Por Los Codos

Jessica Pavone

Deduzco que tus canciones provienen de diferentes lugares y momentos, así que me gustaría profundizar sobre el proceso de composición, su forma y su frecuencia. ¿Sos una compositora de costumbre o de hábitos caóticos?

Sí… mis temas vienen de distintos lugares. Hablé antes de mis inspiraciones para …No Way to Say Goodbye y que Quotidian y Walking, Sleeping, Breathing fueron inspirados en gran medida por la naturaleza así como lo que compongo para el dúo con Mary (Halvorson) y The Pavones no refieren a eso. Esto depende del momento en que recibo la inspiración o del proyecto para el que esté componiendo. Definitivamente, podría considerarme una compositora de hábito. Por ejemplo, cuando estaba reuniendo la música para los primeros conciertos de …No Way to Say Goodbye, podía escribir un cuarteto a la semana.  Entonces me tomaba una semana de descanso y volvía a invertir una semana haciendo revisiones. En un período que fue de octubre a noviembre de 2007, escribí las primeras cuatro piezas; y entre enero y febrero de 2008, las cuatro siguientes. Solía empezar un lunes con las ideas iniciales y bocetos, lo que usualmente me tomaba todo el día. Una gran parte del proceso de composición ocurre haciendo la limpieza, saliendo a caminar o tomando una ducha. Me gusta sentarme en mi estudio a esperar que llegue algo, pero a menudo las ideas vienen cuando tomo un descanso o estoy hacienda otra cosa. Así que cuando tengo que componer, me aseguro de tener una tonelada de cosas para limpiar en la casa (risas). De hecho, tengo una canción para …No Way to Say Goodbye llamada Housework inspirada en eso. Leer a Paul Auster suele ayudarme también.  Imaginar a un escritor caminando alrededor de Brooklyn mientras espera que le llegue inspiración para escribir resulta en un universo similar y paralelo. Eso me brinda una sensación de camaradería en el desarrollo de una tarea solitaria. A veces tengo algo escrito el lunes, pero usualmente es muy poco. Siento como si la composición permaneciera dentro de mí hasta el martes a la mañana, momento en el que fluye y de ahí hasta el viernes armo la pieza.

Hablemos de otro de tus proyectos grupales, The Pavones…

The PavonesCuando comencé a escribir para The Pavones quise crear una situación en la que pudiera tocar el bajo, debido a que buscaba desarrollar esa habilidad. Comencé con el bajo en la secundaria pero nunca tuve uno y siempre usaba el de la escuela. Después de 1994 no volví a tocar un bajo hasta que en el 2002 un bajista amigo que dejó el instrumento, me dio el suyo y empecé de nuevo. También quería escribir para vientos ya que no hice mucho de eso. Inicialmente tenía muchas influencias diferentes, pero después de tres años componiendo para la banda, mi rutina de exploración se basa en mi fascinación por Booker T and the MG’s. Me encanta cuando canciones que son tan simples suenan tan bien. Y eso pasa por la forma sutil de los acordes o las notas y la exactitud de su ubicación en la música.

Todos los integrantes de The Pavones, además de representar diferentes influencias son, al mismo tiempo, líderes de sus propios proyectos. ¿Es duro compatibilizar eso?

Todos los músicos que elegí para trabajar tienen su voz individual y su enfoque propio y eso evita que terminemos sonando como una banda de covers. ¡Adoro los músicos de esa banda! (exclama) Han pasado muchas personas diferentes pero finalmente ajustamos la formación con Peter Evans, Matt Bauder, Michael Attias, Brandon Seabrock y Harris Eisenstadt. Amo la forma en que cada uno de ellos aportó a la música su estilo personal. Seria aburrido si ellos sólo leyeran todo tal cual lo escribí. La música es relativamente simple y se basa en gran medida en el sentimiento. Cada uno tiene una aproximación musical diferente, lo cual hace todo más interesante aún. Escogí estos músicos por sus habilidades pero también porque todos ellos son amigos míos, ya que necesito trabajar con gente con quienes sienta una conexión personal. He trabajado con la mayoría de ellos en otros proyectos y hemos pasado gratos momentos fuera de la banda también.

¿Te sentís más satisfecha creando tu propia visión o es más importante para vos tener gente alrededor trayendo sus propias ideas?

Soy menos un fan de la colaboración y estoy más interesada en liderar un grupo o estar involucrada en una banda en donde cada uno está liderando alguna función, como si fuese un sesionista. Si tengo una visión de algo, lo más probable es que quiera hacerlo a mi manera o ver por mí misma cómo se desarrolla el proceso. Colaborar requiere un compromiso similar aunque no necesariamente sea lo que estoy buscando. Los dos grupos en los que estoy involucrada en ese tipo de colaboración son el Mary and Jess Duo y The Thirteenth Assembly. En ambos proyectos, cada persona contribuye con sus propias composiciones a la banda y la música se integra en conjunto. Esos trabajos son los más cercanos que tengo a una colaboración. Aunque sea de ayuda traer una pieza y aceptar sugerencias del grupo me parece que, al fin de cuentas, quiero tener la decisión final acerca de mi propio trabajo. Tal vez cambie esta apreciación en el futuro pero realmente no veo ninguna verdadera colaboración a desarrollar en el futuro inmediato.

¿Qué diferencias encontrás, en términos de sensaciones, cuando tocás algo de otro compositor en relación con tus propias composiciones?

Me encanta tocar la música compuesta por otra gente tanto como hacerlo con mis propias composiciones. Tocar la música que hizo otro es una experiencia de aprendizaje. Siempre me resulta interesante ver la manera en que otro se aproxima al proceso de la composición. A menudo me encuentro comparando la manera en que otros componen con la forma en que yo lo hago. Me ayuda a pensar porque nunca compuse así y porque lo hago de la manera en que lo hago. Nunca pienso como un intérprete de música y eso te permite añadir mucho de tu personalidad y estilo a la misma.

Durante el siglo pasado se desarrolló un largo debate, que llega hasta nuestros días, para decidir si la música era un arte mimético o no. En ese sentido, ¿creés que la música representa algo más que sonidos, tales como sentimientos, visiones, ideas o el estado general de las cosas?

Como artista, tomo toda la música que hay a mí alrededor y las experiencias de la vida y dejo que se fundan en una sola cosa hasta expresarse en mi propia voz. No puedo negar que recibo influencias de un montón de la música que escucho; pero pienso que aunque sólo recreara eso, de todas maneras seria único porque al mezclarse con mi personalidad se transformaría en una cosa nueva y diferente. La música representa otras cosas más allá del sonido. Antes te comentaba el inexplicable sentimiento que me provoca escuchar a Leonard Cohen. Hay algo en él que hace que me disuelva en el piso. Creo que se entiende que eso sucede porque evoca un sentimiento en mí. De la misma manera, cuando escucho cierta música que compuse en diferentes momentos, puedo escuchar en ellas qué es lo que estaba pasando en mi vida cuando las escribí.

Otro aspecto del proceso creativo es la naturaleza de su fuente. Muchas veces, las personas creativas no pueden precisar de dónde proviene la idea. Es como si creyeran que hay una fuente más allá de sí mismos. Esa fuente, cualquiera sea, tiene diferentes nombres en diferentes disciplinas. En psicología, lo llaman el inconsciente. La gente de letras, lo llaman la musa. El Budismo Zen lo llama la trascendencia. La religión occidental lo llama Dios. Pero todos coincidimos en que hay algo más allá de la conciencia. ¿Sentís que la inspiración viene de una fuente que está fuera de vos o que es un proceso controlado de construcción?

Creo en ambos. Pienso que hay un balance entre los dos operando simultáneamente en mi. Antes te mencioné cómo armo una canción, pero también hablé de mi ritual de los lunes cuando limpio la casa dando vueltas buscando a las musas. Creo que una idea sin habilidad no puede desarrollarse y que una habilidad sin ideas, está igualmente condenada. Obtengo mis mejores ideas cuando estoy haciendo algo mundano; por lo tanto… proceden de algún otro lado. Definitivamente, creo en la fuerza suprema que está más allá de lo que vemos; así que no hay una respuesta más allá de eso.

Unas pocas cosas más antes de concluir. ¿Considerás que el negocio de la música inhibe la creatividad? Me refiero a situaciones lamentablemente habituales como que el dueño de club te diga “tocá esto o aquello” o a que un sello discográfico sólo quiera producir lo que se vende… ¿Tenés algunas ideas sobre qué hacer para facilitar la tarea del músico creativo?

Personalmente nunca tuve problemas como ése, aunque sé que existen. Tengo editados algunos álbumes y, cuando los hice, tuve absoluto control sobre su visión artística. Creo que eso es lo que están intentando hacer los músicos en la actualidad tanto como abrir clubes, escribir blogs y así sucesivamente. Los músicos hoy en día son mucho más que instrumentistas y compositores.

¿Cuál es tu percepción general de la música creativa? ¿Hacia donde está yendo?

Hmmm… ¿Dónde está yendo? (hace una pausa) Bueno, mientras haya gente creativa, habrá música creativa. Siento como si esto fuera más una cuestión de negocios. Es cierto que sobrevivir como una persona creativa en los Estados Unidos se hace cada vez más difícil y duro, pero si sos fiel a tu arte, entonces tenés que aspirar a conseguirlo. Siempre podés encontrar una manera.

A veces una pregunta estúpida puede tener una respuesta inteligente. Así que esta es la ocasión para comprobarlo (risas) ¿Qué te gustaría decirle a la gente como mensaje final? Es tu última chance para expresar lo que quieras…

Podría continuar con el medio ambiente pero no soy de andar predicando. Creo que la gente, y me incluyo, necesitamos pensar más allá de nuestro entorno inmediato para ver toda la fotografía y cómo sus acciones tienen efecto en el equilibrio del universo. Pienso que la salud, la nutrición y la educación son tres de las cuestiones más importantes que deben abordarse. Uno no tendría que hacer un esfuerzo adicional para comer alimentos sanos y limpios y éstos deberían estar al alcance de todos y no sólo en algunos lugares y a tres veces su precio.

http://www.jessicapavone.com/

Sergio Piccirilli

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