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Floratone-Floratone

Floratone, The Wanderer, Mississippi Rising, The Passenger, Swamped, Monsoon, Louisiana Lowboat, The Future, Take a Look, Frontiers, Threadbare

Músicos:
Matt Chamberlain: batería, percusión, loops
Bill Frisell: guitarra eléctrica, guitarra acústica, loops, voz
Tucker Martine, Lee Towsend: producción
Viktor Krauss: bajo
Ron Miles: corneta
Eyving Kang: viola

Blue Note, 2007

Calificación: Apoya vasos

Lo importante en la vida no es saber mucho, sino olvidarse de poco (Homero Expósito)

Floratone es un proyecto que reúne al guitarrista Bill Frisell y al baterista Matt Chamberlain con los productores Tucker Martine y Lee Towsend.
La base estructural de este experimento, cuya elaboración demandó más de dos años, fue una serie de improvisaciones a cargo de Frisell y Chamberlain más tarde esculpidas por Martine y Towsend mediante un arsenal de tecnología pesada que incluyó samplers, loops, efectos y manipulación de sonidos. Luego el proceso ingresó en una tercera fase de desarrollo con la incorporación de los invitados (Krauss, Kang y Miles), Finalmente, se reconsideró la obra a través de una rigurosa tarea de post-producción que terminó por transformar el material en canciones. Este recurso no es nuevo. Lo hicieron Miles Davis y Teo Macero en los albores del jazz eléctrico con Bitches Brew y On the Corner.
Muchos otros lo intentaron después con dispares resultados, siendo uno de los ejemplos más recientes (y destacados) de este concepto el álbum Prezens del guitarrista, compositor y productor David Torn.

Floratone es un conglomerado de jazz, funk, groove y música ambient, al que el propio Lee Towsend denominó pomposamente “música de raíces futuristas”. La presencia de Bill Frisell en este disco es un factor condicionante, pero eso no debe interpretarse como una garantía explícita. Frisell es un mago de la guitarra, es cierto, pero últimamente los conejos que saca de su galera son casi todos de peluche.
Algunos dicen que la inspiración es previa a la conciencia y que no está relacionada con la habilidad. En el terreno de la composición artística, se asocia a un brote de creatividad irracional e inconsciente. Sin embargo, técnica y destreza en la ejecución son independientes de la inspiración.
Me permitiré cierta licencia autobiográfica para explicar el concepto. Cuando cursaba el jardín de infantes (eso fue poco después del descubrimiento de la rueda) tuve un brote de inspiración que me condujo a la escultura. La conclusión de ese rapto creativo fue una obra en plastilina a la que llamé “La salchicha albiceleste” o “Trozo académico”. Rápidamente deduje que en realidad el brote no había sido de inspiración sino de sarampión.
Alrededor de los 8 ó 9 años me sentí impulsado a la literatura. Escribí un cuento bastante aceptable en un estilo que consolidaría con el tiempo: todos los textos posteriores parecían escritos por un niño de 8 o 9 años.
Ya en la adultez y con pocas esperanzas, intenté con la pintura; pero lo más exitoso que logré fue darle dos manos de barniz a un mueble.
Inspiración sin destreza no basta. Destreza sin inspiración, tampoco.
La ausencia de ambas mucho menos (para más datos, lea el párrafo anterior). Veamos qué hay de todo esto aquí…

El tema que abre Floratone es Floratone, lo cual no es un incentivo para derrochar imaginación. Mucho menos después de escucharlo. Una masa de efectos y loops que parece engrudo. Climas relajados y espacios abiertos que remiten a la música ambient pero con un nivel expresivo que conllevan la ingenuidad y candidez del arte naïf. Pasajes aleatorios con ecos lejanos de reggae mezclados (¿amontonados?) con introspectivas texturas de contraste. A veces con poco se puede decir mucho. Este tema es un buen ejemplo… de lo contrario.
La climática The Wanderer nos deposita en un apacible ámbito rural… muy próximo a la casa de Los Ingalls.
En Mississippi Rising, Frisell se calza la ropa de cowboy para cabalgar en el terreno del country. Y cuando decimos cowboy no nos referimos al espíritu indómito de un Buffalo Bill o la temeraria perversidad de un Billy the Kid, sino a la inocencia de Hoss Cartwright, el ingenuo grandulón de Bonanza. A la distancia suenan algunos desgarradores fraseos en guitarra que el trabajo de post-producción se encargo de relegar, casi como si tuvieran vergüenza de que alguien los escuche.

Según los griegos, la inspiración supone que el artista alcanza un estado de éxtasis, frenesí divino o locura poética que le permite transportarse más allá de su propia mente para recibir los pensamientos de los dioses. Platón, Teócrito, Pindaro y Aristóteles argumentaban que el artista se transporta temporalmente al mundo de la verdad o comprensión divina y es esa visión la que lo obliga a crear. Por lo tanto, las invocaciones a las musas son autenticas plegarias en busca de inspiración para recibir el aliento de los dioses. Literalmente, la palabra inspiración significa “recibir el aliento” y tiene sus orígenes en el helenismo y la cultura hebrea.
Homero destacaba la importancia que tienen en la inspiración, tanto los aspectos rituales como los orígenes divinos del aliento de Dios.
A su manera, Floratone parece rescatar el carácter ritual descrito por Homero. Pero no el gran poeta griego, sino Homero Simpson.

La situación mejora algo en The Passenger. Frisell entrelaza guitarra acústica y eléctrica mientras la percusión acentúa una atmósfera sugestiva y envolvente. El aporte de los invitados otorga mayor densidad estructural y los efectos y electrónicos matizan sin abrumar.
En Swamped, el guitarrista manifiesta su admiración por Wes Montgomery; pero decide expresar ese noble sentimiento a través de un inofensivo groove que oscila entre lo insulso, lo insípido y el insulto.
Monsoon arranca con una secuencia de friselltronics (que son como frippertronics con crisis de identidad) para luego adoptar algunos acordes a lo David Gilmour, el guitarrista de Pink Floyd.
Bien Frisell. Salvo lo anterior, lo posterior y esto.

Louisiana Lowboat ofrece una visión dietética del groove de New Orleans. The Future acepta de manera rutinaria y sin mucha convicción una dinámica propia del rock y Take a Look
¿Qué cosa relevante se puede decir sobre Take a Look? ¡Ah,sí! Es breve.
Frontiers es un arresto de post-modernismo montado sobre una plataforma de diseño cercano al drum’n’bass. Todo condimentado con algunos fraseos de guitarra que pueden llegar a resultarle familiares. En especial si usted es pariente de The Edge, el guitarrista de U2.
El cierre es con Threadbare, que en la escala de la diversión puede ubicarse entre hacer un voto de castidad y sufrir de catalepsia.

Los relatos del Pentecostés, al referirse a la inspiración, hablan de una negociación entre el espíritu divino y la conciencia humana.
Las sociedades nórdicas, al igual que los griegos, asocian la inspiración con un regalo de los dioses.
En cambio, la psicología compite con la naturaleza mística de la inspiración. Joe Locke sugería que las ideas se asociaban entre sí hasta transformarse en lo que llamó “pensamiento unísono repentino”. Sigmund Freud ubicó a la inspiración en el subconsciente. Carl Jung decía que el artista es alguien que se ha conectado con algo impersonal y que se ubica afuera de la experiencia individual.
Sea cual fuera su modelo, empírico o místico, la inspiración se encuentra por su propia naturaleza fuera de nuestro control.
Y, por lo que escuchamos, también esta fuera del control de Floratone.

El hombre debería decir mucho más de lo que pretende y pretender mucho más de lo que dice (Oscar Wilde)

Sergio Piccirilli

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