Por Los Codos

Simon Nabatov

Vos ganaste varios premios… ¿En qué medida ayudó a tu carrera?

Realmente no creo haber obtenido muchos premios y en todo caso no influyeron mucho en mi carrera.

¿Cómo influyo ser ruso, en tu carrera como músico de jazz?

No puedo decirte que haya tenido demasiada influencia ya que mis actividades musicales serias comenzaron cuando me mudé a Alemania y allí fui visto más como un americano que otra cosa. Y si eso ayudó en algo, fue sólo al principio.

¿Por qué no regresaste a Rusia?

Cuando nos fuimos en 1979 resultaba impensable retornar, por muchos años más. Ahora es posible pero complicado, ya que tendría que pasar más tiempo en Occidente que en Rusia. El país que dejé ha cambiado por completo y yo también. Me encantaría visitar Rusia pero en este momento no puedo imaginarme viviendo allí. Me resulta imposible pensar en una foto de Rusia que me incluya…

Además de jazz has tocado y compuesto música de cámara. ¿Lo hacés como parte de tu profesión o es una necesidad artística?

Ambas, en realidad.

¿Cómo describirías tu música?

Es muy difícil realizar una descripción precisa, ya que definitivamente no resulta fácil de encasillar lo que hago en una sola categoría…

Casi como si fuese un reflejo de tu propia historia…

Es cierto. Tanto mi música como mi vida están cruzando fronteras una y otra vez y en varias direcciones. Te diría que el componente dramatúrgico es muy importante. Supongo que eso proviene de mi trasfondo clásico. Tiene un lado muy serio que lo aleja del mero entretenimiento pero también contiene humor… o por lo menos eso espero.

En tu carrera como líder trabajaste con diferentes formatos: trío, solo, cuarteto, etc…Cuando componés, ¿lo hacés pensando en esos proyectos y en los músicos con los que vas a tocar o adaptás las composiciones de acuerdo a la necesidad?

Definitivamente pienso en cada proyecto en particular y en los músicos involucrados. Por supuesto que a veces uso bosquejos existentes o adapto piezas enteras pero sólo en los casos en que puedan ensamblarse apropiadamente.

 

¿Qué compositores te inspiraron?

¡Hay tantos! En mi juventud, Bach, Brahms, Schumann, Prokofiev, Boulez, Stockhausen…

¿Y en el piano a quiénes admirás?

¡El Dios del piano para mí fue y sigue siendo Sviatoslav Richter! Después… Art Tatum; y luego, muchos mortales (risas).

Art Tatum¿Cuánto tiempo le dedicas al piano?

Practiqué un montón cuando era joven; ahora lo hago tanto como puedo… A veces más y otras no tanto.

¿Estás conforme con tu técnica o sentís que te falta mucho?

A medida que uno va envejeciendo sólo trata de conservar lo que fue… En verdad no me preocupo por incorporar más técnicas pero quizás sí agregarle colores, detalles y matices.

Hablemos de “A Few Incidences”; ¿cómo fue el proceso creativo de ese trabajo?

RichterLlevó mucho tiempo reunir un grupo de músicos de semejante nivel… ¡pero estoy contento con la elección final! (exclamando) Elegir los textos fue fácil, ya que estoy leyendo a Charms desde hace mucho tiempo. Mucho más difícil fue ensamblar los textos con la música. Esos textos cortos requieren un importante despliegue técnico y similar nivel de insanía y locura. Mi deseo era otorgarle a cada uno de esos pasajes una luz musical diferente pero fijando una macro estructura que lograra soportar y contener el conjunto. También la relación entre texto y música que hace Phil Minton y el resto de la banda eran importantes. Quería que la música se expresara por momentos como una canción en términos reales, por momentos sugiriendo la atmósfera a través del texto y a veces ofreciendo un simple matiz sobre la textura instrumental del conjunto. Al igual que en mis trabajos más recientes, alterné pasajes estrictamente sujetos a la composición con otros de libre improvisación.

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