Por Los Codos

Juan Pablo Arredondo

Me subo al carro entonces de que todos, inconscientemente, están queriendo hacer algo que suene diferente.

Eso sí… inconscientemente sí…

Que para hacerlo igual…

Y no… ¿hacerlo igual para qué?

¿En qué rol te sentís más cómodo: liderando tu propio proyecto, el de otros, o como sideman?

Liderando mi propio grupo, 100%.

¿Por qué?

No sé… (piensa) Iba a decir que me gusta saber cómo tiene que sonar pero a la vez eso no existe, que algo tenga que sonar de una manera. A mí me gusta mucho componer y por eso me cuesta mantener una formación. Y al andar cambiando constantemente… tal vez me guste liderar porque me gusta escribir música, escuchar cosas.

¿Qué tipo de líder sos?

Me gusta que me sorprendan. En cierto grado, por supuesto. Ahora armé un quinteto en el que hay mucha cosa escrita pero me gusta que, respetando la esencia, no la toquen tal cual está en la partitura.

Que haya variaciones pero no anarquía.

Tal cual.

¿Arreglar no es escribir?

Sí, para mí, arreglar es escribir.

Entonces también te gusta arreglar…

Sí, claro…

Y también te gusta cantar cuando tocás…

Sí… (risas)

¿Y cómo es eso?

No sé… la verdad que se me pegó. En un momento me puse a estudiar cantando, a ver si podía tocar lo que cantaba. Después se internalizó y, de verdad te digo, no me doy cuenta de que estoy cantando. En un estudio, si es jazz, tal vez no moleste y hasta enriquezca en algunos casos; pero si para otro tipo de laburo quieren una guitarra… (risas).

Hay que sacar todos los micrófonos…

Me cuesta mucho no cantar; me siento como trabado… extrañamente…

Vos dijiste que en tus poyectos hay una condición "sine qua non" para tocar con vos y que es la amistad; ¿en qué beneficia?

Yo creo que… (piensa) en la confianza. Musical, de que el tipo va a hacer algo interesante; y después… muchas veces pasa que, dando clases, me doy cuenta de que un alumno no tiene confianza cuando lo acompaño y se pierde o algo ocurre. Y para mí, confiar en el otro es muy importante.

¿Sos desconfiado?

No.

Porque me da la sensación, por lo que hablamos, que un tema tuyo no se lo das a cualquiera, como que querés que te lo cuiden.

Uno tiene afinidades musicales y extramusicales. A veces parece que hay ghettos pero yo no lo veo así. Pasa como con los amigos; si te sentís bien con alguien, ¿por qué vas a llamar a otro?

¿Y te pasa que por ahí te sentís bien musicalmente con alguien pero no para tomar un café?

(Piensa) (categórico y, luego de pensar unos segundos, sonríe). Sí… (ahora se ríe sin disimulo); no me ha pasado muy seguido, pero ocurre.

¿Cómo se gestó tu primer disco y cómo lo ves ahora?

Con Carto (Brandán) y con Jerónimo (Carmona), nos conocemos de hace mucho. A Jerónimo, del ITMC y a Carto, de la secundaria. Me vine a vivir a Bunos Aires en 2002, nos juntamos a tocar y, para mí, ellos dos son como mis hermanos; y tuve la necesidad de grabar esa música que veníamos tocando. A mí me gustó; y lo que me pasa hoy es raro, porque me da la sensación de que es otra persona y no que es algo mío. Pero también lo reconozco como una foto y le tengo mucho cariño. Ahora estamos por editar otro CD que fue grabado hace unos tres años, también en trío y que quiero sacarlo justamente como para cerrar un círculo; y también porque la música considero que está bien. Si hubiese quedado distinto, seguiría durmiendo.

Son temas tuyos.

Sí.

¿Se diferencia mucho de Lo que las paredes oyen o es una continuidad?

Yo creo que no tiene nada que ver. Sobre todo porque propusimos, tímbricamente, mucho más que en el otro. Fue algo propuesto, además. Lo vamos a sacar en forma independiente y veremos quién lo distribuye. Pero está difícil el tema de los sellos iscográficos. Porque al fin y al cabo, siento que los arreglos no terminan siendo buenos o, en el mejor de los casos, es lo mismo que si lo hiciera uno. Entonces… lo hago yo. Y además veo cómo es esto de editarlo uno y aprender para el futuro.

Vos decís que querés cerrar el tema del trío porque ya estás con otra cosa en la cabeza y que es un quinteto.

Sí, Eloy Michelini en batería, Hernán Merlo en ontrabajo, Rodrigo Domínguez en saxo tenor y Luis Nacht en saxo alto.

Y además de la incorporación de los caños, este material, ¿en qué se diferencia de lo anterior?

Básicamente en que empecé a volver a algunos lugares más jazzísticos; tiene más swing. Creo que la sonoridad es más jazzística que antes. Y es también más cálido. Más terrenal.

Así y todo, a pesar de que vos vas habitualmente hacia otros lugares como el folclore, el pop o el rock, no aparecen esas vetas en tus composiciones.

No.

¿Por qué?

Creo que son momentos de uno con lo que va escuchando y con las influencias. Necesito escuchar lo que estoy haciendo. Con respecto al folclore, si me llaman para hacer algo, no hay problema; pero no me veo haciendo algo por las mías, como un proyecto propio.

¿Está complicado el circuito porteño?

La escena está increíble, musicalmente hablando, con mucha gente tocando bien y con proyectos originales. La cuestión es que hay pocos lugares para tocar en relación con la cantidad de músicos y propuestas. Como que hay que inventarse espacios para poder mostrar lo tuyo.

¿A quiénes ves hoy como referentes o músicos que han encontrado "su" lugar?

No sé si mi respuesta es muy válida, porque tengo que referirme a la gente con la que me rodeo. Ernesto (Jodos) y Rodrigo (Domínguez) para mí, siempre son referentes. Me parece que sí encontraron un lugar importante como músicos. Para mí ellos se la pasan generando cosas, especialmente Ernesto, que tiene un lugar privilegiado que se ha ganado; es muy inteligente, sabe cómo crear y generar situaciones. Por ejemplo, lo que armó en el Manuel de Falla con la tecnicatura, que permite que surjan otras cosas y se arme una red de situaciones.

Vos en un momento optaste por la guitarra pero, cada tanto, te pegás una vuelta po las Bellas Artes…

Sí, eso nunca lo dejé, tengo etapas. El año anterior a venirme para Buenos Aires, para mí fue un año plástico; pinté muchísimo.

¿Estudiaste algo en algún lado?

No… siempre me entusiasmó la idea de hacer algún curso, pero hoy por hoy la música es prioridad. Hay tiempo, igualmente…

¿De que manera se refleja esa inclinación tuya en tu música?

Ahora no lo relaciono mucho. (Piensa) Es extraño, porque… ahora estoy interpretando un poco esto que me decís. Porque hubo una época en la que pintaba con acrílicos, óleo, cosas más abstractas… y musicalmene también estaba en ese plan. Y los últimos discos son más figurativos.

¿Y cómo es esa cuestión, lo que pintás refleja lo que tocás o lo que tocás refleja ese mundo plástico?

Yo no lo siento relacionado, ésa es la verdad; si bien, por coincidencia, pasa esto de lo abstracto y figurativo, yo no los relaciono. No es algo que piense o planee; es más… ahora que me sacás el tema, me estoy dando cuenta de que puede existir alguna relación entre las dos cosas (risas).

Supongamos que en este momento viene un extratrrestre… o alguien que vive en Alaska, te para y te pregunta: "señor Colo… ¿qué le aporta usted a la sociedad con lo que hace?"

(Piensa) Yo creo que con lo que más aporto es con el traspaso de lo que me enseñaron, cómo me lo enseñaron y, también, cómo lo aprendí. Es una de las cosas que me esfuerzo por hacer bien, estando muy atento. porque yo veo que… por lo general uno se encuentra con los alumnos con cosas que le han pasado, como la asimilación del material y cuestiones por el estilo. Hay que tener en cuenta que cada persona requiere un tratamieno distinto, sin perder el costado creativo; que no se pierda el juego. Pienso que ése es mi mayor aporte; porque lo demás, musicalmente, uno (y hablo por mí) no lo hace por los demás ni para sorprender a alguien; uno lo hace porque tiene la necesidad de hacerlo. Así que eso no lo veo como un aporte, sino como algo necesario para mí. Yo, a la música, la veo desde ese lado.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *