Por Los Codos

Guillermo Romero

Hace poco, hablando con un amigo poco entendido en la materia, me decía que él podía entender eso de "la voz del instrumento" en una guitarra, porque tenés efectos, pedales, etc., o en un bajo… pero que se le hacía muy difícil entender el tema en el piano que, en teoría, es el mismo piano para todo el mundo (licencias aparte) porque no podés pegarle con un garrote; como que hay un límite más marcado…

JarrettLo que pasa es que es un gran instrumento (sonríe). El piano tiene un sonido neutro pero se puede variar el color del sonido. Por la forma en que le pegás. Hasta en una taza, si vos hacés esto (y le pega con un dedo a una haciéndola sonar), no es lo mismo que esto (le pega más despacio y rápido). También cuenta la velocidad. Pero todos los instrumentos tienen límites. El piano es el instrumento que te permite llegar más abajo, el que más "pianísimo" se puede tocar y el límite lo pone cada uno. Petrucciani, en ese sentido, era un maestro… podía dejarte sin respirar… yo creo que él y Jarrett son los dos que más me pegaron en cuanto a refinamiento de sonido. No pude verlo a Bill Evans pero supongo que habrá sido algo parecido… Igualmente (y habría que ver y conocer bien el piano por dentro) uno tiene contacto con la cuerda; vos te ponés en contacto con la tecla pero, así, activás todo lo demás.

¿Con los teclados cómo te llevás?

Me tuve que llevar muchas veces ante la ausencia de pianos en los locales para tocar. Hay algunos que están buenos. Me acuerdo que el DX7 era un buen instrumento. No soy un fan pero me gusta. El uso que le dan gente como Hernán Jacinto o Hancock es bárbaro.

Además, por tu edad, tampoco le habrás escapado a la infleuncioa de los teclados en el rock sinfónico (asiente). Cuando vos decís bueno, ya está, es el piano y es el jazz, a los 20 años, acá, en Buenos Aires… mucho no había…

Yo tocaba guitarra y de a poco iba incorporando cosas del jazz, tocando temas de Larry Coryell, esas cosas. Mi primer concierto en piano fue con Diego Urcola en el '85. Gracias al padre de él disponíamos todos los domingos del colegio Ward, en Ramos Mejía, donde había un departamento de música con piano, contrabajo… y nos juntábamos ahí en una situación, para nosotros, ideal.

Y cuando te decidís por el piano, ¿te divorciás de la guitarra, nunca se te ocurrió compartirlos?

No. Yo hoy puedo tocar guitarra porque poseo la técnica. Uno estudia siempre más la teoría que el instrumento. pero tenía muchas ganas de tocar bien el piano, así que… Y además la guitarra, hasta cierto punto, ya había colmado mis expectativas con respecto a lo que quería hacer musicalmente. Una vez que lo escuché a Bill Evans, la guitarra empezó a parecerme superflua en el sentido armónico.

Haber tenido esa base con la guitarra, al trasladarte al piano, ¿te benefició o te provocó vicios?

Yo creo que haber tocado un instrumento armónico y de haber explorado cuestiones armónicas antes de tocar el piano es una gran ayuda. Para mí fue acrecentar un poco lo que ya venía haciendo. Y desde el punto de vista técnico sí… está bueno porque con la guitarra se te desarrolla mucho determinado músculo de la mano izquierda que para el piano es importante. Otro detalle es que el pulgar de la izquierda, importante para el piano, en la guitarra es un mero apoyo; entonces ahí tenés una contra.

¿Por qué creés que para el jazz el instrumento "símbolo" es el saxo en lugar del piano?

Yo creo que… (piensa) el saxo… o la trompeta; hay un tema con las sonoridades abiertas o nasales que tiene que ver con las raíces del jazz y hasta con la sonoridad de los cantantes, ya sean de jazz o de blues, que no suenan como los líricos; por eso también hay pocas cuerdas en el jazz. O sea… las hay, pero en casos más bien excepcionales. Los instrumentos con campana como el saxo o la trompeta poseen una sonoridad más abierta que está más de acuerdo con lo que persigue el jazz; inclusive más que el clarinete, por ejemplo, que es más aterciopelado. Y en ese sentido, los pianistas de jazz como Earl Hines e incluso Bill Evans buscan abrir un poco más el sonido, ya que las cuerdas suenan más sedosas y no es algo tan característico del estilo. En la música clásica, lo principal son las cuerdas; luego se inclinan hacia los instrumentos de madera y recién al final con instrumentos que, de alguna manera, se asocian más con las bandas militares. Son cuestiones de estilo; por ese en el tango no es fácil encontrar saxos o trompetas… tampoco hay percusión, por ejemplo. En cambio el piano, al ser neutro, es aceptado en cualquier estilo. Es impersonal. Un violín o una guitarra tienen armónicos con más cuerpo, con más personalidad; son más sanguíneos. En el piano vos podés tener tu sonido; pero es más lo que proponés que el sonido en sí. Vos escuchás una nota de Coltrane y lo reconocés. En cambio, a Bill Evans tenés que escucharlo un rato para identificarlo.

Cuando arrancaste con tu grupo, a mediados de los '80 no había nada acá, ¿no?

Había muy poco. Creo que hubo una generación que no se dedicó al jazz. Que se dedicó al rock; por lo pronto, había pocos músicos de jazz. De mi generación también somos pocos; pero aprovechamos lo que había, lugares como Oliverio o La Oreja, y tocábamos todo lo que podíamos. Había momentos y momentos…


¿Y por qué creés que ahora los pibes se dedican más al jazz?

Y… porque está bueno… (risas); porque es muy gratificante para un músico… todos los días podés estar creando cosas, inventando… algo que en otros estilos es, tal vez, un poco más limitado. El jazz es una música muy creativa de por sí y para todos los instrumentos. Es para analizar también la necesidad de componer… porque la improvisación es composición, sigue las mismas reglas…

Según vos la improvisación es composición…

Y sí… es una composición en el momento; no hay vuelta atrás. Estás haciendo algo nuevo con cosas que ya había; lo decía Bill Evans, así que… (risas). Ésta es una de las cosas más interesantes que tiene el jazz.

Vos tenés dos discos como líder y uno a dúo con (el pianista) Jorge Navarro; ¿hay alguna razón por la que en tu sitio de internet tu primer CD no aparece en la discografía?

Y… no es un disco que me interese promover hoy día… le perdí un poco el rastro…

¿No te reconocés en ese disco?

En algunas cosas sí, pero… (piensa) prefiero apuntarle más a lo que estoy haciendo ahora.

Romero - Navarro¿Qué te produjo hacer un disco con Jorge (Navarro)?

Me gustó mucho poder tocar con él en dúo, algo que nunca había hecho (un dúo de pianos) y darme cuenta de que, cuando tenés a alguien del otro lado con tanta oreja, pueda resultar tan fácil. Cuando tocás con alguien tan receptivo, notás la generación de espacios existente para poder expresarte.

¿Había algún pacto tácito o las cosas se fueron dando sobre la marcha?

No… empezamos a tocar y las ideas fueron fluyendo. Es más, la primera vez que tocamos juntos fue con un solo ensayo en un cumpleaños. La idea me la tiró una periodista; y yo lo conocía a Jorge (Navarro) porque él me había convocado para un proyecto pedagógico. Entonces lo llamé, le comenté la cuestión y la verdad que estuvo buenísimo.

Una pregunta, si se quiere, desdoblada: ¿qué es lo que buscás o intentás encontrar: a) cuando componés y b) cuando arreglás una composición ajena?

(Piensa) En principio… cosas no muy diferentes; porque en definitiva componer es arreglar una composición propia… si llamás composición al germen de lo que va a ser, ¿no? Porque de un standard tomás la melodía… la armonía también, pero que ya está dada por la melodía. Por eso hay tipos intuitivos como Gardel que pueden componer esas melodías impresionantes y con unas armonizaciones que, si no las hizo él, las sugirió con su melodía. Esto, en cuanto a la música tonal. Con la música más moderna se puede armonizar con mucha más libertad. Yo creo que simplemente es buscar una línea armónica y melódica que sea apta para el posterior tratamiento de la improvisación. Para que un arreglo funcione, de alguna manera tenés que apropiarte de la composición ajena. Marcus Roberts hizo una obra, larga, sobre I've Got Rhythm, de Gershwin. Y es tremendo lo que hizo. Un tema, para poder arreglarlo, te tiene que gustar, lo tenés que querer. Y si no te gusta… tenés que hacer el esfuerzo… o sea… darle una oportunidad (risas). Por trabajo o por cuestiones didácticas me ha tocado toparme con temas que me decían poco; yo tuve que armonizar My Way y, de repente, empezaron a salir cosas. Bach, con los corales, hacía distintas armonizaciones… sobre el mismo coral; la melodía era simplemente la "parte de arriba" de lo que el tipo desestructuraba. Esa línea fue, desde mi punto de vista, también seguida por Bill Evans.

Chaplin - KeatonAl margen de la música, ¿qué otras cosas te interesan o te conectan con lo que está pasando?

Dentro del arte, me gusta mucho la actuación y el humor. Todo lo que es muy creativo a nivel humorístico, por ejemplo… yo trabajé con Alfredo Casero, ese humor que lo relaciono con el jazz; porque Casero improvisaba por ahí más de media hora entre tema y tema. Y eso es Coltrane, 40 minutos tocando un blues en fa. Para mí es el mismo concepto. Y lo disfruto mucho. Y otras cosas como Chaplin, como esa escena en Candilejas con Buster Keaton. Yo lo veo a Chaplin y lo relaciono con Art Tatum: está arriba de los demás.

¿Para vos Art Tatum está por encima de todos?

Pianísticamente, creo que sí. Técnicamente creo que el único que está más o menos cerca es Jarrett. Y además pienso que todo el be bop, incluso Charlie Parker, estuvo influenciado por Tatum. tenía tanto dominio del instrumento que se animaba a experimentar.

Por lo que se refleja en tus discos, versionar temas de otros estilos no es algo que te interese demasiado, ¿no?

No como proyecto personal. Pero he tenido mis experienias al respecto. En algún momento pensé en hacer algo con una proyección un poco más folclórica.

Schissi
¿Vos creés que hay músicos argentinos que lograron realizar buenas fusiones?

Sí… un músico que me encanta cómo fusiona naturalmente dos estilos distintos es (el pianista) Diego Schissi; conoce muy bien tanto el tango como el jazz. A mí me encanta escuchar cómo toca su música, porque es como que está en el medio de muchos estilos. Creo que la autenticidad pasa por amar mucho la raíz de algo y desarrollarlo desde ahí.

¿Hasta dónde se puede comprometer socialmente un músico instrumental? ¿Puede?

Ya el hecho de hacer música instrumental es una postura… (piensa) una postura en la que vos sabés que no vas a tocar para el gran público, al menos asiduamente; es una cuestión de saber que lo hacés porque te gusta la música y porque querés mantener algo ya existente. En ese sentido… creo que el arte, en cualquiera de sus ramas, mejora al ser humano. Lo que no deja de ser interesante. Es la necesidad de estar en contacto con cierta belleza y, a su vez, compartirla con los demás.

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