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Kate Bush: Aerial

CD 1: A Sea of Honey: King of the Mountain, Pi, Bertie, Mrs. Bartolozzi, How to Be Invisible, Joanni, A Coral Room.
CD 2: A Sky Of Honey: Prelude, Prologue, An Architect´s Dream, The Painter´s Link, Sunset, Aerial Tal, Somewhere In Between, Nocturn, Aerial

Kate Bush
Músicos
:
Kate Bush (piano, teclados,voz)
Eligio Quinteria, Dan McIntosh (guitarras)
Richard Campbell, Susanna Pell (violín)
Chris Hall (acordeón)
Gary Brooker (óragano Hammond B-3, voces)
Del Palmer, Eberhard Weber, John Giblin (bajo)
Peter Erskine, Stuart Elliott, Steve Sanger (batería)
Bosco D'Oliveira, Robin Jeffrey (percusión)
Lol Creme, Paddy Bush, Michael Wood (voces)

Emi, 2005

Calificación: ¡Me los llevo todos!

Lo primero que tengo para decir después de haber escuchado el disco, es que es sencillamente emocionante. Su voz se desliza sobre loops, instrumentaciones o solo piano, esa típica voz en la que uno se sumerge, se traslada, reposa y encuentra emociones de todo tipo, voz que logra un grado de expresividad único, y que despues de doce años de silencio nos vuelve a sorprender.
Doce años de silencio, sí. Ése es el tiempo que pasó desde Red Shoes (1993); y en el medio, cantidad de historias… y ella simplemente estaba siendo madre y ocupándose de las tareas domésticas.

Este nuevo trabajo, en formato doble, viene a colocarla nuevamente donde se merece: entre las cantantes más importantes de este siglo. Nada es comparable al universo de Kate Bush si adivinamos cuánto ha influido este universo en cantantes como Bjork, Tori Amos sobre todo, o Fiona Apple, cantantes que cada una a su manera supieron sintentizarla de manera distintas, porque es una artista con distintas caras y todas por demás interesantes
A este nuevo disco le dedicó alrededor de seis años para no dejar nada librado al azar, trabajando en los arreglos, en las sonoridades, en los pequeños detalles, grabado entre su estudio casero y el mítico Abbey Road, dando forma a un disco que con el tiempo será recordado como de lo mejor de esta década, escasa por cierto de obras tan trascendentes.
No quiero caer en comparaciones, porque no tiene con quién compararse; pero la contundencia del trabajo la distancia de estos lugares y quizás sea así… quizás ella no pertenezca aquí y cada tanto comparta con nosotros -simples mortales- sus sueños vueltos canción…

El disco, como mencionamos anteriormente, se divide en dos: el primero A Sea Of Honey, un disco de canciones y la segunda parte A Sky Of Honey, una suite de cuarenta minutos.

A Sea Of Honey
King Of the Mountain es el tema que abre el disco y la referencia es para Elvis; su voz se desliza sobre un loop, se apoya en la delicadeza de las cuerdas que constrasta con el ritmo reggae que le impone la guitarra a la canción, y sobre el final las voces que vienen desde otro lugar, no de esta tierra… tremenda canción.
En Pi  la letra es toda una metáfora en sí misma; ritmicamente hipnótica… la delicadeza de su voz y de la guitarra acústica… apretamos el eject y volamos a su lado; y la línea de bajo que entabla conversacion con su voz doblada, para terminar repitiendo todos los números que se desprenden del enigmático 3.14… ¡¡¡nos está cantando números!!! Y es in-creí-ble.
Bertie canción que, dedicada a su hijo, desborda de ternura. La guitarra le imprime luz al tema, las cuerdas aparecen y desaparecen para darle apoyo a la voz en el estribillo, pareciera estar cantándola en una ronda, tomada de la mano de su hijo…
Mrs. Bartolozzi,  piano y voz; una canción de amor, por momentos, tenebrosa. ¡Qué capacidad de enrarecer el clima con tan poco! Se desgarra el sentimiento en su voz; bendito o no, a quien esté dedicada esta canción, presto atención a la letra… está dedicada a su… ¡lavarropas!
Genial.
How To Be Invisible; todo sigue enrarecido. Da la impresión que esto, en algún momento, explota; nos preparamos… pero no… al tema se acopla -hacia la mitad- un sonido escalofriante, que es roto por la guitarra y su clima ska… y todo sigue en la nebulosa… que termine por favor… silbido… y el tema se fue.
Joanni, dedicada a Juana de Arco, batería seca, cuerdas, líneas de bajo sintetizadas y sobre esto cabalga la voz de Kate, que al final de la canción -con la boca cerrada- emite un sonido con cierta violencia que se entremezcla nuevamente con un susurro pequeño y delicado. Equilibrio justo.
A Coral Room, tema dedicado a su madre; nuevamente voz y piano que logran ser, sin dudas, lo más emotivo del disco.
Fin de la primera parte.

A Sky Of Honey
Nueve canciones que pueden terminar resultando una sola; quizás lo mejor que ha hecho en toda su carrera, en esta especie de suiteen donde -cual Joyce- nos retrata el transcurso del día. Encontramos cantos de pájaros que se mixturan con su voz, voces de niños (el suyo por supuesto) todo resulta complejo y accesible en su música: sonidos flamencos, funkys, aires jazzeros… todo puede convivr en su universo y la línea que los separa desaparece; en el tema final, el cual le da nombre al disco Aerial, su voz se fusiona con la guitarra con ecos a la David Guilmour, su descubridor.
Fin de la segunda parte.

Existen autores, intérpretes, bandas, cantantes… y también existen artistas; y Kate Bush es una artista con todas las letras.
Bienvenida nuevamente, la espera fue demasiado larga, pero valió la pena.
Nada más para decir.

Cristian Woinarowski.

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