Alex Acuña
Hasta que llegaste a Puerto Rico…
Cuando llegué a Puerto Rico… Me casé y nació mi hija mayor. Fue entonces que me decidí a ser un músico profesional… Por eso ingresé al Conservatorio…
¿Te hiciste profesional por una razón emocional?
No sé (sonrie)… El nacimiento de mi hija me llevó a decir “es otra boca para alimentar”. Un músico profesional tiene que estar preparado para tocar con una filarmonica o en una banda de rock. Para eso era necesario leer música, tener una formación musical completa… Esta profesión es muy competitiva.
¿Qué impacto tuvo en vos ese paso del músico autodidacta a la formación clásica?
Fue muy lindo. Descubrí cosas nuevas. Te das cuenta que no sabes mucho y luego terminás enamorado de la idea de ser un estudiante eterno…
Y ese aprendizaje continua…
Hasta el día que yo me muera.
¿Y qué aportó en tu formación academica el haber desarrollado antes un extenso período como autodidacta?
La naturalidad. El músico neto… Natural, absorbe mejor el conocimiento.
Tus raices latinas no te limitaron… ¿No corrias el riesgo de que te encasillaran en un estilo?
Cuando me llamaban para tocar era por ductibilidad. En esta epoca es mucho mas fácil encontrar músicos que pueden tocar diferentes estilos. Pero no era asi entonces…
La interacción multicultural se ha desarrollado mucho…
Ahora el que no toca todos los estilos es porque es un vago… Con acceder a internet consigues todo. Puedes escuchar música de Perú o China… De Rusia o del continente africano. Todo está al alcance de la mano.
Volvamos a Puerte Rico… ¿Por qué fuiste allí?
En Puerto Rico viví 10 años. En ese tour de 9 meses con Perez Prado recorrí todo Estados Unidos. De las Vegas a New York, de Chigaco a New Orleans. A veces por tierra a veces volando. Era extenuante… Se termina el contrato y… (Reflexiona) Recordá que era un muchacho muy joven. En aquel momento un muchacho latino de 18 años en Estados Unidos mentalmente equivalia a uno de 12.
¿Tanto?
No hablaba el idioma, la diferencia cultural, la estructura social completamente diferente. En aquella época la diferencia era mucho mayor que ahora.
Se terminó el contrato con Perez Prado…
¡Ah si! Él me propuso seguir en la banda e iniciar una gira por México y…
Y el muchacho de 18 con mentalidad de uno de 12 prefirio volver a casa… (Risas)
Exacto. Perez Prado me dió el pasaje y regrese con mi familia. Pero al llegar a Lima me rompí el brazo en un accidente automovilistico y tuve que quedarme 6 meses para recuperarme. Poco después empecé a tocar con un grupo de argentinos, brasileros, peruanos y chilenos… Y con Chano Scotty y su Combo Latino. En esa banda se tocaba de todo. Música de Sergio Mendes, música de Ray Conniff… de Tijuana Brass, latina al estilo de Tito Puente. Entonces nos contrataron para ir Texas por cuatro meses. Después de esa gira, nos consiguieron un contrato para ir a tocar a San Juan de Puerto Rico en un hotel. El que consiguió eso era un baterista argentino que se llamaba Cacho Gomez y que tocaba con Xavier Cougat pero no dominaba todos los estilos. Muy buen músico pero estaba algo limitado. Asi que me llamaron… Cuando llegué me dije: “Aquí me quedo”. Fue un sueño ya que allí pude aprender más sobre la música afro-cubana. Después conocí a mi primer esposa. Y me fuí al conservatorio. Es el día de hoy que me siguen considerando de Puerto Rico porque participe en el primer grupo de jazz. Tocabamos en el canal 6 todos los Lunes en un programa…El taller de jazz. De alguna forma nos constituimos en los pioneros del jazz de Puerto Rico.
