Ben Wendel

El saxofonista, multiinstrumentista y compositor Ben Wendel nació en Canadá pero creció y se desarrolló musicalmente en Los Angeles. Tras graduarse en el Eastman School of New York regresó a su ciudad de residencia, convirtiéndose en poco tiempo en uno de los principales animadores de esa escena.
Wendel es co-fundador de Kneebody, banda que ha oxigenado la escena del jazz combinando sofisticación instrumental con virtuosas improvisaciones. Este proyecto cooperativo, integrado por Adam Benjamin, Shane Endsley, Kaveh Rastegar y Nate Wood, representa un estado post-moderno de la música de fusión expresado a través de una densa y cohesiva amalgama de estilos que dan como resultado un vocabulario original y fresco. Propuesta materializada en los álbumes Wendel, Kneebody, Live Fall Tour 2003, Kneebody Live Volume One y su más reciente trabajo Low Electrical Worker, de 2007.

Sin embargo, la trayectoria de Ben Wendel excede los márgenes establecidos por su participación en Kneebody.
En la actualidad es uno de los sesionistas más requeridos de la costa oeste estadounidense. Su permanente vocación por interrelacionarse con músicos provenientes de diversas culturas y nacionalidades lo ha llevado a colaborar con el baterista cubano Ignacio Berroa, el pianista de Venezuela Otmaro Ruiz, la cantante chilena Jacqueline Fuentes, el pianista armenio Tigran Hamasayan y el cantante mexicano Marco Antonio Solís, entre otros. También tocó con músicos de la talla de Nels Cline, Dave Holland, Billy Higgins, Myra Melford, Lalo Schifrin y Bob Brookmayer.

Wendel ha trabajado con bandas como Blood, Sweet and Tears, la Todd Sickafoose’s Blood Orange y con la orquesta de hip hop Dakah liderada por Geoff “Double G” Gallegos, junto a quienes grabó Unfinished Symphony, Live at Grand Performance, Scion Sampler Dakah Live at the North Beach Jazz Festival.
Asimismo mantiene una prolongada sociedad musical con el icono del IDM (Intelligent Dance Music) Daedelus manifestada en discos como Meanwhile, Live Airplane Food, Invention, Daedelus, Tigerbeats 6 inc., AdventureTtime y Spacesettings.
También cuentan con sus servicios dos jóvenes pianistas: Tigran Hamasayan y Taylor Eigsti. Con el primero trabajó en el álbum World Passion y con el segundo lo hizo en Lucky to Be Me y en el que será su próximo álbum, Fallback Plan.
Wendel, además de lo señalado, compone música para películas, despliega una destacada labor como productor (recientemente produjo la Emerging Artist Series en el Madison Theater de Los Angeles) y tuvo tiempo para recibir un premio del ASCAP Jazz Composer.
Aprovechando un descuido en su ajetreada agenda, logramos entrevistarlo. Un tipo simple, directo y cálido que respondió a nuestras expectativas y, por suerte, a nuestras preguntas también…

Muchos te asocian con Los Angeles y es lógico ya que sos uno de los animadores de la escena de esa ciudad. Sin embargo naciste en Canadá…

Nací en Vancouver (Canadá) y mi familia se mudó a Los Angeles cuando yo tenía 2 años. Por supuesto tuve que pasar por el “duelo” de la ciudadanía pero, dentro de todo, lo viví bastante bien.

¿Cuáles fueron los motivos que te inspiraron para dedicarte a la música?

Siempre hubo música en mi familia. Mi mamá fue cantante de ópera por veinticinco años. Mi tía estudio piano en el Juliard. Mi abuela tocaba flauta con Toscanini. En casa había un equipo de música que siempre estaba encendido…

¿Y qué clase de música escuchabas?

La mayoría de los discos eran clásicos como Ravel, Strauss y todo eso. También algunos álbumes de jazz con lo mejor de Coltrane, Charlie Parker, Ellington… También recuerdo que había una estación de radio en AM en la que pasaban hip-hop veinticuatro horas al día. Supongo entonces que mis principales influencias iniciales fueron la música clásica, el jazz y el hip-hop.

¿Por qué razón escogiste el saxo? ¿Fue un álbum, un músico o simplemente te sentiste cómodo con el instrumento?

Tuve que elegir uno cuando estaba en el quinto grado de la primaria y… me gustó como lucia el instrumento (risas). Eso es todo lo que puedo decir al respecto…

Más tarde ingresaste en el Eastman College de New York; ¿qué recuerdo guardás de esa etapa formativa?

Fue una experiencia maravillosa, intensa y que además tuvo su recompensa. Involucrarse en una ciudad en donde no tenía nada para hacer, salvo ponerme a tocar y practicar todo el tiempo, fue grandioso.

¿En qué momento te diste cuenta que estabas convirtiéndote en un músico profesional?

Creo que fue alrededor de los 15 ó 16 años… Amaba la música. En aquel tiempo estaba tocando fagot en una orquesta y saxo en el ensamble de vientos de una banda de jazz. Empecé a participar en competencias de todo tipo y gané premios en varias de ellas. Creo que aquello ayudó bastante a que sintiera que todo eso era adecuado para mí.

Avancemos en el tiempo. Una parte central de tu actualidad musical la ocupa Kneebody. ¿Cómo describirías la música que hace la banda?

Siempre hemos tenido algunos problemas para describir nuestra música. Al fin y al cabo es mejor que la gente escuche uno de nuestros discos o concurra a ver un show…

O que lean mis comentarios sobre los discos que hacen…

¡Sí, claro! Pero después de escuchar los discos y concurrir a los shows (risas)

¿Cuál es la historia detrás del titulo del último álbum de la banda, Low Electrical Worker?

El culpable fue un colega tuyo. En un comentario sobre uno de nuestros conciertos en Italia, en un párrafo que aludía a nuestro bajista Kaveh Rastegar, al hacer la traducción al inglés apareció la frase “low electrical worker” (en inglés “low” es un adjetivo que significa “bajo”, pero nada tiene que ver con el instrumento del mismo nombre). Nos gustó como sonaba eso…

¿Cuáles son los próximos pasos de la banda?

Kneebody acaba de finalizar una gira por la costa este de los Estados Unidos. Estaremos haciendo unas pocas actuaciones en el oeste en noviembre, incluyendo el San Francisco Jazz Festival. Todos nuestros futuros shows se enumeran en nuestro website (http://www.kneebody.com/) y en MySpace (www.myspace.com/Kneebody)


Además de tu participación en Kneebody has venido desarrollando una intensa actividad que incluye giras y grabaciones con gente muy diversa. De hecho recuerdo que la primera vez que te vi en escena fue junto a la banda de Todd Sickafoose…

Todd (Sickafoose) es un gran compositor y un magnífico líder de banda. Además, en la actualidad, es uno de mis bajistas favoritos.

Contame brevemente algo sobre tu experiencia con Ignacio Berroa…

Es un baterista asombroso. Tocando con él sentís la abundancia de conocimiento y experiencia que tiene.

También mantenés una periódica colaboración con otro músico de origen latino como Otmaro Ruiz…

Otmaro (Ruiz) es originario de Venezuela y gracias a él he tenido la suerte de conocer su país. Compone música que combina con autenticidad la complejidad del jazz con varios ritmos de su tierra en particular y de Sudamérica en general. Un músico fantástico.

¿Qué significa para vos trabajar con una de las jóvenes promesas del piano de jazz como Taylor Eigsti?

Conocí a Taylor (Eigsti) en Los Angeles hace pocos años. Desde entonces hemos tocado juntos un montón, incluyendo su último álbum (se refiere a Fallback Plan, aún no editado). Es uno de los mejores pianistas que conozco. Técnica y tiempo impecables. Y un gran compinche también…

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