Miles Okazaki: The Sky Below
Rise and Shine; Dog Star; Anthemoessa; Seven Sisters; Monstropolous; The Castaway; The Lighthouse; To Dream Again
Músicos:
Miles Okazaki: guitarras, electrónicos
Matt Mitchell: piano, teclados
Anthony Tidd: bajo eléctrico
Sean Rickman: batería
Sello y año: Pi Recordings, 2019
Calificación: Excelente
El mar es un antiguo lenguaje que ya no alcanzo a descifrar (Jorge Luis Borges)
Desde tiempos inmemoriales el mar -con su majestuosa vastedad e insondables misterios- ha sido una de las principales fronteras y territorio de viaje para el ser humano. Por ello es que diferentes civilizaciones y culturas han utilizado al mar a lo largo de la historia como una manera de entender y pensar el mundo.
Los viajes marítimos han estado motivados por ansias de conquista, la exigencia de emigrar, el interés de hacer proliferar al comercio o por una necesidad de exploración. Pero, en cierto modo, esos viajes también actúan como metáfora de la existencia del ser humano y pueden ser asociados a temas de valor universal como la búsqueda de la verdad, la felicidad, la espiritualidad, el conocimiento, la finitud de la vida y la relación del hombre con la naturaleza.
En consecuencia, no debe sorprendernos que el mar y la necesidad por recorrerlo hayan desempeñado un papel protagónico en el acontecer de las artes y la cultura en general.
De hecho, los temas marinos y los viajes náuticos han sido fuente de inspiración para grandes piezas musicales -pensemos en El Holandés Errante de Richard Wagner, La tempesta di mare de Antonio Vivaldi, La mer de Claude Debussy o Música Acuática de Georg Friedrich Händel- y también dieron vida a famosas obras pictóricas como La Tormenta en el Mar de Galilea de Rembrandt, La balsa de la Medusa de Théodore Géricault, La gran ola de Kanagawa de Hokusai o Impresión, sol naciente de Claude Monet, entre muchas otras.
Sin embargo, es en la literatura donde esa fascinación del hombre por el mar aparece documentada con irrebatible abundancia y singular fertilidad. Desde celebres novelas de aventuras como Moby Dick de Herman Melville, La isla del tesoro de Robert Louis Stevenson y 20.000 leguas de viaje submarino de Julio Verne hasta obras literarias esenciales que se sirvieron del mar para ahondar en los comportamientos humanos como El viejo y el mar de Ernest Hemingway, Tifón de Joseph Conrad o El rumor del oleaje de Yukio Mishima.
Algunos de los más reconocidos textos sobre el mar son, justamente, la fuente principal de inspiración para las composiciones pergeñadas por el guitarrista estadounidense Miles Okazaki en su más reciente producción discográfica: The Sky Below.
En este nuevo trabajo, Okazaki prolonga el arco narrativo iniciado en 2017 con el álbum Trickster –el cual estaba basado en la figura homónima presente en diversas mitologías y tradiciones folclóricas- para abarcar la misma temática desde la perspectiva clásica de los viajes oceánicos.
En palabras del propio compositor: “Si Trickster fue la introducción a los personajes, los temas de este álbum son sus hijos, con sus características, pero encontrando su propio camino. El vuelo del Trickster atraviesa el umbral del mundo mágico, cruza el mar y el cielo, visita islas antiguas, enfrenta tempestades, experimenta el abandono y regresa con historias para contar.”
La sobresaliente trayectoria desplegada por Miles Okazaki comprende una consolidada participación desde hace una década en el formidable Steve Coleman and Five Elements, las grabaciones junto a Jonathan Finlayson & Sicilian Defense (plasmadas en Moment and the Message de 2013 y Moving Still en 2016) y el fuerte enlace musical que mantiene con el baterista Dan Weiss, a quien acompaña en los discos Tintal Drumset Solo en 2005, Jhaptal Drumset de 2011, Fourteen en 2014 y Sixteen: Drummers Suite de 2016.
Además trabaja junto a Matt Mitchell en Phalanx Ambassadors de 2019, forma parte del Mary Halvorson Quartet (proyecto sobre composiciones de John Zorn cristalizado en Paimon, Book of Angels Vol. 32 de 2017) y Amir ElSaffar’s River of Sound en Not Two de 2017, secunda a la cantante Jane Monheit en los álbumes Taking a Chance on Love de 2004, The Season en 2005 y Surrender de 2007 y al saxofonista Patrick Cornelius en Maybe Steps de 2011 y While We’re Still Young en 2016 y realiza invaluables aportes como sesionista a favor de Jen Shyu (Jade Tongue en 2009), Adam Rudolph (Turning Towards the Light de 2015), Alexis Cuadrado (Poetica de 2016) y Rajna Swaminathan (Of Agency and Abstraction de 2019).
La aclamada discografía solista de Miles Okazaki incluye a Mirror de 2008 (álbum donde participaron Dan Weiss en batería y percusión y los saxofonistas Christof Knoche, David Binney, Miguel Zenón y Chris Potter), Generations de 2009 (con Miguel Zenón, David Binney y Christof Knoche en saxos, Jen Shyu en voz, Dan Weiss en batería y Jon Flaugher en bajo), Figurations en 2012 (allí en compañía del saxofonista Miguel Zenón, el contrabajista Thomas Morgan y el baterista Dan Weiss), el ya mencionado Trickster de 2017 (en cuarteto con Anthony Tidd en bajo, Sean Rickman en batería y Craig Taborn en piano) y el monumental box set Works de 2018 con versiones para solo guitarra de la obra completa de Thelonious Monk.
El álbum The Sky Below abre con Rise and Shine, composición inspirada en el pasaje bíblico del Genesis 8:6-7 que dice: “Pasados otros cuarenta días, Noé abrió la ventana que había hecho en la barca y soltó un cuervo. El pájaro voló ida y vuelta hasta que las aguas del diluvio terminaron de secarse sobre la tierra”. El curso ascendente de la pieza aspira a simbolizar el viaje imaginario de ese cuervo mediante una narrativa sonora de vibrante temperamento e intrincada ilación, donde se van amalgamando la precisión rítmica que propulsan la batería de Sean Rickman y el bajo eléctrico de Anthony Tidd con las protagónicas intervenciones de Matt Mitchell -alternando piano y Fender Rhodes- y Miles Okazaki en guitarra.
Dog Star se funda en un relato extractado del libro de Katherine Berry Judson de 1911 Myths and Legends of Alaska sobre la leyenda de la estrella Moon-Dog y el cuervo, ave que para los nativos de Alaska suele representar a un espíritu embaucador o trickster.
Una introducción en bajo a cargo de Anthony Tidd desemboca en un sincronismo colectivo donde sobresalen la labor de Matt Mitchell en Prophet-6 y el aporte desplegado por la batería de Sean Rickman. Desde esa plataforma instrumental emergerán luego la centralidad adjudicada a la guitarra de Miles Okazaki y una resolución grupal de rigurosa precisión.
Anthemoessa -título que alude al nombre de la isla de las sirenas citada por Apolonio de Rodas en el poema épico Argonáuticas– sigue una impronta evanescente y encantadora que estará dictaminada por las contribuciones de Miles Okazaki en guitarras acústica y eléctrica y la imaginativa aportación de Matt Mitchell en Prophet-6.
Seven Sisters es una composición dedicada a Wayne Shorter que abreva en un pasaje del segundo volumen de The Secret Doctrine -la obra más famosa de la escritora, ocultista y teósofa rusa Helena Petrova Bavatasky- referido a las Pléyades, nombre que en mitología griega alude a las siete hijas del titán Atlas y que en astronomía es utilizado para denominar al grupo de estrellas conocido como Las siete hermanas. Esas influencias se traducen en una composición dividida en dos capítulos claramente diferenciados: el primero sigue un trayecto introspectivo que parece invocar a la profundidad del océano y el segundo -subrayado por notables apariciones de Sean Rickman en batería y Miles Okazaki en guitarra- aspira a representar la grandeza del mapa celestial.
El intenso e impetuoso alegato ofrecido en Monstropolous -que incluye una descollante intervención de Matt Mitchell en teclados- se vincula con un fragmento de la afamada novela de Zora Neale Hurston de 1937 Their Eyes Were Watching God en el que su personaje central, Jane Crawford, sufre las consecuencias de un devastador huracán.
The Castaway debe su nombre al capítulo homónimo de la novela de Herman Melville de 1851 Moby Dick. La composición destila una sensación de soledad y recogimiento que será resaltada por las aquilatadas aportaciones de Matt Mitchell en piano y Prophet-6 y los imaginativos efectos de la guitarra eléctrica de Miles Okazaki.
Sobre la parte final del álbum, sobrevienen la inquietante sonoridad de The Lighthouse -tema con dedicatoria a John Coltrane basado en una frase de Samuel Beckett proveniente de su novela de 1951 Molloy– y los ensoñadores modos de nana que adoptará el cuarteto en To Dream Again, título referenciado en un fragmento de la monumental obra de teatro de William Shakespeare La Tempestad.
Miles Okazaki, en el estupendo The Sky Below, atraviesa mares, mitos, leyendas y mundos imaginarios para enhebrar un relato musical de indiscutible creatividad.
Solo la música está a la altura del mar (Albert Camus)
Sergio Piccirilli