Marker: New Industries
Disco 1: New Industries en estudio (dedicado a Robert Bresson)
Alphaville #2 / Trance / Alphaville #1, L’Argent / Roulette, La Chambre #1 / La Chambre #2 / Pickpocket #1 / Two or Three, Porto / Key for 23 pt. 2 / Key for 23 pt. 1 / Baal
Disco 2: New Industries en vivo (dedicado a Elza Soares)
L’Argent / La Chambre #2 / La Chambre #1, Porto / Two or Three / Baal, Key for 23 pt. 1 / Key for 23 pt. 2 / Roulette, Alphaville #2 / Trance / Pickpocket #1 / Alphaville #1
Músicos:
Ken Vandermark: saxo tenor, saxo barítono, clarinete Bb
Andrew Clinkman: guitarra
Steve Marquette: guitarra
Macie Stewart: teclados, violín
Phil Sudderberg: batería
Sello y año: Audiographic Records, 2019
Calificación: A la marosca
Hay algo en la personalidad humana que se resiste a las cosas claras, e inversamente, algo que atrae a los rompecabezas, los enigmas y las alegorías (Stanley Kubrick)
El rompecabezas o puzle es un juego de mesa cuyo objetivo principal es formar una figura uniendo las piezas o fragmentos en que ha sido descompuesta.
El primer rompecabezas fue creado de manera accidental en 1762 por un cartógrafo londinense llamado John Spilsbury, cuando recortó las fronteras de los países con una sierra de marquetería y las unió montándolas sobre un tablero de madera. Fue entonces -a instancias de ese trabajo- que el rompecabezas empieza a ser utilizado como pasatiempo educativo para enseñar geografía en las escuelas británicas de la época. Esa aplicación exclusiva del rompecabezas perdurará hasta 1820 para luego comenzar en forma paulatina a adquirir un mayor grado de sofisticación y complejidad e incrementar su alcance temático. Esto deriva –hacia finales del siglo XIX- en la elaboración de rompecabezas artísticos para adultos fabricados en madera y hechos a mano por escultores que llevarán a convertirlo, rápidamente, en uno de los pasatiempos favoritos de la alta sociedad. Más tarde se les añadirá pomos o agarradores para que las piezas puedan permanecer unidas entre sí, el empleo de piezas figurativas con siluetas u objetos reconocibles y el uso de bordes irregulares y falsas esquinas, los que sumados -además de poner en relieve la destreza e imaginación del cortador y aumentar la fascinación por el juego- terminarán elevando al rompecabezas a la categoría de arte.
En la nueva y subyugante propuesta de Marker -agrupación que lidera el notable Ken Vandermark y completan los guitarristas Andrew Clinkman y Steve Marquette, la tecladista y violinista Macie Stewart y el baterista Phil Sudderberg– titulada New Industries, aparecen piezas y elementos disímiles que -a la manera de un rompecabezas– al ser unidos adecuadamente, acaban construyendo un deslumbrante universo estético donde se amalgaman lo puramente musical con aquello que habita a extramuros de la música, la creatividad artística con lo lúdico, la atracción por la complejidad con una expresividad visceral y la alegoría simbólica con la referencia explícita.
El quinteto Marker debuta discográficamente a fines de 2017 con el álbum Wired for Sound y, pocos meses después, edita un box set triple –Roadwork 1 / Roadwork 2 / Homework 1– en el que compendia tres conciertos ofrecidos por la banda entre los meses de enero y febrero de 2018 en The Instigation Festival de Nueva Orleans, The Earl de Atlanta y The Hungry Brain de Chicago.
Los postulados basales de esos trabajos se afincarán en la yuxtaposición de estructuras aleatorias, el uso del concepto de collage sonoro e influencias convergentes que aúnan las ideas pergeñadas por el tecladista Bernie Worrell con Parliament Funkadelic y Talking Heads, una aproximación al particular enfoque de la guitarra eléctrica manifestado en grupos del postpunk como The Wire y The Ex, metodologías rítmicas asociadas con la música de Brasil, el afro-beat y el funk y sutiles vestigios de música clásica contemporánea.
En el “puzle” elaborado por Marker para el álbum doble New Industries, esos principios fundantes se expanden a través de la exploración de nuevas fuentes de inspiración musical tales como la obra del compositor argentino-germano Mauricio Kagel (1931-2008), principios enraizados en el movimiento post punk y referencias extractadas de los álbumes DNA On DNA (una antología del No-wave de los setenta), Black Messiah de D’Angelo and the Vanguard y A Mulher Do Fim Do Mundo de la legendaria cantante brasilera Elza Soares, entre otros.
Esas fuentes en las que abreva el quinteto darán lugar a un nuevo desarrollo colectivo del sonido donde confluyen aspectos técnicos diversos (el uso de amplificador de bajo en el teclado para agregar potencia de baja frecuencia, la asignación de mayor amplitud tímbrica para el violín y los teclados, nuevas formas para mantener en vivo el campo estéreo de las dos guitarras, etc.) y una deliberada profundización en las ideas de superposición musical y secuenciación abierta mediante la implementación de métodos estructurales más permeables a la improvisación y a las transiciones orgánicas.
El álbum doble New Industries comprende versiones en estudio (grabadas en el Experimental Sound Studio de Chicago el 15 de julio de 2018) y en vivo (extractadas de una actuación ofrecida por el quinteto el 12 de julio de 2018 en el Sugar Mapple de la ciudad de Milwaukee) de una docena de piezas originales compuestas por Ken Vandermark. La combinación de ambos registros documenta con elocuente fidelidad la innovadora estrategia composicional que distingue a Marker y de cómo la improvisación -además de intervenir en cada uno de los temas- influye en la narrativa general, modificando espontáneamente su orden o la manera en la que aparecen secuenciadas.
El disco en estudio está dedicado al extraordinario cineasta francés Robert Bresson (1901-1999), realizador -cuya filmografía incluye auténticas gemas como Pickpocket de 1959, Procès de Jeanne d’Arc en 1962, Au hasard Balthazar de 1966, Le diable probablement en 1977 y L’argent de 1993- que abrazara el ascetismo y la intención por crear una ilusión de realidad despojada de artificios que permitiera captar aquello que escapa a la mirada ordinaria.
La apertura del primero de los dos discos empalmará al taciturno temperamento melódico que envuelve a Alphaville #2 con la embriagante fortaleza sonora de Trance y los ascéticos contornos que dibuja Alphaville #1. En ese tránsito -donde abundan los contrastes dinámicos, el desarrollo pleno de las formas libres y la exposición en diversos formatos instrumentales- sobresalen las notables intervenciones de Macie Stewart alternando teclados y violín, Ken Vandermark en saxo tenor y Phil Sudderberg en batería.
Luego enlazan los viscerales impulsos rítmicos de L’Argent (título que alude a la película homónima de Robert Bresson inspirada libremente en la primera parte de la novela El cupón falso de León Tolstoi) con el pertinaz motivo exploratorio que circunda a Roulette. Durante este segmento serán determinantes el aporte de Ken Vandermark en saxo barítono y las sucesivas apariciones de Andrew Clinkman y Steve Marquette en guitarras.
A continuación sobreviene un extenso e impactante fragmento que ligará a la perturbadora melancolía de La Chambre #1 y La Chambre #2 con los acerados perímetros que recorre Pickpocket #1 (otro título referenciado en el cine de Bresson, en este caso en la película ganadora del Oso de Oro en el Berlin Film Festival de 1959: Pickpocket) y la serie de dúos y tríos con diferentes alineaciones que dictaminan la oscilante impronta de Two or Three.
El cierre del disco en estudio une los asimétricos aires latinos de Porto y la potencia experimental de Key for 23 pt. 2 y Key for 23 pt. 1 con las hipnóticas repeticiones que emergen desde el intenso Baal.
La legendaria cantante y compositora carioca Elza da Conceição Soares -un ícono de la música popular brasilera y artífice de canciones como Se Acaso Você Chegasse, Cadeira Vazia, Só Danço Samba, Mulata Assanhada y Aquarela Brasileira– será acreedora a la dedicatoria asignada en el segundo disco contenido en New Industries.
El inicio unificará vibrantes y liberadoras versiones en vivo de L’Argent, La Chambre #2 y La Chambre #1. El dinámico curso evolutivo de esta sección será subrayado por las vitales apariciones de Ken Vandermark en saxos y clarinete, Macie Stewart en teclados y violín y sendas intervenciones solistas de las guitarras de Andrew Clinkman y Steve Marquette.
Seguidamente integran nuevas lecturas de Porto, Two or Three y Baal desde donde irán aflorando una gran variedad de climas y formatos instrumentales e impactantes aportes protagonizados por la batería de Phil Sudderberg, los teclados de Macie Stewart y el saxo tenor de Ken Vandermark.
En los difusos e hipnóticos perfiles que circundan al enlace entre Key for 23 pt. 1, Key for 23 pt. 2 y Roulette convergen exposiciones de infrecuente carácter tímbrico, solos de notable factura (con especial destaque de Macie Stewart en violín, Ken Vandermark en saxo barítono y Steve Marquette y Andrew Clinkman en guitarras), resoluciones colectivas de temperamento catártico y hasta la espectral aparición de un motivo musical que parece jugar con el estribillo de la canción tradicional mexicana La Bamba.
El álbum cerrará con una épica e irrepetible sección en la que se amalgaman los lejanos vestigios folclóricos que anidan en Alphaville #2, la incontrastable vitalidad rítmica emergente de Trance, los sugestivos vaivenes climáticos que exudan de Pickpocket #1 y la nostálgica introspección que se vislumbra en los tenues rasgos de Alphaville #1.
La agrupación Marker, con el consagratorio álbum doble New Industries, ha entregado una obra tan fascinante, compleja, entretenida, exigente e ingeniosa como un rompecabezas.
Un rompecabezas que merece el esfuerzo de intentar unir todas sus piezas.
El mundo es un rompecabezas cuyas piezas cada uno de nosotros arma de diferente manera (David Viscott)
Sergio Piccirilli