El Ojo Tuerto

Franz Ferdinand: Metidos En Un Baile

Luna Park – Buenos Aires
Martes 28 de Febrero de 2006 – 21:00 hs

Franz FerdinandComo sucede en estos últimos tiempos, el éxito inmediato de algunas bandas -sustentadas básicamente por cierta prensa- se nos presenta de manera vertiginosa: constante renovación de grupos que son lo nuevo e increíble… y mañana nadie se acuerda.

Franz Ferdinand irrumpió hace dos años en la escena; de tocar en fiestas para amigos… llegan a vender un par de millones de su disco debut, Take Me Out, punta de lanza de este éxito.

La fórmula: estribillos muy pegadizos combinados con un muy buen manejo del pulso de las canciones, sobre todo un pulso bailable. Su primer trabajo llevó como nombre simplemente Franz Ferdinand y no fue para tanto… pero la prensa se encarga del tanto, y sin terminar de digerir el primer disco… tomá: Could Have So Much Better… su segundo álbum, donde confirman las intenciones del primero y también buscan un sonido más rockero y por qué no alguna baladita, que se ausentaba en su debut…

Con estas referencias llegan a la Argentina como teloneros de U2; esto permite que puedan actuar solos donde hoy nos convocamos. Observo el escenario: apenas una gigantografía de la tapa de su segundo álbum, algunas luces, todo muy despojado. Nos ubicamos entre la gente (que es mucha); queda poco espacio, esperamos encontrándonos con algunos conocidos…. dale che… se apagan las luces y se enciende… Franz Ferdinand.

Mis pocas expectativas fueron superadas en los hechos.

Desde el instante en que comenzó el show, hasta el fin, fue una verdadera fiesta (es la mejor definición que puedo encontrar); la gente respondió con la misma energía que bajaba del escenario: una hora y media de saltar y no tener respiro, porque los temas se sucedían y no podías dejar de moverte…

La mayor virtud, musicalmente hablando, quizás también sea su defecto. Me refiero a que la propuesta de los de Glasgow es tener la pista de baile entre ojos con riffs de guitarra filosos y una marcada acentuación en el tempo, lo que produce que no puedas dejar de moverte  ¿Por qué digo que también es su defecto? Porque la propuesta, si bien es efectiva y el show fue muy bueno, por momentos me pareció bastante monótona; los temas, en su gran mayoría, terminaban a la misma velocidad; el baterista prácticamente hizo la misma base en todos los temas (hi-hat en contra del tempo, bombo en negra -base disco-), las guitarras acentuando el pulso bailable de cada canción con riffs explosivos, una buena línea de bajo… no hubo demasiadas sutilezas.

Y ésa fue una de mis sorpresas: por actitud, energía y volumen sobre todo, fue un show netamente rockero, y menos glam…, como uno podía presumir; pero es justo remarcar que la entrega de la banda convertía en detalle menor cualquier falencia de la misma.

Los cuatro escoceses, que visten elegante ropa de los ‘70s, terminaron el show con el baterista con el torso desnudo tocando con furia punk, el guitarrista con la camisa desprendida gritando los últimos temas, una energía desbordante por todos lados… marcando de manera bastante fiel de qué la fue el concierto.

Franz FerdinandDesde el principio…

Lo primero para destacar es que a pesar de ser en el Luna Park, con todo lo que implica en cuanto a sonido, la famosa bola de ruido se produjo pero no tanto; el sonido se fue acomodando a medida que pasaban los temas, hasta diría que sonó bastante bien.

La banda liderada por Alex Kapranos no escatimó nada de su repertorio, recorriendo a lo largo de una hora y media los temas de sus dos discos; sonaron Come On Home, la tarareable Do You Want To y Tell Her Tonight, la cual fue cantada por el guitarrista Nick McCarthy.

La parte más acústica, donde los presentes pudieron dejar de saltar, fue promediando el show con temas como Eleanor, Put Your Boots On  y Walk Away; y a continuación… todos a bailar nuevamente con Darts Of Pleasure y Dark Of the Matinee. Y, sin dudas, uno de los mejores momentos del show fue Take Me Out aunque hacia el final se destacó la versión del, para mi gusto, su mejor tema: Michael.

Abandonan el escenario por primera vez y regresan para hacer unos cuantos bises, donde se destacan Jacqueline y This Fire con el cual marcan el final; reverencia ante un público encendido y que no se quedó con las ganas de nada…

No hubo muchos detalles para destacar; la entrega y la energía de la banda (perdón que sea reiterativo) fueron las protagonistas de la noche; con mucha actitud y carisma sobre todo en su cantante, quien copia gestos de Bret Anderson (Suede), lograron que el Luna Park se convirtiera en una gran pista de baile donde los fans de la banda y los no tanto disfrutamos de un show sin fisuras, pero que también tuvo su costado predecible.

Quedó demostrado que no son algo pasajero; el vivo les sienta mejor, y esperamos ver hacia dónde encaminan su carrera.

Saliendo del recinto, mi fiel amigo Pablo estaba completamente exhausto y yo… como si no hubiese empezado el show.

Evidentemente a él le gustó más que a mí.

Cristian Woinarowski

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