Jessica Lurie

Jessica Lurie nació en Seattle pero actualmente vive en New York. Compositora, saxofonista, flautista, cantante, artista multimedia, líder de un sello discográfico y vaya a saber cuántas cosas más…
Ha liderado o integrado bandas esenciales de la escena de la nueva música creativa, tales como Tiptons Sax Quartet (derivado del Billy Tipton Memorial Sax Quartet), The Living Daylights, el grupo de música latina La Buya y el Jessica Lurie Ensemble.
Sus proyectos han integrado a destacados músicos estadounidenses como Scott Amendola, Todd Sickafoose, Jon Evans, Nels Cline, Allison Miller, entre otros, pero también a europeos como los italianos Zeno de Rossi, Danilo Gallo y Giorgio Pacorig.
Estableció diferentes colaboraciones en dueto: con el percusionista Andrew Dury en This is What It’s Like to Be y con el baterista de Seattle, Will Dowd, en School Of One.
La música de Lurie recorre un amplio espectro. De folk americano al free jazz. De música del este europeo a ritmos latinos, del groove al rock y del klezmer al funk.
En su último disco Licorice & Smoke reunió un auténtico seleccionado integrado por Nels Cline, Todd Sickafoose y Scott Amendola.

En su profusa trayectoria como sesionista ha colaborado con Bill Frisell, Skerik, Eyving Kang, Wayne Horvitz, Paul McCandless, Steven Bernstein, The Indigo Girls, The Pat Grainey Dance Company, The SHUA Dance Group, etc.
Su música ha recibido apoyo del CEC Artslink, The National Performance Network, Arts Trust Seattle, The Croatian Ministry of Culture y Washington State Arts Commissions… además de nuestro apoyo, claro está.
En el 2000, Lurie creó su propio sello Zipa! Music.
Se desempeña periódicamente como docente participando en clínicas y workshops alrededor de todo el mundo.

Ha trabajado junto a una asociación cultural con base en Montepulciano, Italia, llamada I Metropolizani. Juntos desarrollaron la obra multimedia La Luce Azzurra basada en la novela de James Baldwin “Sonny’s Blues” en la que también participa el artista visual Danijel Zezelj. Con este último (además de haberse casado) ha elaborado una serie de actividades multi-media, varias de ellas en curso actualmente como City Dreams/Shop of Wild Dreams.
Tuvimos el privilegio de charlar con ella. Nos encontramos con una persona inteligente, apasionada, de firmes convicciones y… bueno… si quieren saber más: pasen y lean, que es gratis, por ahora.

Pienso que el mejor lugar para empezar esta charla es referirnos a “Licorice & Smoke”…

Era el tiempo apropiado para que hiciera un nuevo CD. Mi trabajo anterior “Zipa Buka!” había salido en el 2002 y tenía un manojo de nuevas canciones que quería sacar y que además había estado tocando en vivo durante el año pasado. Estaba convencida de que quería trabajar con Scott Amendola, Nels Cline y Todd Sickafoose como banda-base. Ya habíamos llevado a cabo varias giras juntos en los Estados Unidos y entre nosotros existía una fantástica interacción. Además, son unos tipos excitantes para tocar. También sabía que para este trabajo estaría más enfocada en cantar… De hecho lo hago casi en la mitad del disco.

“Licorice & Smoke” es un álbum muy complejo sobre todo por la colisión de influencias y no me refiero sólo a géneros musicales, sino también a la reunión de “voces” provenientes de un montón de regiones distintas. ¿Podríamos meternos en la génesis conceptual de ese disco?

Hay muchas influencias en los temas, es cierto… música latina, klezmer, música de los Balcanes, folk americano… Supongo que estoy muy abierta a todo aquello que me inspira y, por lo general, la fuente inspiradora tiende a ser música folclórica de distintas partes del mundo. Me gusta el desafío de combinar esos elementos con aspectos del jazz y la libre improvisación; por ejemplo, tomar un arrullo folk llevándolo hacia el campo de la improvisación y agregándole efectos. Eso fue, en cierto sentido, un poquito experimental. Pero también creo que ese aspecto experimental se ligó apropiadamente y el resultado de las diversas expresiones musicales colectadas, realmente me gusta.

Sos uno de los pocos músicos de Estados Unidos que trabajan en forma consistente con músicos de otras latitudes. ¿Podés sentir esas diversas influencias culturales cuando la música está sucediendo?

Creo que he sido afortunada al encontrarme con muchos grandes músicos en mis viajes y mis giras. A través de festivales, jams espontáneas y colaboraciones, mis oídos y mis ojos se han abierto. Sucedió un montón de veces cuando viajé a Europa con “The Tiptons Sax Quartet”, con “Living Daylights” y con mi propia banda, el “Jessica Lurie Ensemble”. Te eleva tocar con tanta gente diferente. Incluso a veces me piden que sea parte de sus proyectos o me dicen que necesito formar una banda para desarrollar mi música allí…Todas las influencias culturales emergen en las distintas personalidades musicales y en las diversas formas de expresarse. Como es lógico, encontré gente con la que puedo conectarme bien en lo musical y también con la que no; y eso ocurre tanto en Europa como en Estados Unidos o en cualquier otro lugar…
Sólo se trata de estar predispuesto a escuchar y dialogar y encuentro que ese propósito tiene más que ver con la persona que con el lugar de donde provenga. Los músicos que son más versados y dúctiles en un estilo, ciertamente traerán eso a la mesa. Vos podés incorporarlo a lo tuyo si existe predisposición y viceversa. Encuentro esa interacción definitivamente excitante, en especial cuando el sonido surge de un lugar nuevo para mí; y mucho más, si puedo también ir a explorar junto a quienes le dan origen…

¿Cuáles son las principales diferencias entre “Licorice & Smoke” y tus trabajos anteriores?

Canto más en “Licorice & Smoke” que en mis otros discos y utilizo muchos más efectos mientras toco. También, de alguna manera, traté de hacer algo más accesible, más relacionado con las canciones en sí que con largos solos… ¡aunque también los hay! (risas). E intenté brindarle mayor orquestación y arreglar un poco más que lo habitual, aprovechando que contaba con grandes músicos como Nels (Cline) para desplegar arreglos complejos en ciertas canciones.

Nels (Cline), Scott (Amendola) y Todd (Sickafoose)… es un auténtico dream team… ¿Cómo lograste juntarlos (risas)?

Conocí a Scott cuando “The Tiptons” compartió escenario con “Oranj Symphonette” en San Francisco en 1995. Desde ese entonces nos mantuvimos en contacto y tocando juntos por intervalos durante años. Scott también tocó en mi segundo disco de “Zipa Buka!” (Watch Out Noise) de 2002. A través de él conocí a Todd y Nels aunque sabía de ellos por sus discos y… ¡su música me encantaba! Todos ellos son muy inspiradores ya sea como personas o musicalmente hablando. Hice varios tours en la costa oeste con Scott, Nels y Todd y eso le dio sentido definitivo para intentar tenerlos como base de la banda para “Licorice & Smoke”. Ellos le aportaron mucho musicalmente a mis composiciones y espero que podamos continuar haciéndolo juntos con otros proyectos en el futuro.