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Norberto Minichillo: De otra manera

Grito santiagueño, Jacinta, Tinta roja, La fallada, Agua y arena, A veces, Kishororo, Cuando muere el angelito, Fangal (instrumental), Fangal (piano y voz), Tu perro pekinés, Una para Luis, Rosa Morena, Un poco tonto

Músico:
Norberto Minichillo: piano, batería, marimba, voz

Acqua, 2008

Calificación: A la marosca

Nunca he sido amigo de los aniversarios ni de los homenajes; mucho menos cuando se trata de alguien que uno quiere, respeta y admira. Desde el inicio de esta aventura intrusa, que fue radial y por el año 1986, nos han criticado y mucho por ello. Pero convicciones son convicciones, motivos son motivos, oportunismos son oportunismos y estupideces son estupideces.
Porque basta con lo que uno siente, especialmente cuando alguien como Norberto Minichillo ha tenido la absurda idea de morir. De un infarto. El 22 de octubre de 2006. A los 66 años.
Podemos decir que nació en Buenos Aires en 1940, estudió piano y percusión en el Conservatorio Municipal de la ciudad de Buenos Aires; se inició como baterista junto a Jorge Navarro, Fats Fernández, Jorge "Negro" González y Jorge Anders en La Cueva de Pueyrredón; integró el trío de Rodolfo Alchourrón y el cuarteto de Rubén Barbieri, con quienes participara de los ciclos de jazz en Radio Municipal. A mediados de los '60 se trasladó a Suecia, donde residió durante siete años. Allí actuó, entre otros, con Teté Montoliú, Ben Webster y Sabu Martínez; también fue baterista estable en el Teatro Drmaten (Estocolmo).
A su regreso a Buenos Aires, en 1971, brindó un ciclo de conciertos en el Teatro Municipal General San Martín con Gustavo Kereztezachi. Partcipó en más de 150 álbumes con algunos nenes como Jorge Navarro, Baby López Furst, Lalo Schifrin, Litto Nebbia, Luis María Serra, Oscar López Ruiz, Mercedes Sosa, Dino Saluzzi, Chivo Borraro, Bernardo Baraj, Fats Fernández, Rubén Rada, Gustavo Bergalli, Javier Malosetti, Hernán Merlo y una infinidad de etcéteras.
(mi otro yo me aconseja que vaya resumiendo).

Participó en bandas sonoras de películas, realizó creaciones con Iris Guiñazú (Kwaltaya, el espectáculo-cabaret "De otra manera", Dúo Chaman), editó álbumes en sellos italianos y españoles, entre 1980 y 1987 profundizó sus estudios en composición con Guillermo Gretzer, dedicándose especialmente a a la aplicación de las bases rítmicas etnoamercicanas en la composición contemporánea. De aquí han surgido sus composiciones Piezas clóticas, Invención clótica, Suite Argentina para piano, Desarticulaciones I, cuarteto en tres movimientos para violín, piano, marimba y batería, Chacanica para piano y bombo leguero y Parto dodecafónico Nº 1 para piano solo; ha sido un extraordinario docente y editado libros con métodos percusivos basados en investigaciones étnicas; realizó participaciones radiales junto a Blanca Rébori durante seis años.
Durante cuatro años fue integrante de la Comisión Directiva del Sindicato Argentino de Músicos ocupando los cargos de secretario adjunto y tesorero.
En 1995 se incopora a El Terceto, editando los álbumes Tierra improvisada, Menos es más, Tocatangó, Piedra y camino y El Terceto en vivo (también publicado en DVD).
Y nunca dejó de lado sus experimentaciones y proyectos solistas, destacándose el álbum Desarticulaciones (Música contemporánea para piano) que editara el sello MDR en 2006 y que incluía obras propias interpretadas al piano por la notable Fabiana Galante.

Con Minichillo mantuvimos una relación cálida y de mutuo respeto. Agradeció cada uno de los comentarios que realizáramos (aquí, en radio, donde fuere) y aceptaba aún más gustoso las críticas que los elogios. Inquieto y, si se me permite, un camorrero intelectual, escuchaba más que atentamente las disidencias. Siempre presto a patear el tablero del "sistema", su vozarrón explotaba de felicidad cuando se topaba con gente que carecía de pelos en la lengua. Inquieto por naturaleza, se había tranformado en un fan declarado del Gordöloco Trío y de toda propuesta que caminara por el borde (de afuera) de lo preestablecido. Lo tentamos un par de veces a que participara de nuestro site y, con sus ojos prístinos decía una y otra vez "pero a quién le puede importar lo que yo pueda decir… hay tanta gente más interesante…" y otras frases que, por pudor, nos las guardamos bien guardadas.

Si decidimos explayarnos sobre el querido Mini, es porque el sello Acqua Records tuvo la notable y no-oportunista-idea de editar el álbum De otra manera; un proyecto realizado en forma integral en marzo de 2006 donde todos los temas fueron registrados en toma directa, sin sobregrabaciones y con Minichillo haciéndose cargo de los instrumentos, las voces, la edición de audio, mezcla y mastering, orden de temas, fotografía y diseño. La intención era editarlo en el año 2007.
Y lo que tenemos es un Minichillo auténtico, en soledad, acompañándose exclusivamente con piano, batería o marimba y su aguardentosa voz, más un intérprete que un cantante, seleccionando las frases, eligiendo los momentos, desestructurándolo todo, en composiciones propias o ajenas, de las que se hace dueño por la inusitada prepotencia de su arte.

El camino se inicia con Grito santiagueño, de Carnota, con un piano castigado, imperfecto, saludable y el Minichillo de Buenos Aires que se hace creíble en el "me hace cantar, al vidalear, nuestra tristeza; yo soy cantor, vidalero, de mi tierra santiagueña". La hermosa Jacinta, del uruguayo Eduardo Mateo, también lo trae acompañándose al piano, esta vez más sentido, pero agregando cierta luz de esperanza al adios, "percusionando" con su voz y casi jugando en esa frase final de resignación, de comprensión "apurate que se va el tren, Jacinta".
Para Tinta roja, de Piana y Castillo, recurre a la batería, con un bombo gravísimo, un tambor casi estridente y, valga la paradoja, una versión sin parches. Para su propia composición La fallada, recurre a la marimba y uno se pregunta ya a esta altura si la emoción no le gana a la supuesta objetividad periodística y empieza a responderse por lo bajo "y qué me importa". Agua y arena también le pertenece, compuesta sobre un aire de baguala e incluyendo fragmentos de Canción para mi América, de Daniel Viglietti. Otra pregunta nos surge… ¿tanta musicalidad puede encerrar una batería? Mientras tanto, Minichillo juega seriamente y pasa al piano para A veces, una breve delicia instumental que nos lleva a Kishororo, de Aníbal Sampayo, en una relectura envidiable con una marimba tan ascética como esencial.

La violencia percusiva se hace presente en la dolorosa y sentida Cuando muere el angelito, de Ferreira e Inchausti. Minichillo es absolutamente monótono: sorprende todo el tiempo. Así es como se permite dos versiones de Fangal, de Discépolo, una en piano, instrumental (genial) y otra en piano y voz (genial parte dos). La batería vuelve a ser protagonista, con sus silencios y síncopas en Tu perro pekinés, de Luis Rubinstein y esa cuchillada poética "tus ojos vieron mis ojos… pero no vi tu rrrrruborr" (así, arraastrando las "rrrr") y las ganas de ir a buscar a ese can de medio kilo para ajusticiarlo sin más ni más, que quién se cree que es… pero asoma Una para Luis, otra aventura al piano magnífica.
Y dos bonus: Rosa Morena, de Dorival Caymmi, con una marimba tan alejada del carnaval carioca como cercana a la sensibilidad más cenítica. Y el final, nuevamente al piano, con Un poco tonto, cuya autoría comparte con Rodolfo Alchourrón, compinche de infinitas tropelías, una melodía exquisita, una letra dolorosa y prístina a la vez y una interpretación insuperable.
Me permito reproducir un pequeño texto/mensaje que está incluido en el booklet y que pinta de cuerpo entero y algo más al artista:

Miniproyect:
La música, el diseño, las fotografías y todo lo que atañe a este CD, ha sido concienzudamente elaborado para acceder al mercado chino. Mis productores y asesores de marketing han calculado la posibilidad de vender diez millones de copias en veinte años. Tal vez una mirada superficial lo haga aparecer como un proyecto especulativo… ¿?
Es una cuestión de ética aclarar que habrá lugar para los más importantes sellos discográficos de EEUU y Europa.
No existirán exclusiones de ninguna índole.
Enjoy my music.
Norberto.

Y no estaría para nada mal que esta extraordinaria humorada del Mini, se transformara en feroz realidad.
Porque Norberto Minichillo, con este De otra manera (título ideal) pero más aún con su persistencia, su talento, su creatividad y originalidad, le ha encajado otra soberana paliza a la mediocridad.

Marcelo Morales

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