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Kyle Bruckmann’s WRACK en concierto: Fantasmagorías

 

wrack unoJueves 13 de agosto de 2015 – 20:00 hs.

Hammer Museum (Los Angeles, USA)

 

La palabra fantasmagoría describe el arte de representar fantasmas por medio de ilusión óptica. El origen del término se remonta hacia finales del siglo XVIII cuando el científico e ilusionista belga Étienne-Gaspard Robert -también conocido con el nombre artístico de “Robertson”- asombró a la sociedad parisina de aquel entonces mediante un sorprendente espectáculo de imágenes proyectadas al que denominó fantasmagorías. Robert, aprovechando sus conocimientos científicos, adaptó algunos principios funcionales de la llamada linterna mágica, para crear un proyector móvil con objetivo ajustable –denominado phantoscope– que permitía generar imágenes en una pantalla traslucida y dotarlas de movimiento. En cierto modo, “Robertson” fue el primero en comprender el poder ilusionante de la imagen proyectada como espectáculo colectivo y, por eso, sus fantasmagorías representan un eslabón esencial en la cadena de descubrimientos que dieron vida al cine.

Este prólogo –como luego veremos– viene a cuento de la actuación ofrecida por la agrupación Kyle Bruckmann’s WRACK en el marco de la décima edición del ciclo anual JazzPop con sede en el prestigioso Hammer Museum de la ciudad de Los Angeles.

En el excepcional trayecto artístico desplegado por el notable oboísta y compositor Kyle Bruckmann asoma, con sorprendente naturalidad, una permanente afluencia de música clásica, jazz de vanguardia, música electrónica, libre improvisación y post-punk rock, entre otros géneros. En ese contexto –y al conjuro de procesos de improvisación enraizados en la música creativa afroamericana y formas melódicas y contrapuntísticas que evocan al modernismo europeo- el ensamble Kyle Bruckmann’s WRACK ha sido el medio más apropiado para canalizar sus exuberantes ideas composicionales.

El singular alegato estético de esta agrupación, constituida en 2002, aparece documentado en una magnífica producción discográfica que comprende a los álbumes Wrack de 2003 (en formato de quinteto e integrado por Jeb Bishop en trombón, Kyle Bruckmann en oboe y corno inglés, Tim Daisy en batería, Jen Clare Paulson en viola y Kurt Johnson en contrabajo), Intents & Purposes en 2006 y Cracked Refraction de 2012 (ambos en quinteto pero con Jason Stein en clarinete bajo ocupando el lugar de Bishop) y el monumental …Awaits Silent Tristero’s Empire de 2014, allí en versión ampliada a septeto con el regreso de Jeb Bishop  y la incorporación del trompetista Darren Johnston.

albumLa fuente creativa de este último trabajo encuentra su epicentro en la elaboración de un imaginario sonoro que extrapola a la música algunas ideas procedentes de las tres primeras novelas del célebre escritor estadounidense Thomas Pynchon: V. de 1963, La Subasta del Lote 49 de 1966 y El arco Iris de la Gravedad de 1973.

Lo concreto es que el concierto ofrecido por la banda en el Hammer Museum se abocó con exclusividad a la representación escénica de, justamente, …Awaits Silent Tristero’s Empire.

El carácter de la suite en cuatro movimientos presentada por Kyle Bruckmann’s WRACK tiene lejano parentesco con la música programática -es decir, que está abocada a describir un tema extra musical- pero su autor prefirió definir a …Awaits Silent Tristero’s Empire  como una “fantasmagoría musical” inspirada en la obra de Thomas Pynchon.  La simbología implícita en esa definición –además de resultar consonante con lo manifestado en el prólogo- parece ajustarse adecuadamente a un estilo literario como el de Pynchon, siempre caracterizado por su laberíntica complejidad, la fascinación por el absurdo, los abruptos cambios de ritmo, la sorpresa de sus giros narrativos, el hermetismo simbólico y una inquietante obsesión postmodernista.

Para su actuación en la noche angelina, el ensamble comandado por Kyle Bruckmann estuvo integrado por una estelar alineación que incluyó a su líder en oboe y corno inglés, Jason Stein en clarinete bajo, Darren Johnston en trompeta, Jeb Bishop en trombón, Jen Clare Paulson en viola, Anton Hatwich en contrabajo y Jordan Glenn en batería.

wrack dosEl inicio del concierto con Overture -respondiendo a los parámetros de toda forma musical de obertura- ofreció un repaso aleatorio de la totalidad de la obra, en donde el septeto logró imponer su formidable sincronía instrumental y la fortaleza sonora que lo distingue. El colorido y vivaz desarrollo de este pasaje, evoluciona con precisión hasta desembocar en un aquilatado solo de Darren Johnston en trompeta que sirve de puente para ingresar en el segundo movimiento de la suite: Part Two (V.).

V. fue la primera novela de Thomas Pynchon y en ella se describe una bizarra historia centrada en tres personajes (Herber Stencil, Benny Profane y la enigmática V.) que oficia como alegoría sobre la pérdida de la libertad individual ante el avance de los mecanismos de control social, político y psicológico.

Esa fuente literaria se traduce en una luminosa y chispeante trama orquestal en donde se van entrelazando la música clásica contemporánea, el blues y la avanzada del jazz mediante elaborados movimientos armónicos, resoluciones en contrapunto –tan sorprendentes como inesperadas– y un excepcional dominio de las intensidades dinámicas. En ese contexto interpretativo sobresalen las atinadas intervenciones de Kyle Bruckmann (alternando oboe y corno ingles) y Jordan Glenn en batería y los ilustrativos aportes solistas de Jeb Bishop en trombón, Jason Stein en clarinete bajo y Darren Johnston en trompeta.

wrack tresLa exposición de la obra sigue su curso con Part Two (The Crying of Lot 49), pieza libremente inspirada en la más concisa, críptica y adictiva de las obras de Pynchon: La subasta del Lote 49. Dicha novela plantea un delirante conflicto entre dos empresas de distribución de correos, una de las cuales –llamada Tristero- oculta sus envíos postales en cajas identificadas por la sigla W.A.S.T.E. (la palabra “waste” en inglés significa “residuos” pero en la novela es utilizada como acrónimo para “We Await Silent Tristero’s Empire”) y de la cual Bruckmann extrajo el título del álbum aquí presentado.

Este segundo movimiento de la suite derrocha gracia, colorido y expresa una cohesiva amalgama de elementos asociados al jazz, la música de cámara contemporánea y el post-rock. En su tránsito evolutivo van sucediéndose la soberbia introducción en contrabajo por parte de Anton Hatwich, un prominente contrapunto entre la trompeta de Darren Johnston y el trombón de Jeb Bishop, el lucido discurso de Jen Clare Paulsen en viola, las arrolladoras e imponentes apariciones solistas durante el clímax de Kyle Bruckmann en oboe y Jason Stein en clarinete bajo y un abrasivo cierre con protagonismo excluyente en la batería de Jordan Glenn.

wrack cuatroEl cierre del concierto llega con el cuarto y último movimiento de la suite: Part Three (Gravity’s Rainbow). La composición pergeñada por Bruckmann, a la manera de un palimpsesto, parece reescribir en términos musicales el inabordable contenido implícito en El Arco Iris de la Gravedad, la novela más celebre y ambiciosa de Thomas Pynchon. Las tramas superpuestas, los personajes enajenados, la narrativa desbordada y las múltiples lecturas de este auténtico arquetipo de la literatura postmoderna se transforma, aquí, en un exuberante paisaje sonoro en donde convergen atmósferas opresivas y misteriosas, la sordidez del blues arcaico, líneas melódicas colmadas de lirismo, la intensidad liberadora del jazz, una lúdica exposición de los motivos centrales de cada uno de los movimientos de la suite, sucesivos pasajes de improvisación colectiva y una solemne fase conclusiva en tono de réquiem. Final y ovación.

Kyle Bruckmann’s WRACK entregó, en el Hammer Museum de Los Angeles, un concierto brillante, memorable y asombroso.

Tan asombroso como deben haber sido en su momento las…Fantasmagorías.

 

Sergio Piccirilli

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