Kris Davis: Diatom Ribbons

 

KDDiatomsDiatom Ribbons; The Very Thing; Rhizomes; Corn Crake; Stone’s Throw; Sympodial Sunflower; Certain Cells; Golgi Complex (The Sequel); Golgi Complex; Reflections

 

Músicos:

Kris Davis: piano

Val Jeanty: electrónicos

Terri Lyne Carrington: batería

Esperanza Spalding: voz

Nels Cline: guitarra

Marc Ribot: guitarra

Tony Malaby: saxo tenor

JD Allen: saxo tenor

Trevor Dunn: bajo eléctrico, contrabajo

Ches Smith: vibráfono

 

Sello y año: Pyroclastic Records, 2019

Calificación: Excelente

 

La intersección del macro universo y el micro universo abre las puertas del lugar donde todas las cosas se fusionan armoniosamente (Henry Chang)

 

La creación artística aspira a manifestarse como una forma legítima de conocer y pensar, partiendo desde lo particular para constituirse en determinante de lo universal. En dicho proceso se articulan sensaciones, lenguajes simbólicos, metodologías y principios cuyos resultados dependen de la creación de significados y significantes, dedicación e inspiración y una equivalencia entre la idea general y los pequeños detalles que posibilite tomar distancia y ver el hecho artístico desde distintas perspectivas.

Esa alternancia entre lo micro y lo macro es, justamente, una de las características distintivas del enfoque composicional que identifica a la labor desarrollada por la extraordinaria pianista y compositora canadiense Kris Davis.

Durante el proceso creativo de su nueva propuesta discográfica, Davis estuvo investigando sobre un grupo de algas unicelulares que resultan fundamentales dentro de la cadena alimenticia: las diatomeas (“diatom”, en inglés).

La contrastante observación entre las imágenes satelitales de las diatomeas y un acercamiento por medio del microscopio, profundizaron los conceptos de composición que impulsan la obra de Kris Davis y, además, sirvieron como fuente de inspiración para su nuevo proyecto: Diatom Ribbons.

El prolífico y aclamado trayecto musical transitado por Kris Davis comprende colaboraciones como sesionista a favor de John Zorn, Terri Lyne Carrington, Craig Taborn, Don Byron, Tyshawn Sorey, Eric Revis, Tony Malaby, Ambrose Akinmusire y Mary Halvorson, trabajos junto a Michael Formanek (en Michael Formanek Elusion Quartet y Ensemble Kolossus), Ingrid Laubrock (en Ingrid Laubrock Anti-House), Tom Rainey (en el quinteto Tom Rainey Obbligato) y Devin Gray (Devin Gray’s RelativE ResonancE) y la participación en los colectivos 3D (con Tomasz Dabrowski y Andrew Drury), LARK (compartiendo créditos con Ralph Alessi, Tom Rainey e Ingrid Laubrock), Borderlands Trio (asociada a Stephan Crump y Eric McPherson) y Paradoxical Frog, trío que completan Ingrid Laubrock y Tyshawn Sorey con el que publica los álbumes Paradoxical Frog en 2010 y Union de 2013.

En la discografía solista de Kris Davis asoman su disco debut Lifespan de 2004 (donde fue secundada por Tony Malaby en saxos, Russ Johnson en trompeta, Jason Rigby en saxos y clarinetes, Eivind Opsvik en contrabajo y Jeff Davis en batería), The Slightest Shift en 2006 y Rye Eclipse de 2008 (ambos en cuarteto con Tony Malaby, Eivind Opsvik y Jeff Davis), sendos álbumes en trío con el contrabajista John Hébert y el baterista Tom Rainey (Good Citizen de 2010 y Waiting For You To Grow en 2014) y los discos a solo piano Aeriol Piano de 2012 y Massive Threads en 2013.

Su producción discográfica también incluye a Carpricorn Climber de 2013 (en compañía de Mat Maneri en viola, Ingrid Laubrock en saxo, Trevor Dunn en bajo y Tom Rainey en batería), Save Your Breath en 2015 junto al octeto Infrasound, la serie de dúos recopilados en Duopoly de 2016 (donde participaran Bill Frisell, Julian Lage, Craig Taborn, Angelica Sanchez, Billy Drummond, Marcus Gilmore, Tim Berne y Don Byron) y el dueto de pianos con Craig Taborn materializado en Octopus de 2018.

Ese notable cuerpo de trabajo desplegado por Kris Davis se prolonga ahora con el extraordinario Diatom Ribbons.

La apertura con el cautivante y perspicaz enfoque sonoro de Diatom Ribbons, tema que da título al álbum, encuentra sus pilares estructurales en una lograda convergencia entre el fraseo en piano preparado que elabora Kris Davis, los intrincados patrones rítmicos impartidos por la batería de Terri Lyne Carrington y la voz de Cecil Taylor manipulada desde los electrónicos de Val Jeanty. A partir de esos elementos fundantes, ingresará el contrabajo de Trevor Dunn para que la pieza evolucione en torno a dinámicas emparentadas con el hip hop -influencia aquí subrayada por una imaginativa labor de Val Jeanty– sobre las que discurrirán los coloridos aportes solistas de JD Allen y Tony Malaby en saxos tenores, la reformulación del motivo original de la composición y un desenlace colectivo de contornos deliberadamente difuminados.

A continuación, ofrendan una aquilatada relectura del tema de Michaël Attias The Very Thing, composición extractada del álbum Twines of Colesion de 2010 y que Kris Davis -además de incluirla con frecuencia en el repertorio de sus conciertos para piano solo- ha tocado en repetidas ocasiones acompañando en escena al grupo liderado por el propio Attias. El temperamento abstracto del original transmuta aquí en una narrativa más concreta y con un tratamiento que parece asemejarse al de un estándar de jazz. En el reposado y elegante distanciamiento que envuelve a esta versión se encadenarán la protagónica labor vocal de Esperanza Spalding, los precisos acentos que proveen el contrabajo de Trevor Dunn y la batería de Terri Lyne Carrington, las lejanas pero ilustrativas apariciones de Val Jeanty en electrónicos y una sosegada intervención solista de Tony Malaby en saxo tenor.

La estupenda Rhizomes es una pieza que originalmente fue concebida por Kris Davis para un ensamble extendido, en donde combinaba material escrito y conceptos de conducción emparentados con algunas ideas expuestas por Butch Morris y Anthony Braxton. Aquí, la compositora hace una recreación integral de la pieza para edificar un hipnótico groove nutrido por los precisos impulsos que emergen desde la batería de Terri Lyne Carrington y el bajo de Trevor Dunn, los vivaces ornamentos del vibráfono de Ches Smith y el fantástico aporte de Val Jeanty en electrónicos. La indisimulable fortaleza de ese andamiaje estructural oficiará, finalmente, como rampa de lanzamiento para una épica y efervescente aparición solista de Nels Cline en guitarra.

El insondable cuerpo de trabajo desplegado por el compositor francés Olivier Messiaen (1908-1992) lo constituye, sin lugar a duda, en una de las figuras más importantes de la música clásica del siglo XX. Messiaen estaba fascinado por el canto de los pájaros -de hecho, se consideraba a sí mismo tanto ornitólogo como compositor- y por ello integró los sonidos de esos cantos mediante modos de transposición limitada y coloración de acordes para crear muchas de sus obras. Desde composiciones orquestales como Réveil des oiseaux y trabajos camerísticos como en Le merle noir hasta piezas para piano solo como Catalogue d’oiseaux, Fauvette des jardins, Petites esquisses d’oiseaux.
La reconocida admiración de Kris Davis por el universo musical de Messiaen se extrapola al sugestivo e ingenioso relato materializado a través de Corn Crake. En el arco narrativo del tema aparecerán yuxtapuestos la formidable exposición pianística de Davis con los enrevesados patrones percusivos de la batería de Terri Lyne Carrington y una cardinal contribución por parte de Val Jeanty en electrónicos, abarcando un rango sonoro que va desde pistas de piano manipuladas en tiempo real hasta la voz del propio Messiaen imitando el canto de un ruiseñor.

Los asimétricos contornos que dibuja la intrigante Stone’s Throw -composición inspirada en el movimiento que realizan las placas tectónicas- serán subrayados por notables contribuciones solistas a cargo de Kris Davis en piano y Ches Smith en vibráfono.

Sympodial Sunflower es una pieza para dúo de piano y batería que, desde su título, remite al clásico de Duke Ellington Fleurette Africaine. Sin embargo, la mayor fuente de inspiración aquí han sido algunas piezas de tango escritas por Carla Bley y las recientes versiones ofrecidas por Davis de la composición de Bley Sing Me Softly of the Blues incluidas en los álbumes Octupus (a dúo con Craig Taborn) y New American Songbook, Vol. 2 (en solo piano). Todo se coronará mediante una impecable entrega por parte de Terri Lyne Carrington -alternando escobillas y baquetas- y la cristalina exposición de Kris Davis en piano.

La poeta y activista estadounidense Gwendolyn Elizabeth Brooks (1917-2000) fue la primera escritora de raza negra en ganar -por su obra de 1950 Annie Allen– el Premio Pulitzer de poesía. Uno de sus poemas, To Prisioners, será el nudo argumental sobre el que gira la idea de Kris Davis plasmada en Certain Cells. El texto de Brooks, aquí recitado por Esperanza Spalding, expresa -según afirma la compositora- los sentimientos de frustración y desilusión con respecto al estado actual de la política en Estados Unidos, pero también brinda una sensación de fortaleza y consuelo ante esa difícil circunstancia. El curso de la pieza será realzado con la encomiable precisión que destilan Terri Lyne Carrington en batería y Trevor Dunn en bajo eléctrico, los climas evanescentes elaborados desde la guitarra de Nels Cline y los electrónicos de Val Jeanty y una cardinal aparición de Ches Smith en vibráfono.

El aparato de Golgi es un complejo orgánulo presente en las células formado de múltiples dictiosomas y cuya función es completar la fabricación de algunas proteínas.

En ese elemento, precisamente, se fundan los principios centrales pergeñados por Kris Davis para los caóticos e impetuosos episodios que dictaminan a los temas Golgi Complex (The Sequel) y Golgi Complex. Las dos variaciones comparten una misma línea melódica, pero recorren paisajes sonoros diametralmente opuestos. La primera de ellas adquiere formas fragmentadas y marcados cambios dinámicos y la segunda transita un territorio dominado por una especie de catarsis colectiva. En ambos casos resultarán determinantes las aportaciones de Marc Ribot en guitarra, Val Jeanty en electrónicos y Terri Lyne Carrington en batería.

El álbum cierra con una insuperable versión de Reflections, composición de Julius Hemphill que en origen formara parte de su disco de 1975 Coon Bid’ness. La reinterpretación ofrendada por Kris Davis comprende una superlativa labor de conjunto en donde sobresalen, muy especialmente, los saxos de Tony Malaby y JD Allen.

Kris Davis en Diatom Ribbons elaboró una obra audaz, diferente e innovadora en donde la distancia que separa al detalle microscópico de la visión macroscópica dejó su lugar a la creatividad.

 

No hay distancias cuando se tiene un motivo (Jane Austen)

 

Sergio Piccirilli

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