Brian Krock: Liddle
(Flip), Knuckle Hair, Memphis (Intro), Memphis, Saturnine, Heart Machine, Composition no. 23b, Spondulics, Please Stop
Músicos:
Brian Krock: saxo alto, clarinete, clarinete bajo
Matt Mitchell: piano, Fender Rhodes
Olli Hirvonen: guitarra
Marty Kenney: contrabajo
Nathan Ellman-Bell: batería
Simon Jermyn: bajo eléctrico en Memphis, guitarra barítono en Please Stop
Sello y año: Outside in Music, 2019
Calificación: Dame dos
Las acciones de los hombres son las mejores intérpretes de sus pensamientos (James Joyce)
El incomparable escritor irlandés James Joyce (1882-1941) es considerado -junto con el francés Marcel Proust, el checo Franz Kafka, el estadounidense William Faulkner y el argentino Jorge Luis Borges- uno de los literatos más influyentes y renovadores del siglo XX.
La obra de Joyce se distingue por ofrecer un profundo retrato de la naturaleza humana donde convergen su proverbial maestría en el uso del lenguaje y un innovador desarrollo de formas narrativas experimentales, tales como la técnica de cuño propio llamada “flujo de consciencia”, la desintegración del lenguaje convencional, la mezcla de unidades lexicales de distintos idiomas, la yuxtaposición de diferentes perspectivas estilísticas, la indagación en la escritura simbólica y el uso del monólogo interior y las asociaciones libres.
La producción literaria de James Joyce abarca -entre otras publicaciones- al volumen de poemas Chamber Music de 1907, los quince relatos cortos dedicados a la gente de su Dublín natal cristalizados en Dubliners de 1914, la novela semiautobiográfica y de sentido profundamente irónico Portrait of the Artist, as a Young Man publicada en 1916, la novela experimental Ulysses de 1922 (trabajo al que se considera su obra maestra y en el que ofrece una inversión irónica de la trama de La Odisea de Homero a través de una estructura episódica que mixtura diversas técnicas narrativas) y el complejo entramado argumental y la “concepción esférica” del inabordable Finnegan’s Wake (1939), obra donde amalgamó elementos de hasta sesenta idiomas diferentes, vocablos insólitos y formas sintácticas completamente nuevas.
En los postulados estéticos que ofrenda el promisorio compositor, saxofonista y clarinetista estadounidense Brian Krock en el magnífico Liddle, anida una inocultable, íntima y plurivalente relación -tanto explicita como implícita- con el singular temperamento literario que caracterizara al genial escritor irlandés.
Aquí, esa infrecuente ilación no se circunscribe -como luego detallaremos- al título del álbum y los nombres de algunos de los temas contenidos en él, sino que además parece extenderse al interés por abrevar en diversas fuentes de inspiración -abarcando un rango de influencias que va desde Anthony Braxton y Elliott Carter hasta Steve Coleman y Tim Berne- con el ánimo creativo de enhebrar un lenguaje musical propio que -en analogía con el pensamiento literario de Joyce- aun en sus pasajes más experimentales e innovadores, alcance a lucir riguroso y cohesivo.
La sólida formación académica de Brian Krock incluye la obtención de un máster en composición en la Manhattan School of Music de la ciudad de Nueva York y estudios junto al celebre jazzista Jim McNeely y con el destacado compositor de música clásica Dr. J. Mark Stambaugh.
En su ascendente trayectoria artística, Krock fue comisionado por Rufus Reid para componer a favor de la New York Youth Symphony, colaboró con la Metropole Orkest y la cantante Lalah Hathaway, participó como multi-instrumentista en las giras de los exitosos musicales Dirty Dancing y Flashdance: The Musical y en la obra de Broadway The Book of Mormon y ha tocado con luminarias del jazz como David Liebman, Jim McNeely, Jamie Cullum y Jon Faddis. Además ha sido galardonado con el Manhattan Prize en composición por su obra String Quartet No. 1 (2010) y fue acreedor de un premio otorgado por la prestigiosa American Society of Composer, Authors and Publishers (ASCAP), entre otras distinciones.
Brian Krock lidera la agrupación Life Size (banda con la que edita el álbum homónimo de 2014 en compañía de Frederick Menzies en saxo tenor, Olli Hirvonen en guitarra, Dan Rufolo en piano, Marty Kenney en bajo y Philippe Lemm en batería) y encabeza el fenomenal Big Heart Machine, ensamble cuyo debut discográfico se materializa en 2018 con el álbum del mismo nombre y que también integran Miho Hazama en la conducción, los saxofonistas, flautistas y clarinetistas Charlotte Greve, Timo Vollbrecht. Paul Jones y Jay Ratmann, los trompetistas John Lake, Nolan Tsang, Cody Rowlands y Kenny Warren, los trombonistas Nick Grinder, Chris Misch-Bloxdorf, Isaac Kaplan y Jennifer Wharton, la vibrafonista Yuhan Su, Olli Hirvonen en guitarra, ArcoIris Sandoval en teclados, Marty Kenney en bajo y Josh Bailey en batería.
Brian Krock, con Liddle, prolonga la intensidad sonora manifestada en Big Heart Machine pero utilizando un formato más reducido que incluye a algunos miembros de ese ensamble con el agregado de los sobresalientes Matt Mitchell (Matt Mitchell’s Phalanx Ambassadors, Dan Weiss’Starebaby, Tim Berne’s Snakeoil) en pianos acústico y eléctrico y Simon Jermyn (Simon Jermyn’s Trot a Mouse, Michaël Attias’ Electric Noon, Jeff Davis’ Lyonmouth) en bajo eléctrico y guitarra barítono.
En rigor, el título del disco enlaza esa reducción instrumental con un párrafo del libro Finnegan’s Wake de 1939 en donde James Joyce incluye la frase “liddle craythur” (“pequeña criatura” en anglo irlandés).
El álbum abre con el intrincado andamiaje estructural de (Flip), pieza que oficia como respuesta a una composición realizada por Andrew D’Angelo para el consolidado cuarteto Human Feel y que se afinca en algunos de los conceptos armónicos mencionados por el célebre compositor neoyorquino Elliott Carter (1908-2012) en su obra Harmony Book. El tema se aposenta en complejidades rítmicas, múltiples estratos texturales y un sofisticado ejercicio contrapuntístico que aparece subrayado por las formidables intervenciones solistas de Brian Krock en saxo alto y Matt Mitchell en piano y la vigorosa precisión que imparten desde el bajo de Marty Kenney y la batería de Nathan Ellman-Bell.
El intenso Knuckle Hair también se inspira en los estudios realizados por Krock sobre las enseñanzas de Elliott Carter plasmadas en Harmony Book. La pieza gira en derredor de una estructura polirrítmica a gran escala desde donde emergerán elementos de libre improvisación e inocultables referencias al rock progresivo. En un contexto de exposición colectiva de gran factura, sobresaldrá aquí la protagónica performance de Olli Hirvonen en guitarra.
Memphis (Intro) y Memphis fueron concebidas directamente en un software de audio mientras el grupo estaba de gira en la ciudad mencionada en el título. La primera parte ubicará en el centro de la escena a la guitarra de Olli Hirvonen para luego evolucionar a través de una línea melódica de sugerente lirismo sobre la que irán deslizándose la encomiable labor de Nathan Ellman-Bell en batería, las atinadas texturas que elabora Matt Mitchell en Fender Rhodes y las exquisitas apariciones solistas de Simon Jermyn en bajo eléctrico, Brian Krock en clarinete y Olli Hirvonen en guitarra.
A Painful Case (“Un triste caso”) es uno de los textos incluidos por James Joyce en el libro Dubliners de 1914. De un pasaje que alude al protagonista de ese relato proviene el título del tema Saturnine (“El señor Duffy aborrecía todo lo que participara del desorden mental o físico. Un médico medieval lo habría tildado de saturnino”). En las complejidades de la composición pergeñada por Brian Krock, vuelven a aflorar las referencias a conceptos esbozados por Elliott Carter en Harmony Book para construir una atmósfera densa y agobiante que resultará estratégicamente iluminada por los solos de Matt Mitchell en piano y del compositor en clarinete.
Tras los delicados trazos que dibuja Heart Machine -realzados por las cristalinas aportaciones del clarinete bajo de Brian Krock y la guitarra de Olli Hirvonen– sobreviene una impactante relectura de Composition no. 23b, pieza de Anthony Braxton extractada del disco Quartet: Live at Moers Festival 1974 en el que también participaran los legendarios Dave Holland en contrabajo, Kenny Wheeler en trompeta y Barry Altschul en batería. La versión ofrecida aquí será coronada por las protagónicas contribuciones de Matt Mitchell en piano y Brian Krock en saxo alto.
El título Spondulics (término que en la jerga inglesa del siglo XIX hacía referencia al dinero) proviene de Ivy Day In The Committee Room, otro de los relatos breves de James Joyce incluidos en Dubliners -“I wish he’d turn up with spondulics”; es decir “Ojalá hubiera aparecido con los espondúlicos”. Los afables contornos que recorre la pieza de Krock serán subrayados en su parte central por una formidable intervención solista de Marty Kenney.
El álbum cierra con la espaciosa y climática profundidad de Please Stop, tema donde ocupan un papel preponderante la guitarra eléctrica de Olli Hirvonen y la guitarra barítono de Simon Jermyn.
Liddle es una obra inteligente, minuciosa, creativa y que posiciona definitivamente a Brian Krock como uno de los compositores más promisorios y profundos de la música creativa contemporánea.
La cuestión suprema sobre una obra de arte es saber desde qué profundidad de vida surge (James Joyce)
Sergio Piccirilli