Por Los Codos

John Medeski

Debo asumir que vos y Wayne Horvitz son culpables. Hicieron que volviera a escuchar el sonido de un órgano. Pero… lo lamento… casi que te prefiero tocando acústico. ¿Te interesaría grabar un solo piano? Si la respuesta es afirmativa, ¿preferirías tocar covers o composiciones propias?

Creo que debería hacer un solo piano. Aunque la verdad es que estoy más interesado en dar conciertos de solo piano que en hacer un disco, pero nunca se sabe. Cuando toco solo hago algunos originales míos y algunos clásicos del jazz. Realmente depende de la dirección que la música tome en ese momento. Mi principal objetivo es estar abierto al “momento”. Ésta es la parte del jazz que trato de mantener en mi música. El espíritu de tocar música para el momento en ESE momento. Yo trato.

Muchos de los músicos jóvenes de jazz están alejados de los standards y se están acercando cada vez más a compositores de rock y pop como Radiohead, Nick Drake, Björk, Nirvana… ¿Coincidís con este punto de vista y por qué creés que ocurre? Y… desde “Tonic”, el trío no ha tocado covers en sus discos. ¿Por qué?

Los músicos jóvenes de jazz están tratando, desesperadamente, de salvaguardar la música relativa a los tiempos, y encontrar vehículos para improvisar en aquello que ellos sienten que representa la verdad de la época en la que han nacido. El jazz siempre se basó en el pop, tanto en las formas como en las estructuras armónicas. ¿Y por qué no habría de ocurrir ahora? Yo pienso que todo puede ser usado en el arte en pos de trascender. Lo que sea, está bien para mí. Pero alguna gente lo único que quiere es vender discos; yo pienso que cuando algo es sólo un concepto y no posee un sentimiento verdadero, la gente lo ve como una novedad y poco más.

MMW toca covers cuando podemos apropiarnos del tema o al menos decir algo que realmente nos interesa. En vivo, tocamos música de otros, aunque no las hayamos grabado.

“End Of the World Party (Just In Case)” tiene un sonido “gordo” y una particular aproximación a un “sonido pop operístico” que no se encuentra en los discos anteriores. Y por supuesto que suena muy diferente a lo que han grabado 14 años atrás en “Notes From the Underground”.
¿Pensás que es una evolución o aún están buscando algo?
¿Y por qué decidieron trabajar con (el productor) John King?

Bueno… afortunadamente aún estamos en desarrollo. Y si se trata de una evolución real, ¿cómo podemos ser concientes de ello? De todas maneras, no tratamos de cambiar, simplemente lo hacemos… es nuestra naturaleza. No podríamos permanecer tocando juntos si la banda no estuviera creciendo y cambiando. En términos de buscar algo… estamos intentando mantenernos vitales y excitados para tocar música, sin importar lo que implique. No por algo en particular, sólo para obtener un cierto lugar con la música –una cierta energía o sentimiento- para ser lo mejor que podamos ser y, posiblemente, ser felices.
Cuando comenzamos “End Of the World Party (Just In Case)”, decidimos tratar (en nuestro espíritu siempre experimentador), hacer un álbum con un productor. Scotty Hard había producido “Uninvisible”, por lo que nuestras mentes estaban abiertas a alguien que pusiera más en perspectiva nuestra música. John King fue perfecto para el trabajo. Su proceso de grabación es muy parecido al nuestro. Fue bárbaro trabajar con él y ver cómo trabaja. Estamos abiertos a todo.

Nuevamente, en tu música, aparece un guitarrista. Una vez Jan Hammer dijo que los guitarristas desaparecerían a causa de los teclados. ¿Tenés algo personal en su contra?

No, no… Siempre pensé que Jan tenía razón. Los guitarristas y los cantantes son un clavo en el tujes. Pero un gran guitarrista, aunque difícil de encontrar, ¡es difícil de vencer!

¿Todavía te considerás un músico clásico? Si tu respuesta es “sí”, ¿por qué? Y si tu respuesta es “no”… ¿por qué?

Ah… me estás dando una oportunidad de citar a mi amigo Uri Caine. “Clásica” es sólo una palabra. (En una nota que le hiciéramos para nuestro site, Caine había declarado “jazz es sólo una palabra”). Todos estos términos son sólo palabras. Son cajas que los humanos usamos para convencernos de que tenemos las cosas bajo control. Yo, realmente, realmente, realmente… no compro eso. Yo soy un músico que vive AHORA. Amo muchos estilos de música. No me hace sentir bien pretender ser un músico de alguna clase específica. Además, no es mi trabajo. Alguna otra persona (vos, tal vez) puede hacer una caja donde meterme, si tiene que hacerlo. Me asusta intentar ser algo. Si empiezo a examinar y definir realmente lo que estoy haciendo, todos los aspectos ingeniosos e innombrables desaparecerán y me transformaré en un concepto incumplido. Una caricatura. Una mentira. Mis propios estudios e investigaciones son íntimos y están más allá de las palabras y los utilizo para ser mejor persona y mejorar lo que intente hacer. En este punto, los sellos están por el marketing. Para darle a tu pregunta una respuesta franca: no me considero un músico clásico, de jazz, rock, o lo que sea. He incursionado en muchos estilos, pero no me siento un exponente de ninguno de ellos. Yo toco música John Medeski. Un poquito de esto, un poquito de lo otro… ¡y mucha basura!

Cuando empezaron con el trío, la escena musical en New York (en el Downtown) era realmente potente y en pleno crecimiento. Pero hoy las cosas parecen ser diferentes. ¿Qué pensás de esto?

Como revela el I Ching, todo cambia. Cuando vivía en el East Village, yo hubiera empujado mi Leslie con mi órgano Korg hasta el Knitting Factory por una fecha. Vos podías ir a un café o a un restaurant de la zona y seguramente ibas a encontrarte con algún músico que conocías, una verdadera escena. Definitivamente era un tiempo mágico. Muchos artistas estaban viviendo allí. Ya no más, pero la música de la escena neoyorquina es aún fuerte y sigue creciendo. Sólo que no está enfocado en el Downtown. En New York siempre ha habido muchos estilos de música. Por un tiempo, la música creativa e improvisada que va más allá del jazz, estaba definitivamente focalizada en el Downtown; pero el encarecimiento del East Village hizo que los músicos exitosos pero menos remunerados, debieran irse a vivir a otros lugares. Es lo clásico: una vecindad barata que atrae a los artistas; éstos la hacen crecer, todos quieren mudarse allí, los alquileres aumentan, los artistas se van, al menos que hayan logrado hacer el suficiente dinero o comprarse algo antes de que fuera demasiado tarde.
Bueno… Manhattan encareció todas sus zonas baratas a excepción de Harlem, por lo que mucha gente se mudó a Brooklyn. Brooklyn es tan grande que ya no hay una simple vecindad que sea el foco de la escena. Yo estaba asustado de que fuera el final de todo pero, afortunadamente, como una mala hierba, el espíritu creativo humano se levanta de alguna manera sin importarle nada. Yo no estoy tan identificado con la escena como cuando vivía allí, así que no puedo hacerte una lista con los lugares top donde la gente está tocando, pero están ahí. La energía de New York es todavía poderosa. Es un gran lugar para encontrar tu propia voz como músico, porque no hay espacio para los imitadores. La persona a quien quieras imitar, probablemente esté viviendo doblando la esquina.

La mayoría de la gente te considera un músico de jazz. ¿Por qué creés que piensan eso?

No lo sé, tal vez están locos…
El jazz tiene un proceso, o un espíritu, que tiene que ver con hacer música en el momento y para ese momento. Improvisación. Eso es lo que amo hacer. Yo estudié mucho jazz porque es uno de los grandes maestros en el mundo de la música. Pero amo la Música, no sólo al jazz, toda la música. Amo lo que la música es, cómo purifica, cómo viene de un lugar en el que estamos todos conectados. Amo que lo que inspira a una persona a seguir viviendo, suene para otro como un clavo sobre un pizarrón.
Creo que hay gente que a toda música instrumental la denomina jazz. Yo uso algunas harmonías del jazz, pero uso elementos del blues y el gospel, clásica contemporánea… no sé…
La razón verdadera por la que la gente tiene que definir las cosas es porque temen lo desconocido. La comprensión se ha transformado en un esfuerzo intelectual primario.
Lo no dicho, lo intuitivo… permitámonos mirarnos a los ojos y sonreír, intercambiando mucho más que lo que las palabras puedan expresar.
Yo estoy tan cansado de la pregunta (sobre la que he pensado mucho) que ya no me importa más qué es el jazz.
Lo siento, no me interesa.
Es todo música, man.

http://www.mmw.net/

Marcelo Morales.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *