Wynton Marsalis: From the Plantation to the Penitentiary
From the Plantation to the Penitentiary, Find Me, Doin´(Y)Our Thing, Love and Broken Hearts, Supercapitalism, These are Those Soulful Days, Where Y´All At?
Músicos:
Wynton Marsalis: trompeta, voz en Where Y´All At?
Walter Blanding: saxos
Dan Miner: piano.
Carlos Henríquez: bajo.
Ali Jackson Jr.: batería.
Jennifer Sanon: voz.
Blue Note, 2007
Calificación: Dame dos
Como se podrán imaginar por el estilo de discos que suelo comentar, no soy precisamente un seguidor de Wynton Marsalis; sin embargo cada tanto escucho en qué anda y hasta he tenido el placer de verlo en vivo y hasta cruzar algunas palabras. Amado y odiado, controversial, tal vez rígido en sus creencias y opiniones, es siempre una voz autorizada, inteligente, formada y fundamentada, sea lo que fuere que uno opine de él y de su trabajo.
Gracias a mi padre lo he tenido en vista desde sus comienzos con los Jazz Messengers de Art Blakey, quien era muy tonto para elegir a sus músicos siendo que de sus filas salieron Freddie Hubbard, Clifford Brown, Donald Byrd, Kenny Dorham, Lee Morgan, entre otros nenes. Para ser sincero, a veces su posición tan conservadora me ha aburrido; pero no cabe duda de que sabe de lo que está hablando y que conoce la tradición negra del jazz como pocos. Podríamos discutir años sobre si su visión es sesgada, parcial o no, si es demasiado cerrado y prejuicioso; pero lo que no deberíamos hacer es no respetarlo y sacarnos el sombrero por su talento y obra.
Es un tipo que, ante todo, es elegante en todo lo que hace; tiene esa impronta perdida de la vieja guardia, esa personalidad, integridad, exigencia y respeto. Recuerdo haberlo visto, en una magnífica actuación con la Carnegie Hall Orchestra, tocar fuera de micrófono con un manejo y soltura impresionantes. Maneja las dinámicas de un show verdaderamente acústico como pocos hoy en día. Luego del concierto hizo algo también inusual; salió al hall a saludar, firmar autógrafos y charlar con el público, al igual que sus músicos, con un profesionalismo y simpleza apabullantes.
Bueno, luego de esta no tan breve intro, vamos al disco. Se trata de una obra conceptual contestataria cantada, que trata ni más ni menos sobre el rumbo que ha tomado el país del norte y la exclusión de los negros o africanos-americanos para ser políticamente correcto, como el nombre del disco lo indica. Musicalmente nos muestra todos los antecedentes que existen sobre lo que hoy consideramos muchas veces de vanguardia o moderno; se pasea por cuanto ritmo latino o afro hoy escuchamos electrónicamente tratado, armonizaciones y melodías que pensamos innovadoras y hasta un casi rap.
Comienza con el tema que da nombre al disco, la disonancia de la línea vocal en relación a la banda muestra lo áspero de lo que se dice. Un groove mid-tempo excelente dónde el baterista tiene un rol casi de percusionista. Es todo en 6, esto lo digo por mis amplios conocimientos musicales (¡!) y no porque Marsalis se ocupe de aclarar en el booklet en cada tema los ritmos involucrados, como si tuviera una función didáctica…
Armonizaciones y solos impecables. El ambiente afro es muy marcado con el swing siempre presente. La banda, y no es de sorprender, es impecable.
Find Me es una habanera todo dulzura, una voz cristalina de perfecta afinación que canta cosas terribles como “I see starving people screaming… Where we stand? You and me…”; pequeñas disonancias nuevamente muestran esa mancha que se trata de disimular a toda costa, ese secreto terrible que la familia perfecta intenta ocultar de cualquier manera. El arreglo del tema es perfecto en todo momento, los solos en su lugar, todo en su lugar.
Doin´(Y)Our Thing comienza con un solo de contrabajo que da lugar a un tema que recuerda a aquellos de los sesenta, en los tiempos que se comenzaban a fusionar más fuertemente distintos estilos y se buscaban otras sonoridades; hasta –por la armonía- me trae algún recuerdo de los primeros tiempos de Zappa. Esto da lugar al swing y al volar. Aquí se vuela en primera, con habanos y todo, mucha elegancia y estilo. Es uno de los dos temas instrumentales del álbum.
Love and Broken Hearts es una preciosa balada en dónde critica fuertemente la actitud de ghetto de la gente de color y todo lo burdo de quienes se destacan en ese mundo. Lo hace desde la voz femenina, que les dice a los chulos y músicos baratos de fama rápida y mucho dinero que se guarden sus engaños y fraudes, que ella no es su puta, que es tiempo de velas y romance. Es una vaga descripción para una letra exquisitamente escrita e interpretada por la, ya a esta altura del disco, impresionante Jennifer Sanon.
Supercapitalism comienza con un swing furioso con Sanon a la cabeza, para luego pasar a un blues lento y sensual, volver a la furia y luego al mid-tempo. El tema va y viene mil veces. Una clase de swing, de sutileza, en fin de música. Desde las letras, ahora le toca al lucro desmedido, al afán casi adictivo de poseer todos los bienes materiales que se pueda y sin importar mucho cómo.
La otra composición instrumental es These Soulful Days; bueno… hay sólo una frase, es una balada para tomarse un whisky y fumarse un pucho.
Where Y´All At? es un llamado a todos aquellos que en la historia de los EEUU fueron revolucionarios y progresistas a despertarse, a sacudirse la modorra de la adultez y asumir una realidad que dista mucho de los ideales por los que pelearon o que alguna vez defendieron. Marsalis no se priva de nada y casi que rappea, pero old-fashion style, con tono negro y lenguaje y discurso de barricada. Queda claro por qué muchos lo detestan: dice lo que piensa y no se casa con nadie.
Estos músicos son técnicamente imponentes, sin sonar mecánicos como el rock y la fusión nos tienen acostumbrados. La grabación es impecable y la mezcla muy inteligente. Lejos de todos los artilugios modernos de sonido, edición y grabación y meses de pre y post producción, consigue un sonido impecable y un disco grabado en dos días.
Una joyita.
Federico Larroca