti ne (Vengo Anch’io. No, tu no, según su título original en italiano) es una imperecedera canción extractada del musical que reunió al compositor Fiorenzo Fiorentini con el dramaturgo Darío Fo y que fuera interpretada –y popularizada- por el cantante italiano Enzo Jannacci. La divertida y burbujeante lectura desarrollada por Vesna Pisarović le otorgará a su álbum un cierre lleno de gracia y expresividad.
Vesna Pisarović, en el inusual encanto y los exquisitos trazos de The Great Yugoslav Songbook, aspira a mantener vivo el legado cultural y la memoria colectiva de la hoy disuelta Yugoslavia.
Y lo hace convencida de que las manifestaciones artísticas son agentes determinantes para conservar el sentimiento de pertenencia de un pueblo.
Cuando los países se desmoronan y caen, lo único que queda de ellos es la cultura. Sólo un país sin cultura está destinado a la desaparición (Alejandro Jodorowsky)
Sergio Piccirilli