Sergio Verdinelli
Y nunca faltó el baterista…
Alguna vez Luis me invitó a tocar un poco…
Y las vueltas de la vida te llevaron a que hoy seas el baterista de Spinetta.
¿Viste vos?
Pero estábamos en que te habías ido de los Kuryaki
Me fui, estuve un par de años más con las Zarigüellas y después vuelvo con ellos.
¿Por qué?
Es que en esa época yo estaba en mis 18 ó 19 años y empezaba a querer generarme laburo tocando y hacer mi historia. Las Zarigüellas estaban más en movimiento y los Kuryaki eran una banda más inestable en ese sentido, se tocaba menos.
¿Y entonces?
Y… cuando me fui de los Kuryaki, ellos explotaron. Fue la época en la que mejor les fue, la época de Chaco. Y a los dos años me llamaron de nuevo; volví, y con ellos grabé Versus, Leche y algunas cosas más. Yo con ellos había grabado el segundo disco, “Horno para calentar los mares”, que fue la primera vez que grabé y estuvo bueno…
A esa altura, del jazz ni noticia…
Me gustaba. No más que eso (en este momento DJ Verdinelli cambia el disco Avant Garde de Coltrane/Cherry por Bob Marley). Yo conocía a los que tocaban con Luis en ese momento (Cardone, Malosetti, Arrom, Mono Fontana, Jota Morelli), me gustaba pero no tenía mucho acceso. Hasta que un día en Venado Tuerto compartimos el escenario los Kuryaki con el trío de Walter y Javier Malosetti con Quintino Cinalli en batería. Hablé con Javier y me dijo que me fuera a estudiar con Pepi Taveira. Paralelamente lo conocí a Ernesto (Jodos) porque teníamos un amigo en común, empecé a ir a ver conciertos y ahí se fue dando.
¿Te acordás de tu primer laburo en el jazz?
Fue con Juan Cruz de Urquiza bastante antes del Quinteto Urbano. Estaban también Jodos, Guillermo Delgado (después vino Alejandro Herrera) y Rodrigo Domínguez; pero antes de eso había tocado un poco con Jodos y Hernán Merlo, pero no en vivo.
¿Cuál considerás que es tu primer proyecto propio o al que le pusiste ficha en serio?
No quiero caer en lugares trillados, pero la verdad que cuando voy a tocar, me comprometo y toco.
Pero te debe haber pasado que te viste involucrado en situaciones en las que dijiste "qué hago acá", ¿no?
Y sí… trillones de veces…
¿Lo de Fito Páez cuándo aparece?
En el 2001. Yo venía tocando mucho, por suerte. Hubo dos años en los que toqué y toqué. Yo tocaba en el grupo de Klein, con Bazzola, con Rodrigo, con Jodos…
¿Y por qué creés que los músicos te requerían tanto?
Y… fue una época en la que yo estaba muy enganchado… aunque… (piensa) es una pregunta muy difícil la que me hacés… muy "de ombligo"…
Digo… ¿vos te llamarías a vos mismo?
Pero vos me preguntas esas cosas porque sabés cómo es la relación que tenemos los músicos con nosotros mismos… y creo que en otras disciplinas ocurre algo similar.
¿Y vos cómo te llevas con vos mismo?
Como puedo… (risas), trato de ir aprendiendo. A veces no me quiero mucho que digamos. Cuando me escucho tengo una actitud excesivamente crítica, lo que está mal, porque cuando escucho a los demás me conecto más con otras cosas. Tengo un espíritu crítico para conmigo que no lo tengo con los demás.
¿Y eso está bien o está mal?
Para mí, está como el orto.
¿Por qué?
Porque si pudiera hacerlo, sería mejor músico, tal vez. Estoy intentándolo. Pero ahora me clavo en cuestiones que no son esenciales y no escucho la totalidad sino que estoy más pendiente de lo que hice. Es difícil la relación con uno mismo. Pero a la vez también creo que eso forma un caldo de cultivo que puede ser positivo.
Pero vos tenés muy buena relación con los músicos…
Eso puede ser un poco por mi carácter… a mí me gusta relacionarme de esa manera… he tenido algunos pequeños inconvenientes, como todos, pero generalmente es algo más bien plácido,
¿Cómo se maneja el hilo delgado que va entre la relación profesional y la amistad?
(Piensa). Con el tiempo trato de aprender como para no tener que pasar por situaciones conflictivas. Pero en general fui convocado y ahí trato de aportar lo mejor. Proyecto propio con continuidad y que pudo plasmarse, solamente Primo.
Ahora hay un grupo grande de músicos con los que estamos permanentemente y lo que prima es que todos ponen lo mejor y hay como una retroalimentación. Y de eso aprendemos todos. Yo trato de tener la actitud que me gustaría que tuvieran conmigo. Por supuesto que soy un poco egoísta como todos…
