Vadim Neselovskyi: Odesa: A Musical Walk Through a Legendary City
Intro to Odesa Railway Station; Odesa Railway Station; Winter in Odesa; Potemkin Stairs; Acacia Trees; Waltz of Odesa Conservatory; Odesa 1941; Intro to Jewish Dance; Jewish Dance; Interlude 1; My First Rock Concert; Interlude 2; The Renaissance of Odesa
Musico:
Vadim Neselovskyi: piano
Sello y año: Sunnyside Records, 2022
Calificación: Excelente
El lugar donde uno nace es la envoltura del alma (Hilaire Belloc)
El lugar donde nacemos y crecemos nos dictamina e identifica de por vida. Y más allá de los designios que pueda depararnos el destino, siempre permaneceremos ligados al sitio de donde provenimos e, invariablemente, nos emocionará recordar a nuestra tierra, nuestras costumbres y nuestra gente.
Aquellos que alguna vez han tomado la decisión de emigrar pueden llegar a sentirlo como un desprendimiento de las propias raíces o una triste despedida. Sin embargo, es preferible pensar que no se trata de una partida sino del inicio de un largo camino de regreso a casa. Una casa que, en los recuerdos, nunca dejaremos de habitar ni de amar.
El notable pianista y compositor ucraniano Vadim Neselovskyi, en el álbum Odesa: A Musical Walk Through a Legendary City, entrega una obra extraordinaria en la que, justamente, plasma su amor incondicional por la ciudad en la que nació.
Vadim Neselovskyi nace en Odesa (Ucrania) en 1977 y con sólo 15 años ingresa en el afamado Odessa Conservatory. Poco después se muda junto a su familia a la ciudad de Dortmund, Alemania, donde prosigue sus estudios en música clásica al mismo tiempo que se establece en la escena del jazz local.
Su creciente interés por el jazz lo llevará posteriormente a radicarse en Estados Unidos -país donde reside en la actualidad- para concurrir al prestigioso Berklee College of Music de la ciudad de Boston. Allí será encomendado para participar de una grabación promocional producida por Pat Metheny y de la que también formaron parte Esperanza Spalding y Christian Scott.
Más tarde resulta seleccionado por Herbie Hancock, Wayne Shorter y Terence Blanchard para asistir becado al Thelonious Monk Institute. Durante esa etapa comparte escenarios con Herbie Hancock, John Scofield, Terence Blanchard, Chaka Khan, Kurt Rosenwinkel, Benny Golson y Dee Dee Bridgewater, entre muchos otros.
En 2005 se incorpora al quinteto de Gary Burton y graba el álbum Next Generations. Ese enlace musical se prolongará durante más de una década hasta el retiro escénico del vibrafonista acaecido en 2017.
Además, en años recientes colabora con John Zorn en el box set The Book Beriah (compartiendo créditos con Craig Taborn) y contribuye con un ensayo para la edición aniversario de la aclamada serie Arcana,
La discografía de Vadim Neselovskyi abarca sus trabajos a dúo con el renombrado multi-instrumentista moscovita Arkady Shilkloper (Last Snow de 2013, Krai en 2014 y Lustrum de 2017), su debut solista en 2007 con Spring Song (en el cual es secundado por Amanda Baisinger, Eric Bloom, Oleg Osenkov y Pedro Ito), el solo piano Music for September de 2013 y Get Up And Go, de 2017, en trío con el baterista Ronen Itzik y el bajista Daniel Loomis más la participación de Sara Serpa como vocalista invitada.
Ahora, con la edición de Odesa: A Musical Walk Through a Legendary City, el pianista y compositor odesita presenta la obra más personal de su trayectoria.
La ciudad de Odesa es una de las más grandes de Ucrania y tiene el puerto marítimo más importante de ese país. Los pasajes subterráneos que la caracterizan y sus joyas arquitectónicas de estilo barroco -tales como la Catedral de la Transfiguración, la estación de trenes Odesa-Glavnaya, las esculturas del Parque Taras Shevchenko y la Ópera de Odesa- motivaron que recibiera la denominación de “La Perla del Mar Negro”.
A pesar de su belleza, la ciudad de Odesa -nombrada así tras su toma por parte del imperio ruso conforme al Proyecto griego de Catalina, la Grande- ha transitado dramáticos cambios y complejas circunstancias políticas a lo largo de la historia.
En la segunda guerra mundial estuvo ocupada por fuerzas rumanas y alemanas (ocupación que dio lugar al llamado Holocausto de Odesa), en 1944 fue liberada por el Ejército Rojo, en 1991 se convirtió en un estado independiente tras la disolución de la Unión Soviética y, actualmente, padece el conflicto bélico de público conocimiento que involucra a Ucrania en su conjunto.
El eje creativo pergeñado por Vadim Neselovskyi para la elaboración de Odesa: A Musical Walk Through a Legendary City aspira a “mostrar” la ciudad de Odesa al oyente -como si se tratara de una obra de teatro interactiva- a través de piezas que simbolizan lugares, recuerdos personales y referencias históricas.
Una de las principales fuentes musicales en las que abrevó Neselovskyi para componer esta obra fue la célebre Cuadros de una exposición de Modest Músorgski, suite para piano de 1874 inspirada en diez pinturas y dibujos incluidos en una exposición póstuma del escultor, arquitecto y pintor ruso Viktor Hartmann.
Odesa: A Musical Walk Through a Legendary City se grabó entre los días 24 y 26 de agosto de 2020 en el prestigioso Sendesaal de la ciudad de Bremen y el 4 de septiembre de 2021 en Riverside Studio Cologne (Colonia, Alemania).
El imaginario paseo musical a través de Odesa propuesto por Vadim Neselovskyi, da inicio con el rapsódico temperamento cristalizado en Intro to Odesa Railway Station y la inquietante emotividad narrativa que destila Odesa Railway Station.
La célebre estación de trenes de Odesa (inaugurada en 1882, destruida durante la segunda guerra mundial y reconstruida en 1952) en la que se afincan esas dos piezas, se encuentran teñidas por recuerdos de la infancia del compositor y terminan dotándole de un valor simbólico que el propio Neselovskyi describe como “un punto de partida, un punto de llegada y también un lugar para el reencuentro”.
Ese núcleo temático aparece subrayado mediante la conjunción de variados recursos técnicos, el inocultable apasionamiento interpretativo y un ingenioso enfoque del instrumento que aspira a representar el sonido característico de los trenes de fabricación soviética en los que el pianista odesita viajaba cuando era niño.
La sobrecogedora ternura del brumoso Winter in Odesa parece capturar en términos pianísticos -mediante delicados fraseos que eluden las florituras innecesarias– las inclemencias del invierno en Odesa y la belleza de sus calles cubiertas de nieve, pero como si el paisaje fuese observado a través de una ventana.
La Escalera Potemkin es uno de los símbolos de Odesa ya que conecta el casco viejo de la ciudad con la zona portuaria del Mar Negro. Ese lugar fue inmortalizado por el cineasta soviético Serguéi Eisenstein en su película de 1925 El acorazado Potemkin.
En la mítica escena de la escalera de Odesa -sin lugar a duda, una de las más famosas de la historia del cine- los soldados masacran al pueblo reunido en la escalinata para acabar con su revuelta contra el imperio zarista.
Esos elementos -tanto el cinematográfico e histórico como el puramente arquitectónico- se amalgaman para dar vida al intenso dramatismo relatado por Vadim Neselovskyi en la composición que lleva por título, precisamente, Potemkin Stairs.
Los delicados trazos melódicos del espacioso Acacia Trees extrapolan las fragancias del aire marino y las acacias florecidas –un símbolo de la ciudad de Odesa– a través de un enunciado estético que conjuga vestigios musicales del prólogo y el epílogo de Odesa: A Musical Walk Through a Legendary City, con lejanas referencias a la opereta póstuma del compositor Isaak Osipovich Dunayevsky White Acacia de 1955.
En tanto que la burbujeante elegancia de Waltz of Odesa Conservatory encuentra fundamento inspiracional en los recuerdos atesorados por el compositor durante su ingreso en el Conservatorio a la edad de quince años.
Las tres piezas siguientes (Odesa 1941, Intro to Jewish Dance y Jewish Dance) se entrelazan para rendir un sentido homenaje a la población judía de la ciudad de Odesa.
Odesa 1941 remite al exterminio de judíos cometido en 1941 por tropas rumanas y alemanas, tragedia a la que también se conoce con el nombre de El Holocausto de Odesa.
La composición elaborada por Vadim Neselovskyi transita entre lo sombrío, la opresión y el dolor; pero también incluye una breve cita de la canción tradicional hebrea Hava Nagila (en español, “Alegrémonos”) que anticipa el jubiloso temple que emerge desde las raíces folclóricos judías recorridas por Intro to Jewish Dance y Jewish Dance.
Los joviales contornos que dibuja el breve Interlude 1 empalman con la fortaleza rítmica de My First Rock Concert (pieza basada en Blood Type, canción perteneciente a la estrella del rock soviético Víktor Tsoy y que Neselovskyi usa para rememorar el primer concierto de rock al que asistió) para luego reformular una variación del motivo original en el vibrante Interlude 2.
La obra concluye con el esperanzador alegato final enunciado por The Renaissance of Odesa.
Vadim Neselovskyi, en Odesa: A Musical Walk Through a Legendary City -a pesar de las actuales dificultades que atraviesa Ucrania-, elude el discurso panfletario y privilegia la búsqueda de la belleza para ofrendar un magnífico, creativo y apasionado tributo a la ciudad que lo vio nacer.
Podemos arrancar al hombre de su país, pero no se puede arrancar el país del corazón del hombre (John Dos Passos)
Sergio Piccirilli