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Ingrid Laubrock: Dreamt Twice, Twice Dreamt

 

Disco 1: Dreamt Twice

Dreamt Twice; Snorkel Cows; Drilling; I Never Liked That Guy; Down the Mountain, Down the Mountain

 

Músicos:

EOS Chamber Orchestra

Susanne Blumenthal: dirección

Ségolène de Beaufond, Mayumi Sargent Harada, Alex Semeniuc, Terese Pletkute, Volhar Hanchar, Christine Schäfer, Eva Csizmadia: violín

Pauline Buss, Lydia Haurenherm: viola

Mateusz Kwiatkowski, Tom Verbeke: cello

Pierre Dekker: contrabajo

Roland Meschede: flauta

Anja Schmiel: oboe, corno inglés

Blake Weston: clarinete, clarinete bajo

Eugenie Ricard: fagot

Susanne Knoop: trompeta

Chris Weddle: trompa

Matthias Schuller: trombón

 

Solistas

Ingrid Laubrock: saxo tenor, saxo soprano

Sam Pluta: electrónicos

Cory Smythe: piano, teclado de cuartos de tono

Robert Landfermann: contrabajo

Tom Rainey: batería

 

Disco 2: Twice Dreamt

Snorkel Cows; Drilling; I Never Liked That Guy; Down the Mountain, Down the Mountain; Twice Dreamt

 

Músicos:

Ingrid Laubrock: saxo tenor, saxo soprano

Cory Smythe: piano, teclado de cuartos de tono

Sam Pluta: electrónicos

 

Músicos invitados:

Zeena Parkins: arpa eléctrica

Adam Matlock: acordeón

Josh Modney: violín

 

Sello y año: Intakt Records, 2020

Calificación: Excelente

 

Todas las artes son acaso una forma de sueño (Jorge Luis Borges)

El sempiterno enlace entre los sueños y el arte, encuentra su punto de intersección en que ambos crean una realidad paralela atravesada por las emociones, creencias y experiencias almacenadas en el inconsciente. De hecho, en su momento el psicólogo y ensayista suizo Carl Jung llegó a afirmar que tanto el arte como los sueños emergen del inconsciente colectivo como “estructuras originarias que se expresan mediante imágenes simbólicas universales”.

Por lo tanto, podría colegirse que el inconsciente es en cierto modo responsable de la creación del arte del mismo modo que los sueños pueden ser tan o más reales que la propia realidad consciente; e incluso también es factible pensar que el arte -como expresa la célebre artista japonesa Chiharu Shiota- sea un “sueño trascendido que abre las puertas intermedias entre el mundo real y el mundo imaginario”.

Los sueños han sido la materia prima para numerosas obras de arte. El Mesías de Georg Friedrich Händel incluye compases que el compositor escuchó durante un sueño, Rafael aseguraba haber visto en sueños los rostros de sus famosas “madonnas”, El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde de Robert Louis Stevenson es la representación de un sueño del autor, la ópera El oro del Rin fue concebida por Richard Wagner mientras dormía a la orilla de un lago, Samuel Taylor Coleridge, al despertar de un sueño, recordaba los versos que luego incluyó en el poema simbólico Kubla Khan y fue un sueño el que llevó a Mary Shelley a escribir la novela Frankenstein.

El insondable lenguaje de los sueños es, precisamente, la fuente de inspiración en la que abrevó Ingrid Laubrock para concebir y elaborar el subyugante alegato estético contenido en el álbum doble que lleva por título Dreamt Twice, Twice Dreamt.

La nueva propuesta discográfica pergeñada por Laubrock documenta dos versiones diferentes -una para ensamble orquestal y otra en formato reducido- de cinco piezas basadas en algunos de los sueños que la compositora fue registrando en su diario personal a lo largo de una década.

El proceso creativo de la obra tuvo su punto de partida en una presentación llevada a cabo en la National Sawdust de Williamsburg (Brooklyn) durante la serie Stone Commissioning organizada por John Zorn y en la que Laubrock ofreció una versión inicial para piano, electrónicos, saxo y la adición de violín en algunos pasajes. 

Más tarde expande el formato con el agregado de arpa eléctrica y acordeón para la grabación incluida en el segundo disco de Dreamt Twice, Twice Dreamt y, finalmente, reinventa por completo el material de origen para entregar la lectura orquestal -aquí comprendida en el primero de los dos discos- que presenta junto al prestigioso ensamble alemán EOS Chamber Orchestra.

En el exuberante trayecto musical elaborado por la saxofonista y compositora alemana Ingrid Laubrock conviven los lideratos de las agrupaciones Ingrid Laubrock’s Anti House (banda donde participan Mary Halvorson, Kris Davis, John Hébert y Tom Rainey con la que edita los discos Anti-House de 2010, Strong Place en 2013 y Roulette of the Cradle de 2015), Ingrid Laubrock’s Ubatuba (quinteto que completan Tim Berne, Ben Gerstein, Dan Peck y Tom Rainey), el septeto Serpentines documentado en el álbum homónimo de 2016 (en el cual participan Peter Evans, Miya Masaoka, Craig Taborn, Sam Pluta, Dan Peck y Tyshawn Sorey), el trío Sleepthief que integra acompañada por Liam Noble y Tom Rainey y el estupendo proyecto orquestal Contemporary Chaos Practices de 2018.

Además, trabaja en formato de dúo con el baterista Tom Rainey (sociedad cuya discografía comprende las ediciones de And Other Desert Town, Buoyancy y Utter), forma parte de los colectivos Paradoxical Frog (donde comparte cartel con Kris Davis y Tyshawn Sorey), LARK (junto a Ralph Alessi, Tom Rainey y Kris Davis), Haste (en compañía de Hannah Marshall y Veryan Weston) y el cuarteto TISM, allí asociada a Sylvie Courvoisier, Mark Feldman y Tom Rainey.

También trabaja en un trío cooperativo con el contrabajista Stephan Crump y el pianista Cory Smythe (propuesta documentada en los discos Planktonic Finales y Channels), desarrolla sendos dúos con las pianistas Aki Takase en Kasumi de 2019 y Kris Davis en Blood Moon de 2020 y colabora como sesionista en los ensambles Mary Halvorson Octet, Kris Davis’ Capricorn Climber, Mike Reed’s Living By Lanterns, Anthony Braxton’s Falling River Music Quartet, Tom Rainey Trio, Nate Wooley’s Battle Pieces, Tom Rainey Obbligato, Luc Ex’ Assemblée y Perch, Hen Brock & Rain, entre otros.

Las cinco composiciones contenidas en Dreamt Twice, Twice Dreamt tienen como solistas en su primera versión (subtitulada Dreamt Twice) a Sam Pluta en electrónicos, Cory Smythe en piano y teclado de un cuarto de tono, Robert Landfermann en contrabajo, Tom Rainey en batería e Ingrid Laubrock en saxos tenor y soprano y cuenta con la invaluable participación de la EOS Chamber Orchestra que conduce Susanne Blumenthal.

En tanto que la versión incluida en el segundo disco –denominada Twice Dreamt– está protagonizada por Ingrid Laubrock en saxos tenor y soprano, Cory Smythe en piano y teclado de un cuarto de tono y Sam Pluta en electrónicos e incluye como músicos invitados en algunos temas a Zeena Parkins en arpa eléctrica, Adam Matlock en acordeón y Josh Modney en violín.

En ambas interpretaciones Laubrock exhibe -además de sus reconocidas dotes como instrumentista e improvisadora- la enorme evolución experimentada en aspectos compositivos durante los últimos años.

Los singulares postulados que enuncia la obra dejan entrever un pertinaz sentido de espacialidad asociado al expresionismo abstracto y el tratamiento del sonido como algo que tiene sentido más allá de la melodía o la armonía.

También en las ideas desarrolladas en Dreamt Twice, Twice Dreamt asoman incontestables influencias heredadas de compositores de música clásica contemporánea y que van desde los procesos aleatorios aplicados por el polaco Witold Lotoslawski, al empleo de inusuales agrupaciones de instrumentos y cierto apego a la ausencia de clímax provenientes del estadounidense Morton Feldman; y del concepto de masa sonora enarbolado otrora por el rumano György Ligeti hasta vestigios del minimalismo sacro expresado en la obra de la compositora rusa Sofiya Gubaidúlina.

El álbum da inicio con la pieza que le da título al primero de los discos; Dreamt Twice. En el curso evolutivo de la composición asoman sensaciones plásticas abstrusas y un temperamento onírico que se nutre mediante los sugestivos pasajes de dimensión orquestal protagonizados por la EOS Chamber Orchestra, las sutiles aportaciones de Sam Pluta en electrónicos, Robert Landfermann en contrabajo, Tom Rainey en batería y Cory Smythe -alternando piano y teclado de cuarto de tono- y una cardinal intervención de Ingrid Laubrock en saxo tenor.

En el episódico tránsito de Snorkel Cows se suceden un colorido segmento inicial encarnado por la batería de Tom Rainey, el contrabajo de Robert Landfermann y el piano de Cory Smythe, el sombrío paisaje sonoro que subrayan con precisión las cuerdas de la EOS Chambers Orchestra y una resolución trémula, introspectiva e impregnada de sonidos aletargados.

El extenso Drilling gesta un festín sensorial donde confluyen atmósferas contrastantes, relajación y tensión, picos dramáticos y profundos silencios. Durante su trayecto sobresaldrán -muy especialmente- el exquisito diálogo que entablan la batería de Tom Rainey con el contrabajo de Robert Landfermann y las abrasivas intervenciones de Ingrid Laubrock en saxos soprano y tenor.

En el críptico arco narrativo que traza I Never Liked That Guy aflorarán los atinados ornamentos orquestales que provee la EOS Chamber Orchestra, la imaginativa contribución de Sam Pluta en electrónicos y una crucial aparición solista de Ingrid Laubrock en saxo soprano.

La hipnótica Down the Mountain, Down the Mountain -composición que da cierre al primero de los discos incluidos en Dreamt Twice, Twice Dreamt– concilia sonidos aislados de larga duración a la Morton Feldman, sobrecogedores adornos en cuerdas, fantasmales apuntes en electrónicos y una apacible resolución de carácter espectral.

El segundo disco abre con una recreación de Snorkel Cows en un formato de trío, integrado por Ingrid Laubrock en saxo tenor, Sam Pluta en electrónicos y Cory Smythe en teclado de cuarto de tono y piano. La relectura del tema, pese a contar con una paleta tímbrica más reducida, destila encanto e imaginación y otorga mayores espacios para el lucimiento de los improvisadores.

En la reinterpretación de Drilling, el trío base suma al acordeón de Adam Matlock, el violín de Josh Modney y el arpa eléctrica de Zeena Parkins para ofrendar una versión más sombría e inescrutable que la incluida en el primer disco, pero igualmente atrapante y cautivadora.

En la intimista aproximación a I Never Liked That Guy ocuparán un sitial de privilegio los sucesivos diálogos que encarnan Cory Smythe en piano e Ingrid Laubrock, primero en saxo tenor y luego en soprano, y una intensa parte resolutiva dictaminada por los electrónicos de Sam Pluta. Mientras que la versión de Down the Mountain, Down the Mountain otorgará roles prominentes al acordeón de Adam Matlock, el saxo soprano de Ingrid Laubrock y el violín de Josh Modney.

El álbum cierra con los espacios contornos y solemnes tonos catedralicios esbozados por Twice Dreamt, pieza en la que tienen especial destaque el piano de Cory Smythe y los inusuales acentos que imparten los electrónicos de Sam Pluta y el arpa eléctrica de Zeena Parkins.

Ingrid Laubrock en Dreamt Twice, Twice Dreamt, partiendo del inasible lenguaje de los sueños, ha logrado hacer una obra compleja, profunda e indiscutiblemente creativa.

 

El mundo necesita soñadores y también hacedores, pero sobre todo, necesita soñadores que hacen (Sarah Ban Breathnach)

 

Sergio Piccirilli

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