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Roberta Gambarini: So in Love

So in Love, Day in Day out, Get out of Town, Crazy, That Old Black Magic, Estate, Beatles Medley, I See Your Face Before Me, From This Moment On, You Must Believe in Spring, This Is Always, You Ain’t Nothing But a J.A.M.F., Medley from Cinema Paradiso, Over the Rainbow

Músicos:
Roberta Gambarini: voz
James Moody: saxo tenor, saxo alto
Roy Hargrove: trompeta, fliscorno
Tamir Hendelman, Eric Gunnison: piano
Chuck Berghofer, Neil Swainson, George Mraz: bajo
Al Foster, Montez Coleman, Jeff Hamilton: batería

Decca, 2009

Calificación: Más de lo mismo

Nunca vayas por el camino trazado porque conduce hacia donde otros han ido ya (Graham Bell)

La carrera de Roberta Gambarini es el caso típico de la cantante de jazz que nace en Italia y emigra a los Estados Unidos, participa en una competencia de canto organizada por el Thelonious Monk Institute y sale tercera y luego toca con gente como Herbie Hancock, Christian McBride y Toots Thielemans e integra la Dizzy Gillespie All Star Band. Lo de siempre. Más tarde (en un hecho bastante habitual en este tipo de situaciones) inicia una meteórica carrera solista y edita dos álbumes, uno llamado Easy to Love en 2006 y otro con el título de You Are There en 2008 por los que obtiene sendas nominaciones al Grammy. Como suele ocurrirles a las cantantes italianas que emigran a Estados Unidos y participan en competencias que no ganan y que luego tocan con quienes dije y hacen álbumes solistas entre los años 2006 y 2008 con los títulos ya mencionados (¡puf!), Gambarini logra hacerse acreedora a los favores del público y recoge elogios desproporcionados de cierta parte de la crítica especializada que incluyen sentencias tales como “la Ella Fitzgerald del siglo XXI” o “la mejor cantante de jazz surgida en los últimos 60 años”, entre otros exabruptos.

En otro acontecimiento bastante común en los casos de las cantantes nacidas “por allí” que emigran “por allá”, que compiten y pierden y tocan “con éste” y “con aquél”, tras dos álbumes (el primero, primero y el segundo, después) es lógico que llegue una nueva producción discográfica que, por lo general, se denomina “el tercer álbum”. Tampoco sorprendería a nadie si ese “tercer álbum” estuviera integrado por una colección de standards y contara con músicos invitados de gran predicamento como Roy Hargrove o James Moody o Al Foster o similares. Nada nuevo bajo el sol.
Este nuevo trabajo de Gambarini lleva el elocuente (que rima con adolescente) título de So in Love (en ingles, “tan enamorada”). Está claro que si fuera un Roberto, en lugar de una Roberta, deberíamos traducirlo como “tan enamorado”. Aunque nunca falta un Roberto que… también es un caso típico. Otro.
Es muy usual que cuando uno está enamorado surjan muchas preguntas. Por ejemplo: ¿por qué surgen preguntas? ¿Por qué surgen? ¿Por qué? Y en especial: ¿Por qué, qué?

El enamoramiento es un estado emocional que nos conduce a sentirnos atraídos y seducidos por otra persona. Desde la perspectiva bioquímica se trata de un proceso que se inicia en la corteza cerebral, pasa al sistema endócrino para finalmente transformarse en respuestas fisiológicas. Según parece, el enamoramiento hace que una sustancia en nuestro cerebro, denominada feniletilamina, provoque la secreción de la dopamina o la norepinefrina con efecto similares a las anfetaminas, produciendo un estado de euforia natural ante la presencia del ser amado.
De acuerdo al grado de sensibilidad del enamorado, puede haber un incremento de la sudoración, pulso acelerado, aumento de la presión arterial, taquicardia, estado de ansiedad, risa floja y sin sentido, aparición de colmillos, caída incontrolable de baba y pérdida de masa encefálica por vías aéreas respiratorias, entre otras imperceptibles reacciones orgánicas. Al sentir una fuerte atracción por alguien, aparecen de manera espontánea una serie de mecanismos de seducción en los que el lenguaje corporal cumple un rol fundamental. La forma en que nos vestimos o cómo nos paramos, revelan lo que sentimos por esa persona. Ni qué hablar si nos desvestimos y nos acostamos. En ese proceso se conjuga de manera inconsciente el instinto animal de procreación que llevamos en nuestros genes, con la capacidad humana de mostrar amor o satisfacer un impulso sexual. En todo caso, el resultado final viene a ser más o menos el mismo. Cuando estamos enamorados nos da por reír, bailar, cantar, etc.
Y hablando de etcétera… volvamos al nuevo álbum de Roberta Gambarini.

No sé si será un presagio de que las sorpresas no abundarán, pero So in Love abre con So in Love, composición que Cole Porter incluyera en el musical de Broadway de 1948 Kiss Me, Kate basado en la obra de Shakespeare Taming of the Shrew. Desde el original, interpretado por Patricia Morrison a esta relectura de Gambarini, se han podido escuchar versiones de todo tipo y color: de Patsy Cline (tal vez la más popular) a Plácido Domingo, de Ella Fitzgerald a Tito Puente y de Frank Sinatra a Chick Corea. El enfoque aquí elude las complicaciones innecesarias (y las otras también), permitiendo que la adecuada tesitura de la voz de Gambarini y los matices aportados por el piano de Hendelman desplieguen una ascética construcción armónica.
Day in, Day out, clásico de Rube Bloom y Johnny Mercer de 1939, ha sido interpretado por una lista interminable de cantantes. Existen versiones impactantes como la de Ella Fitzgerald, expresivas como la de Judy Garland, intensas como la de Frank Sinatra, cálidas como la de Nat King Cole y también insípidas como la de Diana Krall. La de Gambarini viene a continuación de esta última.
Luego sigue una reposada exposición de Get out of Town, tema de Cole Porter que formara parte del musical de 1938 Leave it to Me! En esta versión, Gambarini manifiesta un apropiado dominio tonal y su habitual ortodoxia expresiva sobre un acompañamiento escaso del que emerge un inobjetable solo de Moody en saxo alto.
En Crazy, canción de Willie Nelson que se popularizara en 1962 en la voz de Patsy Cline, confluyen la balada jazz y los elementos de música country incluidos en el original con un atinado acercamiento al bebop propulsado por el fliscorno de Hargrove, mientras la voz de Gambarini se desliza con autoridad entre ambos mundos musicales.

El clásico de Harold Arlen y Johnny Mercer de 1942, That Old Black Magic, le aporta un poco de gracia y seducción a un álbum gobernado por el sopor. Una versión a medio tempo en la que la voz despliega un persuasivo fraseo conversacional sobre los sólidos cimientos armónicos que edifican el piano de Gunninson, el contrabajo de Swainson y la batería de Coleman. Estate es una canción popular italiana con música de Bruno Martino y letra de Bruno Brighetti que tuvo relativo éxito durante su estreno en 1960 pero que más tarde, a instancias de la adaptación de Joao Gilberto, sería elevada a la categoría de standard. Cabe destacar que en la actualidad hay muy pocos vocalistas de jazz que pueden cantar en italiano con la seguridad y dominio con que lo hace la italiana Roberta Gambarini. Seguidamente ofrece un anestesiado, amodorrado e innecesario medley de The Beatles que incluye a Golden Slumbers del álbum de 1969 Abbey Road y Here, There and Everywhere, canción que formara parte de Revolver de 1966. En tanto que la elegante sobriedad de I See Your Face Before Me propicia el acertado despliegue vocal de Gambarini y una lucida intervención en saxo a cargo de Moody. From This Moment On es una (otra) composición de Cole Porter perteneciente al musical Out of this World de 1951. Las equilibradas cadencias del inicio son interceptadas por un magistral uso del scat por parte de Gambarini, cuyo efecto de propulsión rítmica genera la visceral respuesta armónica característica del swing.

La entumecida versión de You Must Believe in Spring nos llama a la realidad. La artificiosa emotividad en el tratamiento de esta bellísima composición de Michel Legrand incluida en el film Les Demoiselles de Rochefort de 1967 tiene un efecto adormecedor y soporífero. La romántica This Is Always nos brinda el único tema arreglado para quinteto (con Hamilton, Hendelman, Bergohofer, Hargrove y Moody) mientras que el enérgico You Ain’t Nothing But a J.A.M.F, con letra de Gambarini sobre música de Johnny Griffin, nos entrega el pasaje más vibrante del álbum merced a las convincentes cadencias del tándem rítmico y un imaginativo ejercicio de scat.

So in Love cierra con temas extractados de sendas bandas sonoras. Primero con un (apenas correcto) Medley integrado por dos de las composiciones que aportara Ennio Morricone para el film Cinema Paradiso de 1998: Main Theme y Song for Elena y luego con una intrascendente recreación de Over the Rainbow, pieza de Harold Arlen y E.Y. Harburg incluida en la película de 1939 The Wizard of Oz.

Erich Fromm decía que empezamos a amar cuando dejamos de estar enamorados, ya que el amor verdadero se funda en la aceptación de la realidad mientras que en el enamoramiento se idealiza al otro y se busca agradar para reafirmar la autoestima.
Las pretensiones manifestadas por Gambarini en So in Love son comprensibles, tanto que no me sorprendería que algunos puedan enamorarse de este álbum. Y, por la misma razón, resulta difícil de creer que alguien pueda llegar a amarlo de verdad.

Lo peor que nos puede ocurrir es ser completamente comprendidos (Carl Jung)

Sergio Piccirilli

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